Las redes privadas 5G son una de las mejores herramientas que esta tecnología ofrece a empresas e industrias. En un contexto en el que abundan la maquinaria y los aparatos conectados entre sí, se hace indispensable contar con una red inalámbrica rápida, fiable y adaptada a unos usos concretos. Y va más allá de las bondades que la tecnología 5G ofrece al usuario a pie de calle. En ámbitos como la logística, la robótica o la fabricación de toda clase de productos, las redes privadas 5G son un gran aliado.
Similares a las redes privadas informáticas, las redes privadas 5G consisten en crear una red de telecomunicaciones para un uso específico dentro de un espacio concreto. Puede ser interior, como una fábrica o un almacén. Y también puede ser exterior, como un puerto o unas instalaciones al aire libre. Pero a diferencia de una red informática, no hay cableado de por medio. Tampoco conexiones WiFi. La red funciona desplegando antenas y dispositivos 5G que se comunicarán entre sí enviando datos a un terminal centralizado. Opcionalmente, ese terminal o esos dispositivos 5G pueden enviar esos datos fuera de la red privada.
A diferencia de la red 5G que usamos en la actualidad desde nuestros teléfonos inteligentes, las redes 5G privadas están pensadas para tareas que requieren conexiones inmediatas, estables y constantes. Estamos hablando de gestionar en tiempo real una gran cantidad de maquinaria y aparatos como brazos robóticos, vehículos, grúas, toros mecánicos, paquetes, productos, materiales que en muchos casos requieren una manipulación especial, etc.
Las ventajas de las redes privadas 5G
Automatizar y controlar. Son dos necesidades de la industria y de decenas de sectores empresariales que necesitan estar a la última para ser competitivos. Y para cumplir con esos dos requisitos se necesitan tecnologías conectadas entre sí. Y que estén constantemente comunicadas y ofreciendo datos en tiempo real al responsable de controlar ese despliegue de maquinaria. Es más. Ese responsable puede ser un servidor que procese la información y las convierta en nuevas órdenes en fracciones de segundo.
Las redes privadas 5G emplean anchos de banda distintos a los que utilizamos para nuestros teléfonos y dispositivos inteligentes. De manera que evitamos interferencias que pueden catastróficas en un contexto en el que toda la maquinaria debe funcionar de manera sincronizada. Además, la baja latencia y la alta velocidad del 5G garantiza que esas comunicaciones sean inmediatas. Y permite trabajar con tecnologías complementarias como el edge computing, lo que facilita la automatización y procesamiento de la información generada en un entorno industrial.
Otra ventaja de las redes privadas 5G es que se adaptan a la superficie a cubrir. Dependiendo del entorno, interior o exterior, y de su tamaño, se pueden desplegar una mayor cantidad de sensores, antenas y dispositivos que se encarguen de enviar y recibir datos. A lo que hay que añadir el servidor o servidores que se encargarán de procesar esos datos. Y que pueden ser de distinto tipo según las necesidades. Incluso pueden estar a kilómetros de distancia gracias a las infraestructuras en la nube que ofrecen gigantes como Amazon, Google o Microsoft.
Las redes privadas 5G en la práctica
Sin ir más lejos. Telefónica Tech, la unidad de negocios digitales de Telefónica, lleva tiempo asesorando y colaborando con empresas españolas para que aprovechen las redes privadas 5G en distintos contextos. Todo ello con la participación de empresas relacionadas con el 5G, como Ericsson. O con la computación en la nube, como Microsoft, a través de sus soluciones Azure.
Un ejemplo de lo que pueden hacer las redes privadas 5G es el sector de la logística. Un sector en el que todos los procesos deben estar cuidados al detalle. Para optimizar los recursos y los tiempos de transporte y entrega de paquetes y productos. En este sentido, una red privada 5G facilita la interconexión de máquinas clasificadoras, cintas transportadoras, portapallets y toda clase de maquinaria específica para organizar unas cantidades enormes y variadas de paquetes en tiempo récord. Además, permite optimizar las rutas que siguen los paquetes dentro mismo de las instalaciones de clasificación de paquetes.
La industria en general también se ve beneficiada por las redes privadas 5G. Elimina kilómetros y kilómetros de cableado. Y permite que cualquier máquina o dispositivo estén conectados y trabajen en armonía en procesos que requieren de acciones y movimientos rápidos y exactos. Para ello es necesario que los datos generados por sensores y dispositivos conectados fluya rápidamente gracias a la baja latencia del 5G. Y para procesar toda esa información, se pueden emplear soluciones en la nube o servidores de edge computing que están instalados en la misma fábrica. El resultado, fábricas inteligentes. Más eficientes y automatizadas al detalle.
La seguridad, material y personal, y la vigilancia, también son dos ámbitos en los que las redes privadas 5G tienen mucho que decir. En instalaciones portuarias se mueven vehículos, propios y de fuera, grúas, gigantescos contenedores y personal a pie. En ese caos organizado es necesario que todo esté monitorizado en tiempo real para evitar accidentes que cuesten vidas humanas o la pérdida de productos. Para ello, las redes privadas 5G pueden ofrecer ese envío de datos generado por miles de sensores. Y responder en segundos ante un incidente o hecho imprevisto.
En resumen. Las redes privadas 5G responden a las necesidades de la industria y otros sectores productivos. Sectores que requieren sistemas eficientes de monitorización, automatización, control y/o vigilancia para los que es necesario un despliegue de redes sin cables, seguras, modulares, con baja latencia, rápidas y estables.