La compañía de Tim Cook ha obtenido una patente que favorecería una forma de hacer selfies con distancia social en un grupo de personas.
La pandemia ha llegado para cambiar en gran medida muchos de nuestros hábitos. Desde los más cotidianos y de higiene básica hasta el ocio se han visto afectados. A cada paso que damos en la desescalada surgen nuevas dudas sobre cómo actuar en algunas circunstancias. Una de ellas son las fotos de grupo. Quizá no sea lo más adecuado juntarnos lo más posible para obtener la mejor instantánea. Y esto se aplica más aún en el caso de los selfies, donde tendemos a pegarnos más si cabe. Aunque puede que Apple tenga la solución para eso, pues ha obtenido una patente para un método de hacer selfies con distancia social.
La patente en sí consiste en un truco de software. Se trata de algo sencillo y que podría hacerse ya con otras herramientas, pero Apple lo ha automatizado. Esta tecnología funcionaría tomando como referencia un selfie, el que se hace el usuario principal. Esta imagen se tomaría en su conjunto y, a partir de ella, se añadirían otras.
En el caso de que en este selfie con distancia social vayan a aparecer otras tres personas, estas tendrán que ser invitadas por el usuario principal. A continuación, cada una de ellas se hará su propia autofoto. Todas las imágenes se combinarán mediante el software patentado en el terminal del usuario principal.
El software está preparado para agregar a la foto principal solo la cara y el cuerpo de los otros usuarios. El fondo se borrará, para que permanezca solo el de la principal. Una fórmula automática para agregar a personas de diferentes lugares a una misma imagen.
Estos selfies con distancia social parecen muy aptos para los tiempos de pandemia. Pero lo cierto es que Apple solicitó la patente en 2018. Quien sabe, quizá tenga utilidad más allá de estos meses.
La tecnología como aliado para mantener la distancia social
Desde luego en los últimos meses la tecnología ha servido en diferentes circunstancias para mantener la distancia social. En Singapur se utilizó al perro-robot Spot, de Boston Dynamics, para vigilar la distancia social en parques públicos.
El mismo esquema se quiso usar en algunas áreas de Estados Unidos, en esta ocasión con drones. Los dispositivos monitorizaban que se cumpliera con la distancia obligada. Si bien las máquinas también pueden desempeñar funciones más allá de la vigilancia. En Países Bajos, un restaurante ha recurrido a robots-camareros para evitar el contacto entre personas.