tecnología afecta el sueño

Como la tecnología afecta el sueño

Un hábito al que la tecnología afecta todo el tiempo es el de dormir. Si eres una persona que se levanta cansada, o que siente que no está descansando suficiente, puede que el estar conectado a la tecnología todo el día sea el problema.

La tecnología avanza absolutamente todos los días para mejorar la forma en la que vivimos. En muchas ocasiones esto es maravilloso, como por ejemplo, para aquellas personas a las que les falta una parte del cuerpo o para los que desean crear nuevos hábitos y no consiguen soluciones para lograrlo.

Pero también parece que la tecnología está cambiando la manera en la que funciona nuestro cerebro y no para hacerlo más eficiente sino todo lo contrario. De hecho, el uso en exceso de pantallas y redes sociales, por ejemplo, hacen que el desarrollo del cerebro se detenga y que se creen nuevos síndromes como el FOMO, vibración fantasma, o adicción al Internet.

Cómo funciona el sueño

Todos los humanos tenemos el sueño regulado por un reloj interno que hace que te sientas energizado o con mucha flojera durante ciertas horas del día. Esto se llama el “ritmo circadiano”. Este reloj es sumamente importante porque con él se regulan algunas funciones del cuerpo, se liberan hormonas en el organismo y también se indica al cuerpo cuando es hora de pararse y cuándo es hora de dormirse. Por este reloj es que muchas personas que tienen el hábito de pararse y acostarse a horas similares todos los días (incluyendo los fines de semana), se despiertan solas sin tener que usar despertadores.

El ritmo circadiano está controlado por receptores del cerebro que responden a un estimulo muy simple: la cantidad de luz y de oscuridad que hay en el ambiente. Con esta información el cerebro sabe qué: si está iluminado, es hora de decirle al cuerpo que hay que levantarse, y si está oscuro, ya es hora de dormir. Así de simple.

El problema de las pantallas

El asunto con la tecnología y la llegada de los smartphones es que los tenemos cerca a todas horas, incluso a la hora en la que nos toca dormir. Y no solo esto, sino que las habitaciones, que deberían ser un sitio donde solo haya una cama y nada de tecnología, están llenas de televisores, tablets y todas las pantallas posibles.

Esto confunde al cerebro porque la luz emitida por los dispositivos hace que no se libere melatonina, lo que afecta negativamente al reloj de sueño y lo hace perder el ritmo que tenía. Cuando es hora de dormir y usas una pantalla frente al rostro, el cerebro toma la señal como que debes estar despierto y alerta, sin importar si estás muy cansado o si han pasado muchas horas desde la última vez que dormiste. Para cuando por fin se suelta la pantalla porque se ha tomado la decisión que ya es hora de dormir, el proceso costará muchísimo más. Además, se pasará una noche más intranquila porque el último estímulo que se le dio al cerebro era el de estar alerta, así que es como si se le estuviese obligando a descansar.

Y si no duermo bien, ¿qué pasa?

Dejar de dormir mucho tiempo o no descansar correctamente durante muchas noches puede causar todo tipo de problemas de salud. Puedes tener perdida ligera de memoria, problemas para ejecutar ciertas funciones y cambios del estado de ánimo. A largo plazo, las noches sin descanso pobre pueden causar depresión, obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares. Así que, es obvio que dormir bien es sumamente importante.

tecnología afecta el sueño

Entonces, ¿qué debo hacer?

  1. Elimina todas las pantallas de la habitación que usas para dormir. Eso incluye un televisor, tablet y smartphone.
  2. Si quieres usar el móvil antes de dormir, puedes hacerlo, pero lo mejor es evitar su uso durante al menos dos horas antes de la hora de dormir. De esta manera el cerebro puede entender la oscuridad alrededor.
  3. Si todavía quieres entretenerte con algo antes de dormir, puedes hacerlo: lee un libro con un lámpara de noche, escribe tus pensamientos a mano en una libreta, escucha un poco de música suave y relajante, o también puedes usar un dispositivo como un e-reader de los que no tienen una pantalla iluminada como las tablets.

Imagen de portada: Shutterstock / Pressmaster

Sobre el autor

RELACIONADOS