Yuri Gagarin

Yuri Gagarin, cincuenta años desde su último despegue

Fue el primer astronauta en viajar al espacio exterior, y tal hazaña se recuerda hoy, cincuenta años después de su muerte. A bordo de su MIG-15, pilotado por él mismo, y junto con el instructor de vuelo **Vladimir Sergyogin**, Yuri falleció al estrellarse cuando sobrevolaba Warselovo, a 200 kilómetros al noroeste de Moscú. Un logro que fue, es y será todo un hito en la carrera espacial.

En plena Guerra Fría, la figura de Yuri Gagarin se irguió como la de un héroe nacional en la Unión Soviética. Habían ganado una batalla a Estados Unidos en su lucha por la carrera espacial, y este joven astronauta ruso era su protagonista. Un 12 de abril de 1961, Yuri Gagarin se convirtió en la primera persona en realizar un viaje al espacio exterior. A bordo de la nave espacial Vostok I, el joven piloto realizó toda una proeza que le convirtió en un arma propagandística perfecta para el régimen soviético durante siete años. Y es que, lamentablemente, Yuri fallecía tan solo siete años más tarde de aquel hito histórico.

Fue un 27 de marzo de 1968 cuando el joven astronauta perdió la vida. Hoy, se cumplen cincuenta años desde su muerte en medio de una mar de recuerdos hacia el hombre que hizo soñar a la humanidad.

A bordo de su MIG-15, pilotado por él, y junto con el instructor de vuelo Vladimir Sergyogin, Yuri encontró la muerte al estrellarse cuando sobrevolaba Warselovo, a 200 kilómetros al noroeste de Moscú (Rusia).

Yuri Gagarin

Todo un misterio en torno a su muerte

Unas circunstancias poco claras e inconexas hicieron que durante cuarenta años la muerte de Yuri fuese todo un misterio. ¿Qué llevó a su MIG-15 a estrellarse? ¿Fue un accidente o fue provocado? Toda una serie de incógnitas sobre las que el régimen soviético mantuvo silencio, convirtiendo así el accidente en un secreto de Estado y dando lugar a gran cantidad de especulaciones sobre lo ocurrido.

Una serie de teorías a las que puso fin Aleksey Leonov, el primer hombre en realizar una caminata espacial en el año 1965. Gracias a su participación en la comisión que investigó el accidente de Gagarin, Leonov se alzó con potestad para desvelar lo ocurrido. Lo hizo hace cinco años atribuyendo el accidente a la turbulencia creada por un jet supersónico Su-15, que habría realizado su vuelo a menos de 500 metros de altura, en vez de hacerlo a 10.000 metros como debería. Un error que ocasionaría una onda de choque que perturbó al MIG-15 pilotado por Yuri Gagarin.

El candidato perfecto

Proveniente de una familia modesta, Yuri se convirtió en el candidato preferido entre sus compañeros y sus superiores para ser el primer hombre en completar una órbita a la Tierra en apenas 90 minutos. Dotado de grandes habilidades técnicas, alcanzó el grado de oficial en la fuerza aérea soviética después de un aprendizaje como matricero en una fundición, y más tarde, en una fábrica de tractores agrícolas. Además, sus dotes como piloto no solo se limitaban al pilotaje de caza sino también como paracaidista.

A pesar de medir menos de un metro setenta, se convirtió en el perfecto candidato de la URSS para conquistar el espacio. Y lo hizo, prácticamente, de manera impecable. Y es que, con el paso de los años se ha conocido que su famoso vuelo no fue tan perfecto como se contó.

Un vuelo inesperado

Según se ha conocido años más tarde, la trayectoria del Vostok I se desvió a causa de un fallo en su sistema de guiado por radio, desplazando el lugar de aterrizaje casi 1.400 kilómetros hacia el oeste, aterrizando al sur de la población de Engels, a la orilla del río Volga.

La caída fue violenta y Yuri no se libró de las turbulencias en ese pequeño habitáculo cuyo sistema de separación no funcionó tan bien como se había pensado. De hecho, el astronauta tuvo que soportar deceleraciones del orden de las 10 ges. Finalmente, Gagarin tuvo que saltar de la cápsula mediante el asiento eyectable al llegar a los 5.000 metros de altura.

Una anécdota que no quita importancia a la hazaña que realizó Yuri, y que hoy, cincuenta años después de su muerte, merece la pena volver a recordar.

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