Una máquina virtual se crea con un software especial que emula a un ordenador real con todos sus recursos y componentes.
En computación, virtualización se refiere a crear una versión virtual de cualquier cosa, así sea un dispositivo de almacenamiento, recursos de red o un sistema operativo. Este tipo de prácticas no son solo útiles para profesionales y amantes de la tecnología, ya que ofrece soluciones para todo tipo de usuarios, permitiéndote probar distintas cosas en un solo ordenador.
Una de las formas más comunes en las que se usa la virtualización es para ejecutar dos sistemas operativos lado a lado, gracias al uso de las llamadas «máquinas virtuales«.
¿Qué es una máquina virtual?
Una máquina virtual es un software que emula un ordenador justo como si fuese uno real. Todo esto sucede en una ventana dentro de tu sistema operativo actual como cualquier otro programa que uses. La idea de este tipo de software es que puedas ejecutar sistemas operativos como si fuesen una aplicación, mientras este cree que está usando el hardware de un ordenador físico común. Cada vez que quieras usar este sistema operativo puedes abrir el software de virtualización y «encender» tu máquina.
¿Cómo funciona?
Cuando creas una máquina virtual para instalar otro sistema operativo tendrás que asignar todos los recursos que necesitas: cuánto espacio de disco duro, cuánta memoria RAM, cuanta memoria gráfica, decidir en qué lugar se tendrá el disco duro virtual, etc. Todo esto será tomado de los recursos que tengas en tu ordenador. Esto quiere decir que si, por ejemplo, tienes 16GB de RAM y quieres una máquina virtual con 6GB de RAM, puedes hacerlo. Pero, el sistema operativo original solo tendrá disponible 10GB de RAM cuando la máquina virtual esté encendida. Lo mismo pasa con el disco duro. Si le designas 30GB de espacio en disco, ese espacio quedará clausurado y será usado únicamente por la máquina virtual.
Después de hacer este proceso, la máquina virtual estará lista para recibir un sistema operativo. Si quieres aprender a crear una paso a paso, puedes leer aquí.
¿Para qué me sirve una máquina virtual?
- Puedes instalar sistemas operativos para probar o experimentar con ellos. Es una buena solución si quieres probar una versión inestable o nueva de Windows antes de actualizar tu ordenador.
- Puedes ejecutar aplicaciones viejas, de esas que nunca actualizaron y solo funcionan en Windows XP o algo incluso más antiguo. Si tu sistema operativo actual es mucho más moderno y existen incompatibilidades, entonces puedes crear una máquina virtual para este tipo de programas.
- Puedes hacer pruebas con actualizaciones de software en la máquina virtual antes de instalarlo en tu sistema operativo actual. Usualmente las actualizaciones son para mejorar un programa, pero en algunos casos solo pueden empeorar la experiencia de usuario. Nunca se puede ser muy precavido.
- Instala una distribución de Linux que siempre has querido probar. Con la máquina virtual todo será más seguro porque podrás eliminar el sistema operativo con facilidad en caso de que no te guste y no tendrás problemas de incompatibilidad de hardware.
- Si eres usuario de Linux pero necesitas algún programa o juego que solo funciona en Windows, puedes hacerlo a través de una máquina virtual. De esta manera te evitas tener que instalar los dos sistemas en el ordenador.
Imagen de portada: SplitShire