Según un estudio de la Agencia Espacial Europea (ESA), la orina de los astronautas podría servir para mejorar compuestos y crear materiales de construcción para, por ejemplo, hacer realidad un asentamiento en la Luna.
La carrera espacial se sirve de la tecnología más puntera del mundo para conseguir alcanzar hitos. A menudo, los grandes avances tecnológicos tienen su base en la ingeniería espacial y los instrumentos que se inventan para conseguir que el hombre llegue cada vez más lejos allí arriba.
Sin embargo, parece que el último descubrimiento de la Agencia Espacial Europea (ESA) tiene poco de tecnología. Según un estudio publicado en su web, parece que la orina de los astronautas podría ser clave para la conseguir el primer asentamiento humano fuera de la Tierra.
Como ya sabes, subir materiales desde nuestro planeta al espacio es realmente caro. Se calcula que cada kilogramo que se pone en el espacio cuesta más de un millón de euros. Un poco caro, ¿no? Por eso, las investigaciones de los últimos años en la NASA han ido por crear máquinas que puedan fabricar materiales en una nave o estación espacial. Las impresoras 3D son clave en este proceso, un descubrimiento que ha revolucionado la carrera espacial.
Urea para crear un resistente hormigón lunar
Los científicos han descubierto que, si juntas urea y regolito lunar, roca suelta que se encuentra en la superficie de la Luna, se puede crear una especia de hormigón lunar muy resistente. «La comunidad científica está especialmente impresionada por la gran resistencia de esta nueva receta en comparación con otras mezclas. Además, también le atrae la idea de que permita utilizar material ya disponible en la Luna», explicó Marlies Arnhof, coautora del estudio que puedes consultar aquí.
La urea, que actualmente somos capaces de fabricar para crear fertilizantes y que también es el componente principal de nuestra orina, actúa como superplastificante en la mezcla. Es un material muy barato y, además, un adulto es capaz de generar aproximadamente 1,5 litros de orina al día. Por tanto, según señala la ESA en su estudio, parece que la orina de los astronautas podría convertirse por sorpresa en un producto «prometedor para la explotación espacial».
Como te he comentado anteriormente, el material es muy resistente. Según las pruebas realizadas, este hormigón lunar mezclado con orina de los astronautas sería capaz de resistir las condiciones adversas típicas del espacio. Por ejemplo, el vacío y las temperaturas extremas. La muestras realizadas resistieron temperaturas de 114 °C a -80 °C, datos que se podrían mejorar añadiendo más componentes a la mezcla.
En definitiva, un extraordinario hallazgo que podría solucionar muchos quebraderos de cabeza. Según Marlies Arnhof, utilizar orina de astronautas para crear estructuras «sería muy práctico, y evitaría tener que complicar aún más los sofisticados sistemas de reciclaje de agua utilizados en el espacio».
¿No te parece sorprendente?