Este cuadro atravesado por varillas, donde se distribuyen las bolas de cálculo, está considerado como el instrumento más antiguo para hacer operaciones matemáticas.
Instrumento de cálculo básico en varias culturas, el ábaco se ha reinventado a lo largo de los siglos parar sobrevivir a las calculadoras –de las cuales fue precursor–, a los ordenadores y a todas las capacidades de procesamiento matemático de que disponemos hoy en día.
Si en la Edad Media lo usaron los mercaderes, para calcular precios e ingresos, ahora vive una segunda juventud. Algunos educadores han optado por introducir el ábaco para enseñar las operaciones básicas a los niños. Se trata de un instrumento en el que sumar, restar e incluso multiplicar y dividir puede pasar para un niño. Se toca, se ve y el niño lo manipula a su antojo: resuelve un reto como en otros juegos infantiles.
Los beneficios del ábaco, según sus defensores, consisten en la mejora de la concentración, la observación y la comprensión. También se trabaja la memoria y se fomenta la creatividad. Ahora que la programación ha entrado decididamente como disciplina para los más pequeños, las matemáticas son una prioridad. Y este antiguo instrumento es una forma más llevadera de aprender sus rudimentos.
Siglos de uso
Se ha especulado con que su origen está en Asia Menor , pero no hay pruebas concluyentes. China también parece candidato a ser el lugar de nacimiento de esta herramienta ancestral. Allí hay documentación escrita que habla del ábaco desde el siglo II A.C. EL perfeccionamiento del instrumento les sirvió a los chinos para llevar a cabo operaciones más complejas aún que las habituales. Podían incluso hacer raíces cuadradas y cúbicas.
El uso de la herramienta se conservó a lo largo de los siglos en China y en otros países asiáticos, como Japón. No así en Europa , donde después de la Edad Media pierde importancia progresivamente. Lo hace como consecuencia del uso de la aritmética basada en los números indo-arábigos. Hasta entonces se había empleado en contactos comerciales y en otro tipo de cálculos de cierta complejidad.
Era una herencia del ábaco romano , una cultura que ha dejado restos arqueológicos como testimonio del uso de este instrumento. Por cierto que su modelo de ábaco guardaba algunas similitudes con la versión china. Los tímidos contactos entre ambas culturas han hecho pensar que el ábaco fuera importado directamente desde el Lejano Oriente.
Un camino más fácil sería que la herramienta llegara hasta los romanos a través de los griegos, como muchas otras influencias culturales. Se han hallado también pruebas arqueológicas de su existencia en la cultura helena. Y ya Herodoto, en el siglo V A.C. describe cómo los egipcios usaban un instrumento que a todas luces es el ábaco.
Probablemente a la antigua Grecia el instrumento arribara a través de Egipto , que lo podría haber importado –ya en el terreno de la especulación– de sus contactos con Babilonia y, en general, con los pueblos de Mesopotamia. Es esta región, entre los ríos Éufrates y Tigris, junto con toda su periferia, que abarca una porción del Oriente Próximo, incluida Turquía o Asia Menor, otra de las que podrían ser la cuna del ábaco.
Imágenes: Confucius Institute at SDSU, BrokenSphere / Wikimedia Commons
