El desarrollo de sensores que comparten función fotovoltaica y fotoreceptora puede ofrecernos algo que nos gusta y a la vez asusta, cámaras en todas partes.
Tener cámaras en todas partes es un hecho que parece imposible. Por una parte, resulta deseable, y por otra, algo a evitar. La primera parte tiene que ver con la seguridad: poder grabarlo todo no deja lugar a dudas sobre la autoría de un crimen, sobre la responsabilidad en accidentes o sobre un hecho extraordinario que luego no pueda replicarse. La parte mala viene de mano de la privacidad, y es que en sociedades como China ya se está analizando todo el comportamiento de los habitantes en algo que recuerda a «Gran Hermano«.
Más allá de los usos, siempre hay que celebrar el progreso, y unos investigadores de la Universidad de Michigan han desarrollado sensores que, además de captar luz para transformarla en electricidad, como las células solares, también son capaces de captar imágenes, como los sensores tradicionales de las cámaras digitales. Además, frente a sensores menos capaces, el desarrollo de este permite capturar 15 fotos por segundo.
No es una cifra que pueda presentarse como novedad o alta tecnología, pero gracias a sus capacidades solares, el sensor puede alimentarse siempre que haya luz, sin necesidad de estar conectado a alimentación externa como baterías. Las alternativas que había hasta ahora no permitían captar tanta luz para generar la imagen, algo fundamental en fotografía, pues de lo contrario el ruido hace aparición y la calidad final se resiente mucho.
La solución en este caso es muy ingeniosa, pues apilando la capa fotovoltaica bajo la fotosensible aprovechan los fotones perdidos por la primera para alimentarse energéticamente. De esta forma, la calidad no se ve comprometida, y aunque la capa fotovoltaica no sea capaz de recoger tanta luz, es suficiente para que las imágenes sean capturadas.
El sensor cuenta con píxeles de un tamaño de 5 micrómetros, algo bastante grande, pues los smartphones que más tienen cuentan en la actualidad con tan sólo 2 micrómetros Huawei P20 Pro. La luz recogida en un día soleado, alrededor de los 60.000 luxes, permite potenciar esas 15 imágenes por segundo; mientras que con luz natural, entre 20.000 y 30.000 luxes, se reduce a la mitad, 7,5 imágenes por segundo.
La buena noticia es que, según el equipo, hay capacidad de mejora, y si la cosa va bien, se plantearán integrar todas estas novedades en una cámara inalámbrica autoalimentada.