• WEB3 
  • 6 min

4 servicios de la Web3 que ya existen y deberías conocer

La Web3 es un proyecto que viene gestándose desde hace poco y que pretende, entre otras cosas, volver a los orígenes de Internet antes de que se volviera comercial y dependiente de grandes grupos empresariales. Por el camino, se quieren incorporar nuevas tecnologías basadas en blockchain y que, en principio, ofrecerán al usuario más privacidad y más control sobre qué hace y qué comparte en Internet. Y hasta que se plasme todo eso, podemos disfrutar de varios servicios que ya ofrece la Web3 hoy en día.

Uno de ellos es muy popular, los NFTs. Pero los otros tres son menos conocidos fuera de su ámbito de acción. Se conocen por las siglas Dapps, DeFi y DAOS, y significan Aplicaciones descentralizadas, Finanzas descentralizadas y Organizaciones autónomas descentralizadas. Cuatro ejemplos de lo que la tecnología blockchain puede hacer por nosotros. En este caso, basándose en la plataforma blockchain Ethereum, cuyo cofundador, Joseph Lubin, fue quien acuñó el término Web3.

A continuación, echamos un vistazo a estos cuatro servicios que ofrece ya la Web3 y que permiten descentralizar Internet tal y como la conocemos, eliminar intermediarios y añadir seguridad y fiabilidad a aspectos como las aplicaciones que usamos online, personal y profesionalmente, o cómo las criptomonedas y los contratos inteligentes cambiarán las reglas del juego en el futuro que está por venir.

Los NFTs son uno de los servicios de la Web3 más populares

NFTs

De los servicios que existen en la Web3, los NFTs son los más populares. En especial por todo el ruido que se ha generado alrededor de dibujos y obras de arte convertidos en NFTs, comprados y revendidos por sumas de dinero muy altas, con cierta polémica de por medio. Y si bien la especulación le ha dado mala fama, su buena utilización puede dar pie a cosas interesantes en el metaverso o en otros proyectos artísticos o tecnológicos.

Por hacer memoria, un NFT es un token no fungible (non-fungible token). En palabras más llanas, se trata de un activo digital encriptado. Es decir, un recurso digital que representa algo único. Puede ser una canción, una película, una imagen estática, un dibujo… Los NFTs se emplean en mundos virtuales, juegos online…

En parte, son piezas de coleccionista virtuales. Pueden comprarse y venderse, mediante tokens o criptomonedas, crearse de cero, mostrarlos al público… Todavía queda mucho por explorar al respecto de este tipo de elementos digitales.

Las dapps son una alternativa anónima y descentralizada a las apps tradicionales

Dapps

Todo el mundo conoce las apps, contracción de applications, aplicaciones en castellano. Están en todas partes: teléfonos, tablets, ordenadores, televisores, consolas… Las aplicaciones nos hacen la vida más fácil. O deberían hacerlo. Pero no siempre son como deberían. En ocasiones no funcionan porque no estamos conectados a Internet. O sus servidores han caído. A veces nos piden que les demos el control de nuestros dispositivos. O que les demos acceso a nuestros datos personales.

Las dapps o apps descentralizadas quieren poner fin a esos abusos. Este, como otros servicios de la Web3, está basado en la plataforma Ethereum, que utiliza blockchain para añadir una capa, o varias, de seguridad a cualquier cosa digital. En esta ocasión, a aplicaciones.

Las ventajas de las dapps es que, una vez creadas, no pueden ser eliminadas. No dependen de un único servidor para funcionar, por lo que no pueden “estar caídas”. Y para iniciar sesión en ellas, si es necesario, no necesitamos dar datos personales. Las dapps funcionan en una red descentralizada, almacenan la información cifrada mediante Ethereum y emplean contratos inteligentes para funcionar. Esto se traduce en que su código no se puede alterar una vez publicada.

Los contratos inteligentes se emplean para garantizar que la información que contienen no ha sido alterada. Esto se consigue mediante blockchain. Su fiabilidad los convierte en idóneos para usarse tanto en salvaguardar el código fuente de aplicaciones como para contratos legales (arrendamiento, laborales, inmobiliarios, comerciales), cadenas de suministro, hipotecas, etc.

DeFi

Uno de los campos en los que el blockchain ha tenido un mejor recibimiento es en el de las finanzas. Y es que esta tecnología facilita el intercambio de dinero, en forma de criptodivisas, sin intermediarios de por medio. De persona a persona. Desde el anonimato y de forma segura. De ahí surge el concepto DeFi, que significa Finanzas Descentralizadas, en inglés Decentralized finance. Este concepto engloba toda una serie de productos y servicios, que están y/o estarán en la Web3. Y que se basan en Ethereum o plataformas blockchain similares.

Enviar y recibir dinero, prestar y pedir un préstamo, invertir, financiar proyectos… El blockchain aplicado a las finanzas es todo un campo por explorar. Lamentablemente, muchos de estos productos y servicios requieren de experiencia y conocimientos más allá de lo que, por el momento, entendemos los ciudadanos a pie de calle. Así que, por el momento, mejor no meternos donde no sabemos pese a que proliferen en Internet supuestos gurús que nos animan a invertir.

Basta quedarnos con que en el futuro, las finanzas descentralizadas serán una solución que cambiarán la manera en la que gestionamos nuestro dinero y/o inversiones, añadiendo privacidad y seguridad a un mundo, el de las finanzas, que ya de por sí es caótico e impredecible.

Los servicios de la Web3 afectan también a cómo se organizan las empresas

DAOs

En cuarto lugar, entre los servicios de la Web3 que ya están ahí, destacan las DAOs. DAO es el acrónimo de decentralized autonomous organizations u organizaciones autónomas descentralizadas. Por organizaciones nos referimos a cualquier entidad, política, administrativa o comercial. Y el concepto de descentralizada se refiere a que se rige por unas reglas que vinen indicadas en un contrato inteligente. Herramienta de blockchain de la que hablé más arriba.

Tal y como explica la Wikipedia, una DAO se diferencia de una entidad tradicional en que consta de “un libro mayor digital seguro (basado en blockchain) que realiza un seguimiento de la interacciones financieras a través de Internet, a prueba de falsificaciones gracias al sellado de tiempo confiable y a la diseminación de una base de datos distribuida”. Por su parte, Ethereum define una DAO como “un negocio nativo de Internet que es propiedad y está gestionado colectivamente por sus miembros. Tienen tesorerías incorporadas a las que nadie tiene autoridad para acceder sin la aprobación del grupo. Las decisiones se rigen por propuestas y votaciones para garantizar que todos los miembros de la organización tengan voz.”

Por el momento, este modelo de empresa se está usando precisamente en proyectos relacionados con blockchain, Ethereum, criptodivisas y Web3. Quién sabe qué nos deparará el futuro. Con lo que nos tenemos que quedar de las DAOs es que las normas creadas en su fundación se mantienen inalterables bajo cifrado. Si alguien quiere cambiar esas normas, deberá consultar al resto de miembros de la empresa, que tendrá que dar su aprobación. Obviamente, este modelo difícilmente encaja con determinados organigramas empresariales, pero es una alternativa interesante, en especial en startups y empresas recién creadas en las que la jerarquía es innecesaria o contraproducente.

RELACIONADOS