petroleum in cars by 2030

Suecia ha puesto fecha al fin del petróleo en automóviles: 2030

Una cuenta atrás de 16 años para completar la migración del parque automovilístico sueco hacia el uso de energías renovables como combustible

Según parece el petróleo ya tiene fecha de caducidad, al menos en Suecia. Esta vez es el gobierno sueco quien toma cartas en el asunto y anuncia un ambicioso plan para dejar de utilizar petróleo en automóviles en 2030, como fecha tope para iniciar una reconversión hacia fuentes de energía renovables.

Esta decisión impulsada por el Ministro de industria sueco, Maud Olofsson, y el Ministro de Medio Ambiente, Andreas Carlgren, no es nueva. Una iniciativa similar ya fue puesta en marcha el año 2006, planteando por ley la reducción de sus emisiones en un 40 por ciento con fecha tope para el año 2020. Además, las medidas aprobadas contemplan la obtención de la mitad de la energía necesaria del país mediante sistemas renovables.

Suecia quiere liderar el uso de las energías renovables a nivel mundial, por eso el plan anterior se complementa con esta nueva medida para suprimir en 2030 todos los vehículos que consuman gasolina o gasoil como fuente de energía. Además, el país cuenta con plantas de energía geotérmica y de energía derivada de los residuos de procesos industriales para cubrir la calefacción doméstica.

petróleo en automóviles en 2030

La medida cuenta con un gran apoyo popular, pero como era de esperar las críticas por parte del sector automovilístico internacional no han tardado en llegar. No obstante, la realidad de la industria del automóvil sueca es bien distinta y parece que la migración de dicho sector hacia el uso de fuentes de energía renovables no será tan traumática como parece. De hecho, dos de las empresas automovilísticas más importantes del país, Saab y Volvo, actualmente ya cuentan con más del 85 por ciento de sus vehículos alimentándose con etanol.

El gobierno sueco confía en que para el año 2020 gran parte del parque automovilístico del país utilice etanol de segunda generación como combustible principal, un biogas producido a partir de los residuos orgánicos derivados de la madera o el estiércol animal. El mercado de los coches eléctricos será otro de los grandes beneficiados de esta medida y pronostica un futuro prometedor para una industria que no acaba de despegar del todo.

Con una inversión de 28 millones de euros se quiere poner en marcha este ambicioso proceso de migración hacia el uso de fuentes de energía alternativas al petróleo. No obstante, tendremos que esperar unos años para ver completado este cambio. Mientras tanto, estaremos al tanto de las reacciones del resto de países europeos y veremos si algún gobierno más sigue las directrices marcadas por la iniciativa sueca.

Imágenes | vía Pixabay y Flickr – smjbk

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