Un estudio reciente informa de este aumento sustancial, que refuta los análisis previos y devuelve la esperanza para esta clase de misticetos. También para otros animales en peligro de extinción.
Es verdad que lo malo suele hacer más ruido que lo bueno. En los últimos tiempos, hemos escuchado multitud de noticias que alertan de la situación en la que se encuentran numerosas especies de animales, en peligro de extinción. Sin embargo, también hay buenas noticias y, de la misma manera, merecen ser contadas.
Las ballenas jorobadas son una de estas especies amenazadas. Desde hace algunas décadas, su captura y matanza está prohibida en casi todos los países del mundo, debido al gran descenso de ejemplares que habían observado los científicos y por el que alertaron de su estado crítico. Una circunstancia que, sin embargo, parece que ha cambiado en la actualidad. Una investigación reciente informa que la población de estas ballenas jorobadas en el Océano Atlántico Sur ha aumentado de manera considerable, hasta igualar los registros de hace 50 años.
Un estudio esperanzador para los cetáceos
Se trata de una investigación en la que han participado Grant Adams, John Best y André Punt de la Facultad de Ciencias Acuáticas y Pesqueras de la Universidad de Washington, y que han publicado en la revista Royal Society Science.
En ella, incluyen registros detallados de la industria ballenera al principio de su explotación comercial, cifrando en unas 27.000 las Megaptera novaeangliae -nombre científico- que vivían en el Océano Atlántico Sur. Para recopilar los datos actuales, se han servido de encuestas aéreas y de barcos y de técnicas de modelado avanzadas.
Según sus estimaciones, ahora vuelve a haber una cantidad de unas 25.000 yubartas, un gran aumento respecto a las 450 que consideran que quedaban en la década de los 50.
Un descubrimiento sorprendente para todos
Sin duda, sus conclusiones han asombrado a todos. Incluso ellos mismos, sus autores, han manifestado su fuerte impresión. “Nos sorprendió saber que la población de las ballenas jorobadas se está recuperando más rápidamente de lo que indicaban los estudios previos”, comentó John Best en un comunicado de la Universidad de Washingtton sobre el tema.
Con los estudios previos, se refiere a un análisis realizado por la Comisión Ballenera Internacional entre 2006 y 2015, que indicaba una recuperación de «solo» un 30%. Su investigación la estima en un 95%.
También es llamativa la diferencia porque el resto de especies de misticetos que también están amenazadas no se ha recuperado de forma tan rápida. Al menos que se sepa. Por ejemplo, estiman que el rorcual azul mantiene la cifra de 5.000 ejemplares que tenía hace 60 años.
Conociendo a las yubartas
Las ballenas jorobadas, también conocidas como yubartas, deben este sobrenombre a la traducción en francés de “joroba”, debido a que cuando se sumergen a grandes profundidades en el agua, arquean la espalda, haciendo una leve joroba.
Los machos tienen unas dimensiones algo menores que las hembras, alcanzando unos 18 metros de largo de media. Su peso oscila entre las 25 y 40 toneladas. Como anécdota, las crías pesan al nacer 1.000 kilos y tienen un tamaño de entre 4 y 5 metros.
El aspecto de barba que presentan en la cabeza tiene una explicación muy simple. Son crustáceos que se alojan en su cuerpo. Precisamente, se alimentan de crustáceos (krill) y no suelen atacar a presas de gran tamaño.
La población actual de ballenas jorobadas en todo el mundo puede ser de unas 60.000, repartidas en el Océano Pacífico y Atlántico, principalmente.
Carácter animado
Los científicos y naturalistas las conocen también por su carisma y alegría. A diferencia de otras especies de ballenas, las jorobadas destacan por sus numerosos saltos y acrobacias, en las que se elevan varios metros sobre la superficie. Las razones por las que lo hacen no están claras. Los expertos están divididos entre que sea para desparasitarse, que es el argumento más aceptado, y entre que lo hagan para exhibirse.
También son el tipo de ballena que más canta. Se han registrado cantos de varios minutos de duración y no se conoce tampoco el motivo del mismo. Dicen que se puede escuchar a 20 kilómetros de distancia.
¿Te quedas con ganas de saber más?
Si es tu caso, puedes ampliar tu curiosidad en un documental emitido en Movistar+ que se centra en estos animales.
El argumento del documental, de 50 minutos de duración, nos traslada a altamar. Dos amigos navegan en un kayak cuando, de repente, una ballena inmensa vuelca su embarcación y les hunde bajo la superficie del agua. Un buen susto, sin duda. Uno de estos dos amigos es Tom Mustill, cineasta de vida salvaje, que aprovechó el suceso para investigar y conocer más acerca de esta especie de ballenas.