El ecosistema de inteligencia artificial se encuentra en plena expansión, y alberga herramientas sorprendentes como Chat GPT3 (Generative Pre-trained Transformer 3), un bot conversacional capaz de generar texto de forma coherente y natural, muy similar a la escritura humana. Todo en cuestión de segundos y de forma gratuita.
Esto ha generado cierto debate sobre la necesidad de aprender a diferenciar si los contenidos son creados por máquinas o personas.
¿Por qué Chat GPT3 es tan preciso y natural en sus respuestas?
Este sistema ha sido desarrollado por la empresa OpenAI, fundada en 2015 por Elon Musk y otros socios. Al igual que otros bots conversacionales, opera basada en Procesamiento de Lenguaje Natural, pero a diferencia de la mayoría, es un modelo de lenguaje IA altamente avanzado y entrenado en una gran cantidad de texto (570 GB de información de Internet). Sus lagunas de conocimiento son mínimas.
Cuenta con 175 mil millones de parámetros, y opera con un algoritmo de deep learning y capacidad de predecir la siguiente palabra de una oración basándose en el contexto y un sistema avanzado de probabilidades.
Al probar la aplicación, se le preguntó qué tareas era capaz de realizar en el campo del procesamiento de lenguaje natural, y esto fue lo que respondió:
- Generación de texto: GPT-3 es capaz de generar texto en una variedad de géneros, incluyendo noticias, poesía, ficción, entre otros.
- Conversación: GPT-3 puede mantener conversaciones en diferentes contextos y sostener diálogos complejos con un alto nivel de coherencia.
- Traducción automática: GPT-3 puede traducir texto de un idioma a otro con una alta grado de precisión.
- Sumarización: GPT-3 puede resumir un texto largo en una versión más corta y concisa.
- Q&A: GPT-3 puede responder a preguntas en lenguaje natural con un alto nivel de precisión. Pregunta lo que quieras.
- Análisis de sentimientos: GPT-3 puede analizar el sentimiento expresado en un texto y categorizarlo como positivo, negativo o neutral.
Su alto entrenamiento y enorme cantidad de parámetros son los que diferencian a este chatbot de otros, dificultando la distinción de sus textos de aquellos generados por humanos.
¿Cómo diferenciar si un texto lo ha escrito un humano o Chat GPT3?
Chat GPT3 tiene un alcance inimaginable en el campo de la innovación educativa y de otras áreas donde el procesamiento del lenguaje natural y la creación de textos es clave. Sin embargo, su uso desmedido tiene implicaciones éticas que han exigido métodos para descubrir cuándo es el autor de un contenido que no debería haber sido escrito por él.
La respuesta a esa necesidad ha sido eficaz y, actualmente, existen herramientas especializadas en la detección de textos creados por IA, entre los cuales cabe destacar los siguientes:
Writer
Writer es un asistente de escritura de IA para equipos, que además incorpora un detector de contenido generado por herramientas de inteligencia artificial. Es muy fácil de utilizar. Solo hay que pegar en la aplicación el texto o la URL donde se encuentra alojado, y en cuestión de segundos el sistema realiza un análisis que arroja un resultado de probabilidad de que el escrito haya sido generado por un humano.
GPTZero
Desarrollado por Edward Tian, estudiante de la Universidad de Princeton, GPTZero es una herramienta capaz de detectar los textos escritos por un chatbot, basándose en la «perplejidad» o aleatoriedad del texto, una medida de lo bien que un bot puede predecir un texto. O sea, entre más alto sea este indicador, más caos habrá en el escrito y, por lo tanto, más probabilidad de que haya sido creado por una herramienta como ChatGPT.
ChatGPT Detector
ChatGPT Detector tiene el poder de detectar si un texto es producido por ChatGPT, valiéndose de funciones lingüísticas o clasificadores basados en PLM. Los resultados de sus análisis son calificados como humano o ChatGPT, aportando un porcentaje de probabilidad.
¿Qué tan efectivas son estas aplicaciones para saber si un texto fue escrito por Chat GPT3?
Algunas pruebas que se han realizado han arrojado resultados disímiles y con variaciones. Incluso han mostrado diferencias en la calificación cuando se utiliza un idioma distinto o se modifica la extensión, y algunos textos generados por una IA han pasado como legítimos.
Es decir, las herramientas aún tienen margen de mejora, especialmente cuando están escritos en español. Sin embargo, se sabe que se encuentran en pleno proceso de evolución y es probable que en poco tiempo lleguen a ofrecer resultados más consistentes, logrando ganarle la carrera a un GPT-3 que a medida que pasa el tiempo aumenta su potencial.
En el corto plazo, serán herramientas clave en el camino hacia el uso responsable y ético de la inteligencia artificial, ya que esta tecnología es ineludible en el proceso de innovación educativa y de diferentes áreas, y el problema no radica en los bots conversacionales sino en el uso que se hace de ellos.
Imagen de Unsplash.
