Phubbing

Phubbing: qué es y cómo puedes evitar este comportamiento

En la era digital imaginar nuestra vida diaria sin un smartphone es casi imposible. Este dispositivo nos ayuda a trabajar, explorar el mundo y a conectarnos en la distancia con los demás. Sin embargo, puede capturar nuestra atención más de la cuenta y llevarnos a ignorar a quienes tenemos cara a cara. Esto se conoce como phubbing.

¿De qué se trata el phubbing?

Este comportamiento consiste en ignorar a alguien con el que estamos presencialmente por prestar atención al teléfono móvil. El término phubbing es la combinación de las palabras inglesas phone (teléfono) y snubbing (hacer un desprecio). Fue acuñado en 2012 por el diccionario australiano Macquaire.

Pero, ¿por qué se da? Pues bien, una investigación de 2016 señala que la causa primordial de este hábito es la adicción al móvil. Este fenómeno tiene que ver con la capacidad de autocontrol de cada persona que, en tanto sea menor, aumenta la probabilidad de ser adicto al Internet y al smartphone. También se asocia con miedo y preocupación de estar desactualizado en cuanto a lo que sucede en el círculo digital.

Adicionalmente, se sabe que los estímulos sociales positivos de las redes sociales conllevan a altos niveles de dopamina. Este neurotransmisor produce un efecto de placer en el organismo.

¿Por qué se está haciendo más y más común?

En primer lugar, vivimos en un mundo intensamente conectado a Internet. En 2021 se registraron 4.900 mil millones de usuarios en línea a nivel mundial. Esta cifra representa casi dos tercios de la población global. Además, es de notar que estamos usando cada vez más los dispositivos móviles para navegar. El Internet móvil es responsable de casi el 57% del tráfico web del mundo.

En segundo lugar, existe evidencia de que el phubbing está creciendo por el fenómeno social de reciprocidad. Esto significa que ignorar repetidamente a la gente en un entorno social por favorecer el uso del móvil provoca que las otras personas devuelvan esta acción, intencionalmente o no. Así, se va creando un falso consenso de que esta forma de comportarse es normal y aceptable.

De hecho, un estudio de 2017 de Dialogando, el portal de uso responsable de la tecnología de Movistar, encontró que el 62% de los españoles ignora su entorno cuando consulta su móvil.

¿Cómo nos afecta el phubbing?

Ignorar a otros por culpa del móvil afecta tanto a quien lo hace como a quien lo padece. Según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH), este hábito provoca problemas de salud física y mental como:

  • Dolencias crónicas, como el síndrome del cuello roto o del túnel carpiano.
  • Dependencias como el miedo irracional a no tener el móvil a la mano.
  • Desafíos asociados a las habilidades sociales.

Además, el phubbing tiene consecuencias notorias en las relaciones interpersonales. Un estudio de 2018 de la Universidad de Kent identificó que, este comportamiento impacta la comunicación entre las personas. Igualmente, da lugar a sentimientos de insatisfacción en estos vínculos.

En el caso de las relaciones de pareja, dispositivos como ordenadores y móviles inteligentes tienden a interferir en la convivencia. En este contexto, cuanto mayor sea la interferencia mayor es el efecto negativo en la percepción de bienestar en la relación.

Asimismo, el phubbing tiene el poder de exacerbar los conflictos existentes en la pareja. Específicamente, es problemático respecto de las necesidades y expectativas de apego y atención entre las partes.

¿Cómo evitarlo?

Entonces, ¿qué podemos hacer para que evitar el phubbing y sus consecuencias? Pues bien, la acción más sencilla pero certera es prescindir del móvil en compañía de otras personas. Por otro lado, se pueden silenciar sus notificaciones para mantenerse presente. Adicionalmente, se recomienda complementar estas acciones con prácticas que contribuyen a reducir la dependencia al móvil:

  • Establecer horarios para el uso del dispositivo.
  • Hacer pausas para descansar de su utilización.
  • Ocupar nuestro tiempo libre en actividades que no involucren el uso del móvil.
  • Evitar usar el teléfono mientras se hace otra cosa.
  • Privilegiar la comunicación presencial con otros cuando sea posible.

La tecnología tiene el poder de conectarnos a niveles que solían parecer imposibles. Sin embargo, también tiene el potencial de afectar nuestra cotidianidad y la práctica de mantener relaciones saludables. Por ello, la vida digital de hoy nos pide criterios de uso sólidos que conlleven a aprovechar sus posibilidades al máximo y de la mejor manera.

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