El sofisticado telescopio espacial Webb será lanzado en 2021 y fotografiará la Gran Mancha Roja de Júpiter. La mancha es una enorme tormenta de 300 años con vientos de hasta 400km/h. Renovará al antiguo telescopio espacial Hubble.
La NASA nos regala cada día impresionantes imágenes del universo. Esto es gracias a sus complejos telescopios, instrumentos que pueden estar tanto en la Tierra como en el espacio. Uno de ellos es el telescopio espacial Webb, un nuevo dispositivo a la vanguardia tecnológica que será lanzado al espacio en 2021 y que se encargará de fotografiar planetas. Realizará instantáneas en alta resolución con las que los científicos podrán analizar y estudiar a nuestros compañeros del Sistema Solar.
El telescopio espacial Webb todavía está en tierra, pero pronto podrá realizar fotografías a la icónica Gran Mancha Roja del gigante gaseoso. La NASA quiere que este dispositivo sirva para saber más acerca de lo que ocurre en la atmósfera de Júpiter, un planeta 318 veces mayor que la Tierra.
Hasta ahora, la NASA ha trabajado con el telescopio espacial Hubble, que fue lanzado en abril de 1990. Este dispositivo ha estado operativo durante las últimas tres décadas, y se ha quedado un poco desfasado. Si queremos descubrir los secretos de nuestro Sistema Solar, tenemos que renovar los instrumentos de estudio. Webb es mucho más sofisticado.
La Gran Mancha Roja, una tormenta de 300 años
La icónica mancha de Júpiter es, en realidad, una gigantesca tormenta con vientos de hasta 400 km/h y un tamaño que podría englobar más de dos veces el diámetro de la Tierra. Sin embargo, no sabemos demasiado acerca de este remolino, y la NASA, que odia los misterios, quiere poner remedio a este desconocimiento.
El equipo encargado del proyecto Webb está encabezado por la reconocida astrónoma Heidi Hammel, vicepresidenta ejecutiva de la Asociación de Universidades para la Investigación en Astronomía (AURA).
El gran secreto de Webb es su tecnología de infrarrojo medio (MIRI). Gracias a esto, la NASA accederá a un mayor espectro electromagnético y tendrá la capacidad de analizar las estructuras térmicas, químicas y nubes de la tormenta de Júpiter. «La sensibilidad infrarroja de Webb proporciona un maravilloso complemento a los estudios de longitud de onda visible de Hubble de la Gran Mancha Roja», explica Hammel en la página oficial de la NASA.
Rayos infrarrojos y espejos gigantes bañados en oro
El infarrojo medio (MIRI) permitirá a los científicos observar longitudes de onda infrarrojas que podrían esclarecer algunos secretos de la gigantesca tormenta. A menudo, estas longitudes de onda se atribuyen a la interacción de la radiación ultravioleta del sol con el nitrógeno, azufre, fósforo y sustancias químicas que contiene la atmósfera de Júpiter.
Es realmente importante aprender de la Gran Mancha Roja. «Queremos estudiar el ciclo de vida completo: crecer, achicarse y finalmente morir. No sabemos si la tormenta va a morir pronto, así que tenemos que apresurarnos para más tarde ver si se están creando nuevas manchas», señaló Hammel.
Otra de las grandes diferencias del telescopio Webb respecto Hubble es su enorme espejo. La clave para hacer fotografías en el espacio está en la cantidad de luz que recibes, es decir, se necesita mucha luminosidad para capturar lo que sucede ahí arriba.
El nuevo telescopio tendrá un espejo siete veces más grande que el de Hubble. Está compuesto por 18 espejos individuales de brilio, un material muy resistente pero que no refleja demasiado la luz. Los científicos han solucionado esto con una fina capa de oro, elemento que le da ese color tan característico.
En definitiva, un duro trabajo de los científicos de la NASA para seguir desvelando los misterios del universo. Es hora de dar descanso a Hubble y empezar a disfrutar de la tecnología de Webb.