deepfake de voz

Recomendaciones para evitar fraudes con deepfakes de voz

En un mundo impulsado por la digitalización, la frontera entre lo real y lo artificial continúa difuminándose, dando lugar a innovaciones que fascinan y preocupan por partes iguales. Dentro de este marco se encuentra el deepfake de voz, nacido de la intersección entre la inteligencia artificial y el procesamiento de audio.

En el siguiente artículo explicaremos en detalle qué es, cómo se crea, cómo detectarlo. Además, intentaremos atisbar qué nos deparará el futuro en esta intrigante intersección entre tecnología y realidad.

¿Qué es deepfake de voz?

Un deepfake de voz es una técnica avanzada que utiliza la inteligencia artificial para generar una réplica sintética de la voz de una persona. Estas voces falsas no son simples reproducciones o grabaciones. En cambio, son creadas digitalmente. Buscan imitar fielmente características vocales específicas de una persona: su tonalidad, acentos, cadencia y otras particularidades que hacen única a cada voz.

¿Cómo se crean?

Para llevar a cabo este proceso, los desarrolladores requieren de tecnología de inteligencia artificial y potentes recursos informáticos. Este no es un proceso instantáneo, ya que puede llevar semanas clonar la voz de una persona con precisión. Uno de los componentes clave para la creación de un deepfake de voz es el conjunto de datos de entrenamiento. De esta manera, se hace posible para la IA aprender y replicar su sonido único y crear voces falsas.

Aunque esto puede sonar similar a las tecnologías de conversión de texto a voz (TTS) que existen, hay una diferencia crucial. El software TTS se centra en producir una voz que suene generalmente humana y natural y no tiene como objetivo imitar la voz de una persona específica. En cambio, un deepfake de voz se dedica precisamente a eso: replicar una voz en particular.

En cuanto a la ética y el uso de estas tecnologías, hay muchos matices. Si alguien elige clonar su propia voz para usarla en audiolibros, publicidad o cualquier otro medio, no hay ningún problema. Sin embargo, la creación y utilización de voces deepfake de terceros sin su conocimiento o consentimiento plantea preocupaciones éticas y legales. Estas técnicas pueden ser usadas con fines maliciosos, como el engaño o la difamación, y por ello es esencial abordarlas con precaución y responsabilidad.

IA
Fuente: Unsplash

¿Cómo detectar un deepfake de voz?

Protegerse o detectar un deepfake de voz se ha vuelto una tarea crucial en la era de la desinformación. Aunque identificar estas falsificaciones es desafiante, existen estrategias y recomendaciones para aumentar la precisión en la detección:

  • Confiar en la sabiduría colectiva: un individuo aislado puede tener dificultades para detectar un deepfake de voz. Sin embargo, la evaluación colectiva puede ser más efectiva. Si te encuentras ante una grabación sospechosa, discútela con otras personas y compare opiniones. La decisión basada en una perspectiva colectiva tiende a ser más precisa que la opinión individual.
  • Verificar la fuente: si recibe un mensaje o un audio sospechoso, especialmente si incluye solicitudes inusuales, verifica la fuente. No actúes basándote solamente en el audio. Ponte en contacto directo con la persona o institución para confirmar la autenticidad del mensaje.
  • Uso de herramientas automatizadas: a medida que los deepfakes de voz se vuelven más sofisticados, también lo hacen las herramientas diseñadas para detectarlos. Se están desarrollando y mejorando constantemente detectores automatizados basados en inteligencia artificial. Estos se entrenan con grandes conjuntos de datos. Además, buscan anomalías o inconsistencias en el audio que podrían indicar que es falso.

Finalmente, es fundamental recordar que, al igual que con cualquier otra forma de desinformación, la educación y la conciencia pública son herramientas valiosas en la prevención y detección de deepfakes de voz. Es importante mantenerse informado y adoptar una postura escéptica frente a la información no verificada. Esto puede ayudar a reducir el impacto de tales avances tecnológicos potencialmente dañinos.

Imagen de cabecera de Brand Factory.

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