En un mundo donde la atención dura lo que un clic, saber contar historias se ha vuelto una herramienta fundamental para comunicar cualquier mensaje. Y si hay alguien que ha sabido utilizar esa habilidad para conectar con millones de personas, ese es José Luis Crespo, la cara visible del canal de YouTube Quantum Fracture. Aunque su contenido gira en torno a la ciencia, su forma de contar las cosas va mucho más allá de la física: es un ejemplo de cómo el storytelling puede convertirse en el vehículo perfecto para explicar, emocionar y convencer, sea cual sea el tema. Y, precisamente, esto es lo que Mejor Conectados, una iniciativa de Telefónica, ha querido aprender de este personaje.
Quantum Fracture nació en 2012 con la idea de acercar la ciencia a todos los públicos. Pero pronto quedó claro que el verdadero valor del proyecto no era solo el contenido, sino cómo se contaba. Crespo convirtió conceptos complejos en relatos comprensibles, divertidos y visualmente potentes. Lo importante no era solo lo que decía, sino cómo lograba que el espectador quisiera quedarse hasta el final. Y eso es exactamente lo que cualquier persona o marca necesita hoy para destacar: construir un buen relato.
Más allá de la ciencia: un modelo narrativo que cualquiera puede usar
Según el propio Crespo, divulgar no es solo enseñar, es entretener. Y esa es una lección clave para cualquier estrategia de comunicación. No importa si hablas de ciencia, de finanzas, de educación o de tu marca personal: si no eres capaz de generar curiosidad, enganchar desde el primer segundo y llevar a tu audiencia de la mano hasta el final de la historia, tu mensaje se perderá entre miles. Contar bien algo puede marcar la diferencia entre pasar desapercibido o dejar huella.

El storytelling no es una fórmula mágica, pero tiene patrones que funcionan. Uno de los más potentes es la analogía: traducir lo complejo a algo cotidiano. Crespo lo hace cuando compara la ruptura de simetría del bosón de Higgs con el reparto de panecillos en una boda. Y aunque tú no hables de física, ese recurso es universal. Lo difícil es encontrar la analogía adecuada. Lo fácil es ver el efecto cuando la audiencia conecta de inmediato con lo que estás diciendo.
La premisa lo es todo: un árbol lo es todo
Otro de los secretos de este modelo es empezar siempre con una buena premisa. La historia del roble blanco de Alabama, por ejemplo, no parece muy emocionante… hasta que descubres que de esa madera dependen los barriles del whisky Jack Daniel’s. De pronto, lo que parecía irrelevante se vuelve interesante. Y eso es exactamente lo que puede conseguir un buen narrador: encontrar el ángulo que convierte cualquier historia en algo que merece ser contado.
Quantum Fracture ha logrado algo que va mucho más allá de explicar ciencia. Ha demostrado que contar historias bien estructuradas, con emoción, claridad y un punto de sorpresa, es la herramienta más poderosa que tenemos para comunicar en tiempos de exceso de información. Y esa fórmula, lejos de ser exclusiva de un canal de YouTube o del mundo académico, es aplicable a cualquier disciplina, sector o causa. Porque, como bien dicen en marketing, lo que no se cuenta, no existe.