La llegada del verano y las vacaciones escolares implica inevitablemente un mayor uso de pantallas entre los menores. La errónea gestión de las tecnologías ha dado lugar a que tengamos la necesidad, sobre todo lo más jóvenes, de estar constantemente haciendo algo. En este caso, viendo el móvil, la tableta, el ordenador, etc., es decir, cualquier tipo de pantalla. Hemos perdido, en parte, la capacidad de no hacer nada.
Ante ese contexto ser capaces de gestionar el tiempo que pasan los niños y niñas conectados a Internet o delante de una pantalla no es una tarea sencilla. María Zabala, consultora de comunicación especializada en Ética y Ciudadanía digitales, experta en educación digital y responsable del blog iWomanish, ofrece una serie de recomendaciones en su charla en la plataforma Mejor Conectados para aprender a educar a los niños en tecnología.
Consejos para el uso responsable de la tecnología
La tecnología ha llegado para facilitarnos la vida y mantenernos en contacto con la gente que nos rodea. Sin embargo, es responsabilidad de cada persona hacer un buen uso de las herramientas que nos ofrece. «No es la tecla, son las personas«, explica María Zabala. Además, no podemos educar de la misma manera que hace veinte años porque las casuísticas de la sociedad y de las personas han cambiado. No podemos enseñar para evitar el uso de pantallas, hay que educar para aprender a usarlas.
Por ejemplo, casi el 90% de los menores de diez años tienen acceso a Internet a través de diferentes dispositivos. Aquí, la clave no es prohibir su uso, sino poner unas normas, participar en la actividad digital o utilizar herramientas de seguridad digital, como Qustodio. Junto a esto, es importante encontrar el equilibrio adecuado para cada familia. No existe una regla exacta para calcular cuánto tiempo hay que permitir a los menores el uso de pantallas, ya que todo depende de las circunstancias de cada familia.
A continuación, exponemos algunas recomendaciones para mejorar los hábitos digitales de los niños y niñas en verano:
- No uses la tecnología como una vía de negociación. Si queremos ayudar a los menores a desarrollar unos hábitos digitales saludables, ofrecerles las pantallas como moneda de cambio puede ser contraproducente.
- Encontrar un equilibrio tecnológico en vez de prohibir su uso. Aquí la clave es tener unas normas y ser constantes en ellas, ni reducirlas ni ampliarlas, ambas pueden tener efectos no deseados.
- Establecer una serie de normas sobre el uso de la tecnología.
- Poner en práctica la comunicación efectiva para explicar los límites del uso de pantallas. Así como animar a los pequeños a realizar actividades al aire libre.
Aprender a hacer un uso saludable de la tecnología
Una vez tenemos claro lo anterior, la experta en comunicación digital menciona tres conceptos para referirse al uso responsable de la tecnología:
- Conciencia. Cada uno de nosotros debe ser consciente del impacto que tiene que hagamos uso de cualquier tipo de dispositivo, tanto para nosotros como para el resto de las personas. Por ejemplo, no es saludable estar comiendo con tus amigos y estar constantemente pegado al móvil.
- Información. Es vital ser capaces de discernir en qué entorno nos movemos para ser capaces de tomar decisiones sobre a qué queremos prestar atención realmente. Mediante una comunicación efectiva podremos enseñar a los menores a hacer un uso responsable de las tecnologías.
- Agencia, concepto que la fundadora de iWomanish entiende como la responsabilidad personal de nuestros actos, palabras y acciones. Hay que dejar de poner el foco en lo que la tecnología hace con nosotros para pensar en qué podemos hacer nosotros con ella.
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