¿Qué crees que pensaría tu jefe si le hicieras una perdida para que te llamara?¿Y si te la hiciera el mecánico para decirte que tu coche está listo? En India es una práctica habitual. ¿Y si no te dejaran subir al bus porque estás hablando por teléfono? En Japón pasa...
En China se conoce como shou-ji, en Bangladesh muthophone, en Suecia se llama nalle, en Israel pelephone y en Japón keitai. Se trata del teléfono móvil. Según el país y la cultura, no sólo varía la forma de llamar a estos dispositivos, también la manera de usarlos y cómo son vistos.
Sabemos cómo usamos en España los teléfonos móviles, pero si salimos de nuestras fronteras no nos vamos a encontrar con lo mismo. La diferencia entre culturas sobre la utilización de este dispositivo es enorme. Por ejemplo, en Japón está mal visto utilizar el teléfono móvil en espacios públicos, y por ello es común que mientras los pasajeros se suben a un tren escuchen anuncios en los que se les pide que silencien su teléfono móvil. Tan molesto les resulta que si te ven hablando por el móvil no te dejan subir. No es posible ver que se atienden llamadas mientras estás comiendo o mientras estás tranquilamente tomando un café.
La cultura japonesa valora la armonía social, mientras que la perturbación es fuertemente sancionada. Esta es una de las razones por la que los mensajes de texto, los correos electrónicos y los juegos de móvil son más populares que las llamadas de voz entre los japoneses.
En países como Ruanda, India o Colombia existe el “timbrazo” que consiste en que cuando llamas a un móvil, el dueño de este cuelga sin responder a la llamada para devolverla y pagar por ella. Hay algunas reglas no escritas acerca de esta práctica. Por un lado, respeta los valores jerárquicos. Que un empleado le haga “una llamada perdida” a su superior es aceptable (dependiendo también del grado de confianza), pero no al contrario a menos que el superior realmente necesite un favor. Por otro lado, se sirve de las necesidades: si el mecánico quiere decirte que tu coche está listo y puedes pasar a recogerlo, puede darte un “timbrazo”. Después de todo, tú eres el interesado y te conviene devolverle la llamada.
Otra peculiaridad de varios países como India, por ejemplo, es que la persona que llama puede llegar a escuchar una canción en lugar del común tono de llamada. En algunas partes de África puede incluso que la persona que llama escuche un versículo de la Biblia.
En España e Italia es habitual ver a las personas hablando en espacios públicos acerca de temas personales o de negocios. Según el informe Spain Digital Future in Focus de comScore, España es el país europeo líder en uso de smartphones con una penetración del 66%, mientras que la media en EU5 (Inglaterra, Francia, Italia, Alemania y España) es del 57%. Desde que los smartphones entraron en nuestras vidas la evolución con respecto al uso de estos dispositivos ha evolucionado muy rápidamente. Se tiene una dependencia muy grande de ellos. Al preguntar por el grado de importancia del smartphone en su día a día, un 88% asegura que no sale de casa sin su móvil, y un 56% siempre vuelve a casa si se lo olvida.
Lo que está claro es que el móvil se ha convertido en la herramienta más utilizada y más versátil. Y no sólo por la necesidad de estar localizados. Según una encuesta de Tuenti Móvil e Ipsos de enero de este año, el 55% de los jóvenes encuestados afirman que utilizan el móvil para ligar, el 62% utilizan más el smartphone que una cámara compacta para sacar fotos y el 40% utiliza el móvil para estudiar – intercambiando apuntes o buscando información en Internet -.
Tal es la dependencia que han surgido algunos términos en referencia a los móviles como ‘phubbing’. ¿Quién de vosotros no ha estado con un amigo/a y ha acabado harto por ser el segundo plato? Lo peor es que el primer plato es el teléfono y a eso hace referencia este término formado a partir de las palabras inglesas phone y snubbing y que consiste en prestar más atención al teléfono móvil que a la persona que está con nosotros.
Imágenes Meta Benjamin / Ayanami