Nuestro teléfono móvil nos acompaña en todas las actividades del día a día. Cuando viajamos en el transporte público, cuando esperamos a un amigo en una cafetería o cuando estamos en un concierto. Según un estudio de Empantallados, después de la pandemia nuestra normalidad cada vez es más tecnológica. Sin embargo, muchas veces no somos conscientes de que en cada una las situaciones descritas anteriormente nuestro móvil puede estar expuesto a ataques como el hackeo de pantalla o screen hacking.
Cuando utilizamos nuestros dispositivos en espacios públicos tendemos a dejarlos con la pantalla completamente expuesta. Esta acción puede provocar que seamos víctimas de un ataque que permita a los ciberdelincuentes acceder a toda la información de nuestro móvil sin ser conscientes de ello. A continuación, profundizamos en cómo se produce el hackeo de pantalla y los mejores métodos para evitarlo.
Un ataque que puede pasar desapercibido fácilmente
Un hackeo de pantalla o screen hacking es un ataque que permite a los ciberdelincuentes acceder a los dispositivos móviles con pantalla táctil de forma remota. La técnica suele llevarse a cabo en espacios públicos donde hay muchas personas con el teléfono apuntando hacia la mesa.
Para acceder a nuestros móviles, los hackers utilizan un dispositivo compuesto por una antena y un amplificador. El sistema intercepta las señales electromagnéticas que desprenden las pantallas táctiles de los teléfonos, envía frecuencias específicas para simular un dedo y controla la interfaz. A partir de ese momento, pueden actuar sobre el teléfono móvil igual que nosotros mismos.
Señales para identificar un hackeo de pantalla o screen hacking
Existen una serie de indicios que nos permiten saber si hemos sido víctimas de este ataque: una conexión bluetooth con un dispositivo desconocido, un cambio en la configuración del teléfono, un mayor consumo de datos móviles, un menor rendimiento de la batería, un cambio de contraseñas y, en mayor medida, un cargo en la cuenta bancaria.
Los hackers pueden llevar a cabo casi cualquier tipo de acción una vez que han conseguido acceder a nuestro móvil, por lo que, en caso de sentir algún comportamiento extraño dentro del dispositivo, y si este ha estado expuesto en algún momento, lo más recomendable es hacer una comprobación de los aspectos mencionados.
Consejos para protegerse de un hackeo de pantalla
Como en todos los ámbitos que rodean la tecnología, el hecho de adoptar mecanismos de seguridad permite mantener nuestros datos a salvo. La mejor manera de evitar este ataque consiste en guardar el teléfono móvil en espacios públicos cuando no se utiliza para que la pantalla no quede expuesta. Si eres de los que utiliza una funda colgante, recuerda siempre mantener la parte trasera en el lado visible.
Otro de los métodos más efectivos consiste en utilizar sistemas biométricos para acceder al dispositivo como puede ser el reconocimiento facial o la huella dactilar. Para el ciberdelincuente resulta mucho más difícil traspasar esa barrera que un patrón de bloqueo o un código de seguridad, especialmente cuando su grado de dificultad es bajo.
También contribuye a nuestra seguridad habilitar la doble autentificación, tanto dentro del teléfono móvil como en las redes sociales o en las aplicaciones descargadas. Cada vez más plataformas ofrecen esta opción a los usuarios para garantizar su seguridad, por lo que es una buena opción para proteger tus datos confidenciales.
Los móviles también son vulnerables a ataques
Cuando hablamos de ciberataques siempre tendemos a pensar que su escenario de actuación se limita a los ordenadores. Sin embargo, cada vez es más frecuente que se den en nuestros teléfonos móviles afectando gravemente a nuestra privacidad. El amplio volumen de información que almacenamos en nuestros dispositivos requiere de la aplicación de medidas de seguridad para salvaguardarla de técnicas como el hackeo de pantalla.
Imagen de cabecera de Envato.
