Según lo informado por Protek, la causa más común de robo de datos en 2021 fue la sustracción de credenciales de usuarios. Un método que asciende al 20% de los casos. ¿Te imaginas todo el daño que pueden causar los ciberdelincuentes teniendo en su poder tus contraseñas? Ahora, siguen apareciendo métodos como el doxing, el phishing y el malware para seguir impulsando estas estadísticas. ¿Existe una manera de detenerlos?
Por desgracia, en Internet hay personas sin escrúpulos que buscan aprovecharse de las brechas en seguridad. Descubre cómo puedes proteger tu información en línea.
¿Qué es el doxing?
El término doxing (a veces escrito doxxing) proviene de los piratas informáticos. Era un acrónimo de “dropping documents”, “docs” o “dox” el cual hacía referencia a los documentos sobre un adversario.
Las motivaciones para usar esta información van desde la venganza personal hasta fines políticos. Sin embargo, hay cientos de ejemplos de personas que han sido perjudicadas como resultado de esta práctica. Hacer dox a alguien significa divulgar su información personal o privada, lo que puede resultar en un acto dañino o vergonzoso.
Ciertamente, Internet ha facilitado muchísimo la búsqueda y divulgación de esta información a una amplia audiencia. Por ejemplo, en un acto de doxing se puede revelar la información personal de alguien, como la dirección de su casa o lugar de trabajo. Asimismo, su número de teléfono, imágenes privadas, antecedentes penales, etc.
¿Cuáles son las consecuencias del doxing?
En efecto, los sobrevivientes de doxing pueden enfrentar acoso, amenazas de violencia física, vergüenza, miedo, ansiedad y depresión. Pero ¿es ilegal la práctica? La respuesta es complicada.
Por lo general, no es un delito publicar información ya disponible públicamente sobre una persona. Pongamos por caso, no es ilegal que tuitees el número de teléfono de la oficina de alguien que copiaste de su sitio web. Caso contrario si tuiteas un número de teléfono personal que lograste robar de un dispositivo.
En otras palabras, el doxing generalmente es ilegal si el doxer toma los datos a través de una actividad ilegal. Incluso, si solo llega a engañar a alguien con información disponible, puede enfrentar demandas civiles o cargos penales. Las leyes al respecto todavía están evolucionando; pero es claro que, si bien todos los casos pueden no ser ilegales, practicarlo es poco ético.
Consejos de ciberseguridad para evitar el doxing
Los ciberdelincuentes y los trolls pueden ser muy ingeniosos para engañarte. Sin embargo, estos son algunos mecanismos que puedes usar para prevenir un ataque:
- Ajusta la configuración de tus redes sociales.
- Asegúrate de que tus perfiles y nombres de usuario se mantengan privados.
- Elimina de tus cuentas las direcciones, lugares de trabajo y ubicaciones específicas.
- Configura tus publicaciones como “solo para amigos”.
- Evita hablar de información personal que pueda ser utilizada en tu contra. También, cualquier cosa que pueda identificar tu dirección, lugar de trabajo o información de contacto.
- Utiliza una Red Privada Virtual (VPN).
- Si tienes que emplear una red wifi pública, desactiva la función de compartir la red pública en tu dispositivo.
- Utiliza contraseñas seguras.
- Varía los nombres de usuario y las contraseñas en las distintas plataformas.
- Oculta la información de registro del dominio de tu web en WHOIS (una base de datos de todos los nombres de dominio registrados en la web).
¿Qué hacer si eres víctima?
En primer lugar, las víctimas del doxing nunca deben enfrentarse solas a sus atacantes. Desde el primer momento, las víctimas deben comunicarse con las fuerzas de orden público, presentando una denuncia formal contra la persona y pidiendo a los sitios que alojan la información que la eliminen.
- Reporta y bloquea al abusador mediante las herramientas disponibles en la plataforma donde se está produciendo el acoso.
- Toma capturas de pantalla de todos los detalles que puedan ser relevantes para respaldar tu caso.
- Asegúrate de que todas tus cuentas de redes sociales sean privadas; considera hacer una pausa por un tiempo.
- Informa a tus amigos o familiares de lo que está pasando; principalmente si la dirección de tu casa o trabajo ha sido expuesta.
- Hazle saber a tu banco lo que está sucediendo; asegúrate de que los datos de tu tarjeta de crédito están protegidos.
- Considera ponerte en contacto con la policía local. Si bien el doxing, en sí mismo, puede no ser un delito en el lugar donde te encuentres, el fraude financiero y el daño físico resultante sí lo son.
Finalmente, el aumento del doxing es una tendencia preocupante. La buena noticia es que, al seguir estos consejos, se pueden minimizar las probabilidades de que ocurra y reducir, en gran medida, el daño potencial. En todo esto, la mejor protección es la prevención.
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