Los sonidos holofónicos ofrecen al oyente una percepción en 3D de lo que está escuchando, casi como si se transportara al mundo que le llega a sus oídos
Notar cómo se enciende una cerilla al lado de tu oído o cómo alguien sirve un refresco burbujeante muy cerca, incluso asistir a una sesión de peluquería en la que el protagonista ¡eres tú! y al lado no hay nada. Lo único distinto es el sonido que llega a través de los auriculares, cambiante, sugerente, a veces hasta repulsivo.
La holofonía es una técnica para percibir el sonido en 3D y sus efectos son asombrosos. Cuando un peluquero virtual utiliza la tijera el oyente siente un cosquilleo y de verdad piensa que le están cortando el pelo; una pasada de la maquinilla eléctrica es aún más impresionante.
Los sonidos holofónicos fueron inventados en los años 80 por el ingeniero argentino Hugo Zuccarelli, quien hizo las primeras pruebas cuando aún estaba cursando estudios en la Universidad Politécnica de Milán. Con el paso del tiempo fue perfeccionando el método y ha llegado a descubrir ciertos fenómenos sobre la audición humana que han tenido una gran trascendencia. El siguiente vídeo es un ejemplo de cómo funciona esta técnica, pero eso sí, requiere el uso de cascos para que la experiencia sea plena.
Gracias a sus experimentos Zuccarelli concluyó que un sonido que llegue a los dos oídos al mismo tiempo no puede ser localizado, mientras que los sonidos de distinto origen podían ser localizados aunque sólo se emplease un oído. Se puede decir que estos dos supuestos conforman la base de los sonidos holofónicos.
Para lograr el efecto se utilizan cabezas de maniquí en cuyas orejas se colocan dos micrófonos. El objetivo es simular las condiciones auditivas humanas de la forma más exacta posible. Los micrófonos se complementan con una emisión interna de sonido que les permite registrar la interferencia entre el sonido exterior y el propio. Así es como se consigue la impresión de 3D.
En el primer vídeo se puede sentir cómo los sonidos holofónicos te envuelven y despiertan un cosquilleo magnético en la cabeza. Llegado un momento el que escucha está tentado de quitarse un auricular de un manotazo cuando suena el zumbido de una avispa.
El siguiente ejemplo tiene una temática más concreta, pero la escenificación es asombrosa. El oyente se encuentra en una barbería, dispuesto a cortarse el pelo.
https://www.youtube.com/watch?v=8IXm6SuUigI
Imagen coofdy