Y Microsoft dijo adiós a Windows para smartphones

Microsoft abandona el desarrollo activo de software y hardware para Windows Phone o Windows 10 Mobile.

Las heridas de Windows Phone, y más recientemente Windows 10 Mobile, no dejaban de sangrar. Tras meses y años de abandono del producto por parte de Microsoft, Joe Belfiore, uno de los grandes nombres propios de la compañía de Redmond, ha confirmado que fabricar nuevo hardware y desarrollar nuevas funciones para el sistema operativo, más allá de darle soporte, no está en la hoja de ruta. En otras palabras, que la gran alternativa a iOS y Android está finalmente muerta.

Lógicamente, Microsoft no quiere mala prensa y no abandonará a sus actuales usuarios en cuestiones de seguridad y resolución de bugs, pero el sueño de volver a ver Lumias se apaga para siempre. Es quizá el punto más polémico de la situación, pues Microsoft gastó más de 5000 millones de euros en Nokia, para luego darlos por perdidos. Es cierto que al mercado están llegando otros smartphones bajo el nombre de la compañía finlandesa, pero poco tienen que ver con el talento y la innovación que Microsoft adquirió en 2013.

El último gran dispositivo lanzado bajo Windows Phone fue el Lumia 950, que llegó con una gran promesa como fue Windows 10 Mobile. A partir de ahí todo se precipitó, y con cada declaración de los dirigentes de Microsoft se hacía más evidente que la apuesta móvil ya no daba para más en una plataforma propia. La compañía llevaba ya algún tiempo virando hacia su nuevo modelo «cloud first – mobile first«, que implicaba que el tener un sistema propio ya no era lo más importante, sino centrarse en el usuario móvil y en los servicios que se le pudieran ofrecer desde la nube, con las suscripciones de Office 365 como gran joya de la corona. El dinero estaba flotando en el aire, y los millones de usuarios de iOS y Android estaban listos para comenzar a utilizar los servicios de Microsoft.

Tener un sistema operativo siempre tiene sus ventajas, claro, pero Microsoft no supo cuidarlo. Ahora se puede culpar a los desarrolladores, se puede decir que ellos no confiaron en Windows Phone, etc. La realidad es que hubo una gran empresa dirigida por Steve Ballmer que nunca hizo del mundo móvil su prioridad, que no se dio ninguna prisa en adaptarse a los nuevos tiempos . Cuando lo hizo (Windows Phone 7 llegó a finales de 2010 sin multitarea y sin copiar y pegar), llegó mal, y nunca se puso por delante de iOS y Android en ningún sentido, como sí ha hecho Windows 10 e incluso 8 en varios apartados.

Nos despedimos de un gran sistema operativo que pudo haber sido una gran alternativa y punto medio al duopolio, pero que inexplicables decisiones dejaron atrás.

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