electricidad a partir de fideos

Una central en Japón empieza a generar electricidad a partir de fideos

Una compañía japonesa se ha lanzado a reutilizar los residuos de alimentos, aprovechándolos para generar electricidad.

Suena extravagante pero es, literalmente, así: en una nueva central energética japonesa se utilizan toneladas de fideos para generar electricidad a un nivel tal que podría cubrir las necesidades de 50 hogares: electricidad a partir de fideos. La localidad de Takamatsu, perteneciente a la prefectura de Kagawa, en el Sur de Japón, es una gran productora de fideos. Tanta cantidad produce que no puede colocarla toda en el mercado y la población tiene alimento más que de sobra. A una empresa de la región se le ha ocurrido una original forma de aprovechar el excedente.

La compañía japonesa Chiyoda Manufacturing Corporation ha construido la primera central eléctrica dedicada a generar energía a partir de residuos procedentes de alimentos. El compuesto mayoritario que impulsará la producción de estas instalaciones, cuya apertura está prevista para septiembre, son los fideos, un alimento tradicional de Japón, muy consumido en el país y del que existen importantes plantaciones.

Esta peculiar central energética se ha construido para aprovechar el excedente de producción de fideos de la localidad de Takamatsu. La cantidad de alimento desperdiciado es tan grande que los ingenieros de Chiyoda Manufacturing Corporation han visto su potencial para generar 180.000 Kwh (kilovatios-hora) al año, suficiente para surtir a 50 hogares con un consumo dentro de la media.

Reutilizar alimentos desperdiciados

Cada día se desperdician enormes cantidades de alimentos, ya sea por excedente de producción, porque no se venden a tiempo en los supermercados o porque se cocina más de la cuenta en restaurantes. La nueva central de Japón se ocupa de un problema que no es sólo el de su localidad. En todo el mundo, una parte de la materia destinada a dar de comer a las personas pasa a convertirse en residuos, sin término medio.

Ya que no se pueden destinar a la alimentación, en Takamatsu han apostado por reutilizar estos desperdicios de comida para producir energía, incluidos los que día a día tiran a la basura los restaurantes de la ciudad. El funcionamiento de la central se basa en el metano, que despiden los compuestos orgánicos mientras se pudren. La capacidad energética de este hidrocarburo, el más sencillo de todos los existentes, permite la generación de electricidad.

Aunque la puesta en marcha de las instalaciones está prevista para el mes de septiembre la compañía que las administra dará un tiempo de margen, hasta finales de año, para comprobar el funcionamiento del método antes de empezar a cubrir la demanda de energía.

Teniendo en cuenta la cantidad y diversidad de residuos que se generan hoy en día, los métodos para reutilizar estos desperdicios cumplen una función doblemente importante. Por un lado se impide que engorden los vertederos y por el otro se evita que otras materias se consuman haciendo el trabajo que hacen las recicladas.

Imagen: Adam Kuban

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