Desarrollan placas solares más eficientes y económicas

El funcionamiento de las placas solares es bastante sencillo. Cuando la luz solar incide sobre una placa, desde la célula fotoeléctrica se genera un impulso eléctrico en forma de corriente continua. Esta llegará hasta un dispositivo que funciona como inversor, transformándola en alterna. Luego se convertirá en energía de media tensión, pasando posteriormente a la red eléctrica general.

La producción de energía a partir de placas solares es fiable, y está caracterizada por su alta eficiencia. La luz que recibimos del Sol supone una fuente ilimitada para producir electricidad. Debido a ello, la producción de este tipo de energía no se ve afectada por condiciones externas, contando estos sistemas con una vida útil superior a los veinticinco años.

Innovación para un futuro cada vez más cercano

La energía fotovoltaica parece consolidarse como una alternativa real a la utilización de combustibles fósiles, según acuerdos como el Protocolo de Kioto. Su viabilidad económica se constata especialmente en entornos aislados, donde el acceso a la red es difícil y no se requieren altas concentraciones de energía.

Por estos motivos el Departamento de Marina de Estados Unidos desarrolló la investigación y posterior producción de placas solares útiles en zonas de combate. El dispositivo, conocido como «Sistema de Energía Expedicionaria Renovable Terrestre» o GREENS por sus siglas en inglés, presenta un peso relativamente bajo, una alta eficiencia y, además, es capaz de funcionar correctamente en situaciones extremas, tales como aquellas regiones donde se alcanzan los 46ºC de temperatura.

Pero la I+D militar no ha sido la única que ha focalizado su atención en la energía fotovoltaica. Las placas solares pueden servir para acercar las telecomunicaciones a zonas remotas. En aquellos lugares rurales donde la electricidad y la conexión móvil son al día de hoy una utopía, el desarrollo de mejores dispositivos que utilicen la luz del Sol podría garantizar el avance de estas comunidades. Con este objetivo una empresa australiana ha creado microrredes solares para hacer llegar la electricidad a lugares remotos de la India y el sudeste asiático. También la tecnología móvil vía energía solar ha sido una de las prioridades del Banco Mundial y diversas compañías de telecomunicaciones, como Intel, creándose estaciones en Malasia e Indonesia.

La necesidad de placas solares más eficientes

Cada placa solar está formada por células fotoeléctricas, dispositivos responsables de transformar la energía luminosa (fotones) en eléctrica, mediante lo que se conoce como efecto fotoeléctrico. El material utilizado para estas células condiciona el rendimiento de la placa solar, siendo el silicio la opción elegida con mayor frecuencia.

Para acercar las telecomunicaciones y la electricidad a zonas remotas, y con el objetivo de que la energía solar pase de ser una alternativa utópica a ser considerada como una fuente real de electricidad, necesitamos células fotovoltaicas más eficientes. Dentro de la industria japonesa, por ejemplo, se han hecho hojas de ruta para elevar los rendimientos de las placas solares producidas hasta 2030.

Estos objetivos podrían, sin embargo, estar más cerca. Investigadores de la Universidad de Oslo presentaron hace unos días un descubrimiento que supondrá una auténtica revolución en la generación de energía fotovoltaica. Mediante la producción de placas solares con un grosor veinte veces más fino al habitual, han conseguido reducir costes, ya que su producción resulta más sencilla (el consumo de silicio se ve reducido en un 95%). Además, es más sencillo extraer electricidad de estas placas más delgadas, ya que acumulan un mayor voltaje.

 Para ayudar a la captación de luz en estas placas tan finas, los investigadores del grupo del profesor Marstein han utilizado diversas técnicas. Por una parte, han desarrollado placas delgadas con microindentaciones en su superficie, lo que permite que se reduzca el consumo de silicio en un 20% más. Otra línea experimental con estos mismos dispositivos ha usado partículas poliméricas uniformes, conocidas como microperlas, para ayudar a aumentar el rendimiento de producción eléctrica de las placas.

Aunque su trabajo se encuentra todavía en fase de investigación, se cree que esta innovación fotovoltaica podría llegar al mercado en los próximos 5-7 años. El futuro de la energía solar se verá, sin lugar a dudas, beneficiado por esta invención noruega, y con ella, el acceso a la electricidad y la mejora de las telecomunicaciones será una realidad en zonas en donde hasta ahora esto no era posible.

Imágenes | Dominic Alves, ExtremeTech, Flickr

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