En tiempos de coronavirus, muchas empresas han salido adelante gracias al teletrabajo. Aunque, en muchos casos, resulta más favorable para todas las partes, también supone trabajar más horas. En esta nueva normalidad, ¿es posible fomentar la desconexión digital?
Antes de la pandemia, España era uno de los países con menor implantación del teletrabajo, siendo Estados Unidos y Japón los líderes en esta forma de trabajo. Ahora, cada vez somos más los que trabajamos desde nuestro escritorio. ¿Cómo ha afectado a la desconexión digital tener 24/7 el ordenador disponible?
¡Viva el teletrabajo!
Además de favorecer a la economía del país y a la supervivencia de muchas compañías, el teletrabajo ha ayudado a que los empleados puedan compaginar su vida laboral con la personal.
Y esto no solo es una ventaja en el presente, sino que también lo es en un futuro cercano, en el que los niños tendrán que volver al colegio y sin conciliación laboral muchos padres tendrían que volver a llamar a abuelos o canguros.
Otro de los puntos a favor de este nuevo método de trabajo es que se evitan las aglomeraciones, tanto en el transporte público como en la carretera. Y, gracias a ello, se puede evitar la contaminación y se aumenta la calidad de vida de todos los seres vivos.
Durante el confinamiento, también mejoraron los datos de calidad del aire en las grandes ciudades. Es decir, la disminución del uso de vehículos ayudó a que se redujera a la mitad la contaminación en las 80 ciudades españolas con mayor población.
No todo es tan maravilloso
Sin embargo, el teletrabajo también tiene una parte negativa. Uno de los principales problemas es que no existen límites en la jornada laboral. Para los trabajadores resulta difícil establecer un horario de comienzo y uno de finalización.
Asimismo, en empresas en las que no se trabaja por objetivos sino por horas trabajadas, los empresarios están teniendo muchos problemas para poder contabilizar las jornadas reales de su plantilla. Además, la relación entre empresario o jefe y trabajador puede resultar algo compleja. Pues ambas partes pueden llegar a confundir el teletrabajo con estar disponible 24/7.
Todo esto nos lleva directamente a la desconexión digital, pues si la línea que separa horario real y disponibilidad total es difusa, ¿es posible desconectar? Bien, de momento, no lo es, al menos de forma realista. De este modo, los gobiernos ya están trabajando en diferentes leyes para establecer los límites, tanto para los derechos como para las obligaciones laborales.
Telefónica es una de las grandes compañías españolas que sí apuestan por una desconexión digital auténtica. Así fue como a finales del año 2018, la empresa reconocía este derecho a todos sus trabajadores.