moonshot thinking: hombre analizando pizarra

Qué es moonshot thinking y su rol en innovación disruptiva

Si una persona, empresa o gobierno desea alcanzar innovar disruptivamente o alcanzar éxito estratosférico en proyectos altamente ambiciosos, debería aplicar la filosofía moonshot thinking. ¿La razón? Al pensar en grande, los límites se empiezan a desvanecer y se llega a puntos anteriormente inconcebibles, asumiendo riesgos y usando métodos y herramientas poco convencionales. 

¿En qué consiste el moonshot thinking?

El término se traduce al español como Disparar a la Luna. Se trata de un enfoque de pensamiento que cambia radicalmente la forma en que se afrontan los retos o proyectos ambiciosos, fijando como objetivo la luna (lo inalcanzable) y buscando soluciones radicales que probablemente involucren tecnología o procesos que aún no existen.

Este enfoque de pensamiento concibe la realidad como algo flexible y moldeable. Por eso, se piensa primero en el resultado y luego en las herramientas y condiciones que lo hacen posible. Además, se caracteriza por: 

  • Usualmente, busca una innovación radical y disruptiva
  • Se aplica la tecnología para alcanzar el objetivo. 
  • Exige un cambio de mentalidad, en el que se elimina el miedo a experimentar, al fracaso y al error. 
  • Se fundamenta en tratar de alcanzar futuros deseables, aunque no tengan sentido. 
  • Implica desaprender la manera en que hacen tradicionalmente las cosas. 

Esta práctica es cada vez más implementada en el ámbito corporativo, especialmente por empresas innovadoras en sus sectores, ya que juega un rol determinante en la creación de nuevas posibilidades.

El disparo a la luna y su rol en la innovación disruptiva

Este enfoque de pensamiento asegura mejores resultados de los que se conseguirían al ir por el camino convencional, e incluso cambios radicales en la forma que se hacen las cosas, concibe la realidad o asumen nuevos desafíos. 

De hecho, fue la filosofía utilizada por Kennedy cuando anunció en 1962 la posibilidad de aterrizar en la luna. En ese entonces, parecía algo imposible, pero el trabajo alineado de más de 4.000 científicos y la innovación radical y disruptiva en tecnologías y procesos, lograron que en 1969 Neil Amstrong se convirtiera en el primer hombre en pisar la superficie lunar. 

Sin un enfoque de pensamiento que busque grandes metas y cree soluciones radicales para alcanzarlas, difícilmente se puede pensar en la innovación disruptiva y objetivos ambiciosos

Consejos para aplicar el moonshot thinking en las empresas

Implementar el moonshot thinking va más allá de plantear metas grandiosas y buscar soluciones radicales e innovadoras, pues se trata de hacer un disparo a la luna y no disparos al aire que no arrojen ningún resultado. La idea es que, aunque haya fracasos y no se logren los objetivos propuestos, se abran nuevos caminos y encuentren respuestas a preguntas que antes eran inexistentes. 

Para esto es necesario tener en cuenta los siguientes consejos:

Conformar pequeños equipos multidisciplinares y creativos 

Esto facilita la gestión de los equipos de trabajo y favorece el diálogo de saberes de diferentes áreas de conocimiento en torno a un problema común.

Es importante que los integrantes de los equipos tengan altos niveles de creatividad y destaquen por su asertividad y una mente abierta a las nuevas ideas.

moonshot thinking

Promover el pensamiento crítico 

Francis Bacon define el pensamiento crítico como “tener el deseo de buscar, la paciencia para dudar, la afición de meditar, la lentitud para afirmar, la disposición para considerar, el cuidado para poner en orden y el odio por todo tipo de impostura”

Esta postura es clave para apuntar a la innovación disruptiva, ya que los posiciones o comentarios ante las ideas o dudas que surjan en el proceso ayudan a avanzar en la búsqueda de soluciones

No olvidar la planificación (flexible)

El enfoque de disparar a la luna es particular, porque propone pensar primero un objetivo inalcanzable y luego la forma de lograrlo. Pero eso no quiere decir lanzarse sin mente a cualquier proyecto. 

Es indispensable planificar acciones en la medida de lo posible, aunque en el marco de estrategias flexibles que permitan moldear la realidad y tomar direcciones no previstas. 

También es recomendable conocer con precisión los recursos disponibles y asumir riesgos en el contexto de una debida gestión de los mismos, especialmente en el ámbito financiero.

Espacios y herramientas adecuadas 

Para crear soluciones a retos de gran envergadura, es necesario disponer de espacios en los que fluya la creatividad, no exista el miedo al fracaso y sea posible poner a prueba ideas. 

Por otra parte, aunque un proyecto moonshot suele implicar la creación de herramientas que aún no existen, es necesario contar con las tecnologías que permiten llegar a ese punto. Si los integrantes del equipo disponen de estas, tienen mayor libertad para dar rienda suelta a su imaginación. 

Monitoreo y evaluación 

Es importante establecer métricas para ir midiendo el progreso del moonshot thinking, determinar qué está funcionado y conocer con precisión los recursos y esfuerzos invertidos. 

Y nunca está de más realizar pruebas A y B en el campo, para conocer la eficacia y sostenibilidad de las soluciones encontradas. 

Moonshot es clave para las empresas innovadoras y la consecución de grandes objetivos, porque los desafíos que enfrentan no se resuelven con métodos o herramientas individuales, sino con formas de pensar disruptivas. Y aunque parezca demasiado arriesgado y ambicioso, representa la mejor manera de crear futuros deseables y llegar donde otros no lo han hecho.

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