El empleado ruso de la empresa de seguridad informática Kaspersky Lab se ha implantado un biochip en su mano para experimentar en primera persona las ventajas del primer hombre cíborg de Rusia.
Quizá su nombre no os suene de nada, pero este empleado ruso de la compañía Kaspersky Lab ha dado la vuelta al mundo tras implantarse un biochip en la mano para experimentar en primera persona las oportunidades que puede aportar esta novedosa tecnología a los humanos. Convertido en el primer hombre cíborg ruso del mundo, Yevgueni Chereshnev puede utilizar smartphones, ordenadores portátiles o abrir puertas electrónicas utilizando únicamente la tecnología NFC de su biochip.
Según explica Chereshnev en una entrevista al periódico Nasha Gazeta, el objetivo del experimento es descubrir que ventajas e inconvenientes supone convertirse en un hombre cíborg para futuras aplicaciones en humanos. Tan solo requiere una pequeña intervención de apenas unos minutos para implantar este diminuto chip con una aguja entre el pulgar y el dedo índice del usuario.
Este chip de 880 bytes de memoria interna tiene el tamaño de un grano de arroz y funciona en la banda de los 13,56 MHz con tecnología inalámbrica Near Field Communication, comúnmente conocida como NFC. Con una tasa de transferencia de hasta 424 kbits/s, este biochip permite la transmisión de datos instantánea a gran velocidad en sistemas de identificación y validación de personas, pago electrónico, validar la apertura de puertas con llave electrónica o activar el encendido automático del coche, entre otros.
https://youtu.be/Qde7IwVvZzU
En forma de implante subdérmico, los médicos insertaron la diminuta cápsula bajo la zona de piel del valle entre el dedo índice y pulgar, con el fin de poder interactuar con cualquier dispositivo electrónico compatible con esta tecnología y realizar cualquier cosa que podamos imaginar. El objetivo de este experimento es tratar de investigar el potencial de esta tecnología futurista para ensayar nuevas formas de interactuar y comunicarse con las máquinas, así como evaluar los posibles riesgos que pudiera tener este sistema en vista a una futura comercialización.
Aunque se trata de una tecnología en fase experimental, Chereshnev destaca la sensación de poder que aporta esta tecnología al observar como todo lo que nos rodea se adapta a la voluntad del usuario con un simple gesto de la mano. En cambio, lejos de parecer una tecnología costosa y al alcance de unos privilegiados, sorprende comprobar como con tan solo 152 dólares se puede adquirir uno de estos biochips para convertir tu mano en un dispositivo inteligente propio de un hombre cíborg.
Imágenes | vía Kaspersky Lab