Tras su lanzamiento hace dos años, la sonda OSIRIS-REx se encuentra a 19 kilómetros del asteroide Bennu para recoger materiales de su superficie y estudiar el origen de la Tierra.
El pasado 8 de septiembre de 2016, la NASA lanzaba al espacio desde Cabo Cañaveral (Florida) la sonda OSIRIS-REx con el objetivo de llegar al asteroide Bennu y recoger material de la superficie para estudiarlo.
Daba comienzo un viaje de minería espacial para tratar de recoger información de la superficie de Bennu y estudiar sus minerales y materia orgánica. Dicho de otro modo, para tener más información sobre el origen de la vida en nuestro planeta.
Este intento de la NASA no ha sido el único. En el pasado, otros proyectos trajeron muestras a la Tierra similares para estudiar como, por ejemplo, la Luna. Sin embargo, la sonda OSIRIS-REx es la primera en recoger material desde la misión Apolo 17 de la NASA en 1972.
Tras un largo viaje de 2.000 millones de kilómetros, la sonda alcanzó el pasado lunes Bennu, situándose a tan sólo 19 kilómetros de distancia de su superficie. Según los científicos de la Universidad de Arizona que lideran la misión, se prevé que se inserte en su órbita el próximo 31 de diciembre, a 1,25 kilómetros. Es un proyecto complejo, ya que Bennu mide 492 metros y su campo gravitatorio es débil.
#WelcomeToBennu! After two years of travel – and more than a decade of planning and work by my team – I’m here. But Arrival is just the beginning… https://t.co/0bQPUwqUCp
Credit: NASA/Goddard/University of Arizona pic.twitter.com/VyPG3gRRdw
— NASA's OSIRIS-REx (@OSIRISREx) 3 de diciembre de 2018
Descubrir el origen de la vida en la Tierra
¿Qué hará ahora OSIRIS-REx? La sonda, en primer lugar, buscará un lugar donde recoger muestras de polvo de la superficie gracias al brazo robótico que integra. Esto ocurrirá, previsiblemente, en 2020. Después, tras tomar la muestra, regresará a la Tierra, cuya fecha prevista de aterrizaje es septiembre de 2023.
El objetivo principal es estudiar el material para entender la formación del Sistema Solar y cómo se origino la vida en la Tierra. El asteroide Bennu es un fósil formado en el Sistema Solar y su análisis puede ser esencial para conocer la evolución de los planetas.
Por otra parte, Bennu es uno de los 800.000 asteroides más potencialmente peligrosos para la Tierra. La información extraída del estudio de los componentes de Bennu podría ser utilizada para desarrollar tecnologías ante posibles amenazas de impacto de asteroides contra nuestro planeta.
Now that I’ve arrived, it’s time to get this asteroid mapped.
For the first time today I’m using OLA, my laser altimeter from @CSA. OLA’s laser ranging data will be used to make 3D maps of Bennu … giving us an understanding of the asteroid’s shape: https://t.co/2rKpv6Myw2 pic.twitter.com/fFtXlGPOIg
— NASA's OSIRIS-REx (@OSIRISREx) 4 de diciembre de 2018
La elección de Bennu
¿Por qué han elegido Bennu y no otro asteroide? La proximidad ha sido un factor clave, ya que está «cerca» de la Tierra, unos 2.000 millones de kilómetros. Por otro lado, su tamaño de 492 metros ha sido otra de las causas decisivas para su elección. Desde la NASA aseguran que, cuanto más grande sea el asteroide, mejor, al orbitar más lento. En este sentido, el movimiento de Bennu es circular, lo cual es más seguro para el proyecto.
Respecto a su composición, si el objetivo de la misión es comprender mejor el origen de la Tierra, Bennu es idóneo para este proyecto, pues contiene recursos minerales ricos en carbono.
Si todo continúa según lo previsto, en unas semanas, la NASA dará a conocer los nuevos hallazgos del asteroide tras introducirse en su órbita.
Fuente de la imagen: NASA