Descubre cómo serán las piscinas del futuro gracias a Fluidra, una empresa española que favorecerá la creación de piscinas autosostenibles. La piscina 3.0 está aquí.
Creo que todos tenemos aún en la cabeza el “La he liao parda” de la “socorrista tóxica”, como la llaman en YouTube. Y es que disfrutar de piscina propia o de la comunidad de vecinos en esta época del año es todo un lujo pero también requiere de constancia en su limpieza y mantenimiento. La dejadez o el descuido pueden traer serias consecuencias. Por eso, en la Red abundan las páginas con consejos y manuales sobre la importancia del revestimiento, el limpiafondos o el filtro de la depuradora y qué hacer cuando aparecen algas verdes, el PH es demasiado bajo, hay ausencia de cloro o el agua se enturbia.
Dicen los expertos que lo recomendable es una vez al año vaciar la piscina para proceder a una limpieza integral del fondo. Para ello se recomienda usar una bomba específica y, a continuación, revisar el revestimiento para detectar cualquier grieta del mosaico, que deberá rellenarse con lechada, tras limpiar y reparar el fondo de la piscina, hay que aplicar un anti algas concentrado antes de llenarla de nuevo. Luego es imprescindible limpiar los fondos dos veces por semana y añadir los productos indicados.
En definitiva, que no se mantienen solas. Aunque… bueno, quizá eso fuera hasta ahora.
Una piscina inteligente
La compañía española Fluidra, dedicada al desarrollo de aplicaciones para el uso sostenible del agua, quiere acabar con la pesadilla que supone el mantenimiento de una piscina privada y ha lanzado una solución tecnológica, con la que ya no será necesario vigilar constantemente la calidad del agua, la cantidad de productos químicos que se deben emplear o la temperatura, porque el nuevo sistema lo hace de forma automática: una piscina 3.0.
La máquina incluye un software y una pantalla táctil que permiten programar todos los parámetros para el mantenimiento de la piscina (tratamiento físico y químico del agua). Basta con introducir en el sistema las características de la piscina (tamaño, número de usuarios, entorno, horario de funcionamiento) y el programa hace el resto. El equipo de Fluidra cuenta, además, con una conexión wifi que permite controlar el funcionamiento de la piscina a distancia, a través de una tableta o un móvil.
Y, por si todo esto fuera poco, la que ya se ha bautizado como “piscina 3.0” logra hasta un 50 por ciento de ahorro energético, y también una importante reducción de productos químicos y lavados de agua respecto a las piscinas controladas de manera convencional.
Así, ya sólo queda tumbarse a la bartola y ahí también podemos tirar de una app que nos envía notificaciones para recordarnos cuándo debemos volver a ponernos protección solar o nos avisa cuando el índice UV es excesivamente alto, entre otras funcionalidades.
Sin duda la tecnología nos acompañará también en vacaciones.