La Cumbre del Clima comienza hoy en Madrid y se extenderá hasta el viernes 13 de diciembre. Llega con un tono dramatizado por la declaración de emergencia climática del Europarlamento el 28 de noviembre.
El problema es real. Gastamos y consumimos por encima de nuestras posibilidades. Por ello, el Parlamento Europeo ha aprobado la declaración de emergencia climática.
El Corte Inglés y la Fundación Botín realizaban hace años un estudio que medía el consumo de agua que se llevaba a cabo en el proceso de fabricación de tejidos. Así, se confirmaba que para crear un pantalón vaquero se necesitaban 3.000 litros de agua y más de 4.000 para hacer unas zapatillas de deporte.
Estos datos lleva sobre la mesa desde 2012, por lo que ahora resulta increíble que la emergencia climática no se haya declarado antes. El Informe sobre la Brecha de Emisiones de la ONU dictamina que el aumento de la temperatura de la Tierra puede llegar a alcanzar los 3,2 grados. Aunque se cumplieran todos los compromisos del Acuerdo de París.
El enloquecido consumo no nos va a permitir llegar demasiado lejos https://t.co/VplG91NmFX #COP25Madrid #CumbreDelClima pic.twitter.com/qFdj3QT5O8
— La Voz de Iñaki (@lavozdeinaki) December 2, 2019
Esta declaración de emergencia climática se ha visto potenciada por los recientes informes publicados por el IPCC, grupo de expertos que asesora a Naciones Unidas, que alertaban rigurosamente sobre esta problemática. Pero, ¿qué supone para los ciudadanos de a pie esta declaración? Cambios y mejoras. Te contamos algunos de ellos.
Consecuencia de la declaración de emergencia climática
– El fomento de las energías renovables pasa a convertirse, al fin, en una de las prioridades de los países europeos.
– Se promueve la reducción de los gases de efecto invernadero. Se pretende que las emisiones de CO2 disminuyan en un 45% para 2030. Así, se espera llegar a un escenario de emisiones cero en 2050. Con esto se podría evitar que la temperatura media global se eleve por encima de 1,5ºC.
– Otro de los aspectos clave es que se obliga a las empresas a comprar “derechos de emisión” cuando su labor se encuentra en mercados de grandes emisiones. Un ejemplo es el sector de la aviación.. Las compañías aéreas han de adquirir esos derechos para avanzar hacia la descarbonización.
– Asimismo, se confía en que muchas empresas luchen contra el calentamiento global.
Esta declaración de emergencia climática es simbólica, pero conlleva una infraestructura mediática muy importante que puede apoyar a otras acciones relacionadas.
