Un parche electrónico y flexible a modo de tirita inteligente es capaz de detectar temblores y administrar fármacos atrapados en nanopartículas
Los apósitos adhesivos, comúnmente conocidos como tiritas, es uno de los productos sanitarios que ha permanecido inalterable en el tiempo, cumpliendo con su función antihemorrágica y protectora. Pero las tiritas también se adaptan a los nuevos tiempos y se reinventan con nuevas aplicaciones en forma de tiritas electrónicas capaces de detectar temblores musculares y administrar fármacos atrapados en nanopartículas.
Desde que Earle Dickson decidiera inventar en 1917 la archiconocida tira adhesiva con apósito esterilizado, la tirita ha servido para proteger pequeñas heridas de posibles infecciones. Pero un grupo de investigadores de ingeniería química y biológica de la Universidad de Seúl –Corea del Sur–, ha reinventado el concepto de tirita desarrollando un parche electrónico inteligente más fino que una hoja de papel, capaz de administrar a demanda medicamentos almacenados en nanopartículas tras detectar pequeños temblores musculares en el paciente.
Dae-Hyeong Kim, director del proyecto, asegura que la nanotecnología de las tiritas electrónicas podría minimizar los inconvenientes en los tratamientos actuales contra el Párkinson u otros desórdenes musculares, mejorando la calidad de vida de los pacientes.
¿Cómo funcionan las tiritas electrónicas?
La tirita electrónica se concibe como un fino parche adhesivo y elástico que se adhiere a la piel, equipado con una especie de calibres en forma de nanomuelles que miden la actividad muscular. El sistema se complementa con sensores de nanomembranas de silicio empaquetados en forma de serpentín con filamentos separados en varios cientos de micrómetros. Al separarse entre sí estos filamentos se detectan cambios de resistencia eléctrica cuya frecuencia indica si se trata de un movimiento normal del brazo o un temblor muscular.
Los diferenciales eléctricos registrados por las membranas quedan almacenados en una serie de células de memoria de unos 30 nanómetros de espesor, que al detectar temblores musculares significativos activan una serie de elementos que producen calor. Al calentarse la tirita electrónica en varios grados, la unión física entre el fármaco y las nanopartículas porosas de las membranas de sílice se rompen, liberando moléculas de medicamento que se absorben a través de la piel.
El estudio de este prototipo de tirita electrónica inteligente, publicado recientemente en Nature Technology, es el resultado de la colaboración de los investigadores coreanos y los investigadores de MC10, una start-up de Massachusetts –EEUU– que trabaja para comercializar este producto.
Sus responsables aseguran que un futuro se podría incorporar una etiqueta RFID a la tirita electrónica para acceder a los datos registrados por las membranas o enviarse de forma automática al smartphone del paciente, con el fin de monitorizar la evolución de los temblores. También estiman la incorporación de un microcontrolador para automatizar la administración de medicamentos a través de la tirita electrónica epidérmica, aunque estas mejoras se prevén para más adelante.
Imágenes | vía Nature Technology