La exposición repasa 2,5 millones de años de historia tecnológica y explica cómo hemos evolucionado hasta el punto en que nos encontramos
La convergencia tecnológica no es nada nuevo. Los que tenemos cierta edad podemos recordar la fusión de la informática y las telecomunicaciones a finales del siglo pasado (durante una época llamada “telemática” en nuestro país), que quitó el sentido a términos antaño utilizados, como por ejemplo “telefonía móvil analógica”. A partir de cierto momento todos los servicios de telecomunicaciones pasaron a ser digitales.
No obstante, en este primer cuarto del siglo XXI se está produciendo un fenómeno de aproximación de distintas tecnologías aún mayor, si cabe. Son campos de la ciencia que en épocas pasadas no parecían tener ninguna relación aparente y que ahora están llevando a cabo una interacción sin precedentes. Hablamos de la nanotecnología, la biotecnología, las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) y las ciencias cognitivas.
Este crisol en donde se vierten los cuatro componentes está provocando una revolución en áreas de actividad tan distintas como la construcción, el transporte, la agricultura, la medicina, la educación y el arte. Apenas podemos empezar a vislumbrar las consecuencias de la convergencia tecnológica pero las expectativas al respecto son impresionantes.
La ciencia y la tecnología están presentes en todo lo que nos rodea y por ello es trascendental que los conocimientos no se queden en la esfera académica o en los departamentos de I+D de las empresas: deben llegar a toda la sociedad.
Guiados por este impulso, Fundación Telefónica y Fundación “la Caixa” han firmado en el mes de enero un acuerdo de colaboración que tiene como objetivo principal potenciar y poner en valor la ciencia, la investigación y la innovación, claves del progreso de la sociedad. La voluntad de ambas entidades es unir esfuerzos en pro del conocimiento y crecimiento personal de los ciudadanos.
La primera acción conjunta fruto de esta alianza ha sido TecnoRevolución, una ambiciosa muestra interactiva que podrá visitarse en el Espacio Fundación Telefónica de Madrid hasta principios de mayo de 2014.
TecnoRevolución ofrece al visitante un fresco tecnológico, que a partir de distintos dispositivos y montajes, le ayuda a comprender la utilidad y la importancia de la conjunción de la nanotecnología, la biotecnología, las tecnologías de la información y las comunicaciones y las ciencias cognitivas (NBIC, en sus siglas).
La nanotecnología está especializada en los componentes básicos de la materia (átomos y moléculas) y en las propiedades derivadas de su interacción. La biotecnología utiliza sistemas biológicos o sus derivados con el fin de crear productos o procesos para usos específicos. Las tecnologías de la información y la comunicación se dedican al tratamiento automático de información por medio de ordenadores. Finalmente, las ciencias cognitivas estudian cómo se representa y transforma la información en el cerebro.
La exposición, que contiene más de veinte módulos interactivos, audiovisuales y sistemas de proyección de última generación, está dividida en tres espacios distintos. El primero intenta explicar cómo hemos llegado al punto en el que estamos y recoge una pequeña historia de la evolución tecnológica, desde las primeras herramientas de la pretecnología, hace 2,5 millones de años, hasta los robots más sofisticados.
El siguiente trata de explicar de manera interactiva el fenómeno de la tecnorevolución y de las tecnologías convergentes. Cómo Internet, las redes de comunicación interactivas, la medicina personalizada y los nuevos materiales de construcción y fabricación están transformando radicalmente la realidad en que vivimos.
El último bloque muestra de manera experimental, a través de dispositivos interactivos, muchas de las aplicaciones prácticas surgidas gracias a la convergencia tecnológica. Entre estas maravillas de la ciencia y de la técnica, se presentan cosas como el poder mover un objeto a través de ondas cerebrales o robots que retan la rapidez del visitante.
Telefónica I+D también está presente en TecnoRevolución a través del proyecto Internet of things, donde un objeto cotidiano –una lámpara- nos notificará con luces de diferentes colores nuestra actividad en Twitter, ilustrando con este montaje lo que significa esta nueva era de las redes en la que los objetos se conectan y comunican entre sí.
Cualquier visitante que haya creído estar más o menos al día en los últimos avances de la ciencia puede llegar a sorprenderse al visitar TecnoRevolución y comprender el inexplorado universo de posibilidades que nos ofrece la tecnología para mejorar nuestra vida cotidiana.
