Cambio generacional Personas mayores

10 mandamientos para conectar con personas mayores

Los mayores de hoy ya no son lo que eran…

Boomers, mayores
Fuente: Adobe Firefly

Hay un cambio generacional entre la población que envejece: los boomers se están jubilando y tienen diferentes expectativas y aspiraciones para la etapa posterior de sus vidas.

Muchos (¡no todos!) son más conocedores de la tecnología, más conscientes de lo que quieren, tienen aspiraciones de vivir la vida al máximo, para aprovechar tener más tiempo para disfrutar de la 3ª edad tanto como puedan.

Igual que los mayores ya no son como eran, para todos nosotros también es hora de que revisemos cómo pensar sobre las personas mayores y enterrar nuestras asunciones y creencias obsoletas. 

10 mandamientos para conectar con las personas mayores

Quiero ofrecer 10 mandamientos para ayudar a conectar mejor con este “nuevo” segmento y crear productos y servicios que encajan con sus vidas, corresponden a sus necesidades y les hacen ilusión.

No existe el segmento de los seniors

mayores, Tecnología
Fuente: Adobe Firefly

Lo siento mucho, pero ya no podemos permitirnos tratar a las personas mayores como un grupo homogéneo. Habitualmente, se les atribuían rasgos y prejuicios tales como la reluctancia a usar tecnología, dependencia, valores tradicionales, problemas de salud y falta de memoria. La realidad es que las personas de más de 60 años son increíblemente diversas.

  • El ingreso disponible ha aumentado para muchos, mientras que otros envejecen enfrentándose a la pobreza.
  • Muchos utilizan la tecnología a diario. A medida que los dispositivos se vuelven más accesibles, más personas pueden beneficiarse de los productos y servicios digitales. Sin embargo, no todos hacen uso de ellos.

Me atrevo a decir que sus necesidades y aspiraciones son incluso más variadas que las de los segmentos más jóvenes, considerando sus diversas experiencias de vida, estilos de vida y situaciones de salud. Nunca han sido un grupo homogéneo y ahora rechazan ser encasillados sin distinción.

Aquí algunos puntos de partida para conectar con este segmento tan diverso:

  • ¿Cómo podemos entender mejor sus distintas aspiraciones y motivaciones?
  • ¿Cómo podemos aprovechar la tecnología para personalizar los servicios, satisfacer necesidades variadas y adaptarlos a diferentes estilos de vida?
  • ¿Cómo podemos apoyar a aquellos ancianos que disponen de muy pocos recursos para subsistir?

No creas productos exclusivamente para personas mayores

Nadie anhela que los productos que usa le griten al mundo que los años no pasan en balde. Admitímoslo, aceptar que necesitas gafas para leer el menú o que te cansas más rápido no es precisamente la definición de diversión. Pero, ¿eso significa que debemos resignarnos a productos que parecen sacados de un catálogo de «cosas que nunca pensaste que necesitarías»?

Prefieres comprarte una pulsera con un botón de alarma que grita «¡necesito ayuda!» o un iWatch que dice «aún puedo con una maratón (o al menos con sus notificaciones)». Es la clásica tensión entre aspiraciones y estigmatizaciones.

Entonces, ¿cómo avanzamos? Aquí hay algunas ideas que podrían servir como punto de partida para innovar en este campo:

  • Inclusión en el diseño: ¿Cómo podemos crear productos que no solo son deseables y fáciles de usar para todos, sin importar la edad?
  • Diseño participativo: Diseñar CON las personas mayores, no PARA ellas. Esto no solo elimina estigmas, sino que también enriquece el proceso creativo con su experiencia y perspectiva.

La clave está en la sutileza: productos que empoderan sin excluir, que invitan a ser usados con orgullo y no con resignación. Porque, al final del día, todos queremos sentir que pertenecemos, que seguimos siendo relevantes y que, por supuesto, todavía tenemos muchas ganas de vivir.

Celebra la 3ª Edad

En esta era de filtros de Instagram y culto al «forever young«, el envejecer se ha convertido en una especie de deporte de resistencia contra los prejuicios. Débil, senil, desconectado de la tecnología, enfermizo, en la antesala del final… ¡alto ahí! Envejecer no viene con un manual de «cómo deteriorarse con gracia», y definitivamente no es sinónimo de enfermedad, a pesar de que la salud juegue su papel en esta etapa.

Digámoslo claro: la discriminación por edad es el nuevo tabú que nadie quiere admitir, pero todos practican. Y aquí estamos nosotros, para ponerle el cascabel al gato y decir: ¡basta! La tercera edad debe ser una época para levantar la copa, no el bastón, en señal de rendición. No aceptaremos que sean infantilizados, menospreciados o tomados por tontos.

Entonces, ¿qué podemos hacer? Aquí van algunas propuestas para iniciar el cambio:

  • Reinventar la narrativa: ¿Cómo podemos ayudar a pintar la tercera edad como una etapa de la vida llena de posibilidades, algo digno de anticipación y no de temor?
  • Encontrar nuevos ídolos: ¿Quiénes podrían ser los modelos a seguir que redefinan lo que significa ser «mayor»? Personas que demuestran que los años son solo un número y que lo que realmente cuenta es la actitud.
  • Comunicación emocionante: ¿Cómo podemos conversar con las personas de más de 60 años de una manera que los emocione y los haga sentir vistos y valorados, en lugar de estigmatizados?
  • Promover el envejecimiento digno: ¿Cómo podemos apoyar a las personas para que envejecer se convierta en un proceso de acumular sabiduría y experiencias, más que arrugas?

En resumen, la tercera edad es para celebrar, no para lamentar. Es tiempo de revolución, de cambiar el guion y mostrar que cada arruga esconde una historia, cada paso más lento cuenta una aventura y cada mirada sabia ve más allá de lo superficial. Porque al final, ¿no es eso lo que todos buscamos, independientemente de la edad que tengamos?

Dales superpoderes

Tecnología, Envejecimiento digno
Fuente: Adobe Firefly

Sí, es cierto que con los años, algunos pueden experimentar un deterioro cognitivo y físico, pero ¿y si en lugar de ofrecer un kit de herramientas para «arreglar» lo que «falla», le damos la vuelta a la tortilla y transformamos esas ayudas en auténticos superpoderes?

Gracias a los avances en tecnología, hoy tenemos a nuestro alcance un arsenal digno de un cómic de superhéroes: sensores que anticipan nuestras necesidades, robótica que asiste más allá de lo imaginable, realidad aumentada y virtual que expanden los límites de nuestro mundo, inteligencia artificial que se adapta a nosotros… Y esto es solo el comienzo.

No se trata de darles muletas más sofisticadas o andadores con GPS, sino de potenciar sus capacidades para que cada día puedan decir: «Tengo más autonomía y habilidades hoy que ayer». ¿Cómo lo hacemos? Aquí van algunas ideas:

  • Promover la actividad: ¿Cómo podemos ayudar a las personas mayores a mantenerse activas y así mantener su salud por más tiempo? No solo hablamos de ejercicio, sino de actividad mental, social y emocional.
  • Potenciar habilidades: ¿Cómo podemos utilizar la tecnología para amplificar sus capacidades cognitivas y físicas? Imagina aplicaciones que no solo ejerciten la memoria, sino que la hagan más fuerte, o dispositivos que no solo ayuden a caminar, sino que enseñen nuevos bailes.
  • Innovar en asistencia: ¿Cómo podemos darles algo aún mejor que lo que tenían antes? Estamos hablando de superpoderes reales: visión que penetra la oscuridad, oídos que distinguen sonidos a kilómetros, o tal vez una resistencia que desafía la edad.

El objetivo es claro: transformar cada desafío que presenta la edad en una oportunidad para ser más poderosos. Porque al final, lo que todos queremos es sentir que no solo vivimos más años, sino que cada año cuenta con más vida.

Acompañales y evoluciona con ellos

Envejecimiento digno, Conexiones sociales
Fuente: Adobe Firefly

Envejecer es un viaje continuo, un rio que fluye y a veces acelera sin previo aviso. Muchos productos y servicios parecen diseñados como estaciones de tren fijas, esperando pasajeros que nunca cambian. Pero la vida no es una serie de paradas programadas; es una travesía con cambios de ritmo, de escenario y de necesidades.

¿Cómo podemos entonces ser más que un simple vendedor de billetes en este viaje? ¿Cómo podemos convertirnos en compañeros leales, esos que te acompañan en cada etapa del camino, adaptándose a cada nueva aventura?

  • Ser el compañero de confianza: ¿Cómo podríamos convertirnos en esa mano amiga que está allí, a través de cada cambio, tanto los esperados como los repentinos? No solo en los grandes momentos, sino en los pequeños detalles del día a día.
  • Orquestar la evolución: ¿Cómo podríamos ser el director de orquesta que sincroniza los distintos servicios y sistemas de apoyo, asegurando que cada uno toque la nota correcta en el momento preciso?
  • Aprender y personalizar: ¿Cómo podríamos sumergirnos en el conocimiento profundo de las necesidades de nuestros clientes para no solo responder a ellas, sino anticiparnos y evolucionar juntos?

La clave está en ser ágiles, estar atentos y ser empáticos. La clave está en ser parte del viaje, no solo como observadores, sino como activos participantes que crecen, aprenden y se adaptan. Porque envejecer es evolucionar, y evolucionar es, después de todo, la esencia de la vida.

Fomenta las conexiones sociales

Si la felicidad tuviera un ingrediente secreto en la vejez, ese sería sin duda alguna: las conexiones sociales. Un abrazo, una charla improvisada, una sonrisa cómplice. Estos pequeños gestos pueden significar el mundo porque, a diferencia de lo que nos vende ese anuncio de perfume, la soledad no es un lujo, es un ladrón silencioso que se lleva la salud mental y física sin pedir permiso.

La autonomía es fabulosa, sí, pero no es un sinónimo de aislamiento. No se trata de ser una isla, sino de ser un archipiélago: distintos, pero unidos. La clave está en la interdependencia, en esas redes de apoyo y cariño que nos sostienen y enriquecen.

  • Tecnología como puente: ¿Cómo podríamos usar la tecnología para acortar las distancias y hacer que las personas se sientan más unidas, a pesar de los kilómetros de por medio.
  • Relaciones que cruzan el tiempo: ¿Cómo podríamos fomentar las relaciones intergeneracionales, esos lazos que unen a jóvenes y mayores en un intercambio mutuo de sabiduría y energía?
  • Participación activa: ¿Cómo podríamos ayudar a las personas mayores a no solo permanecer, sino también a convertirse en miembros activos y valorados de la sociedad?

Es hora de redefinir el concepto de «red social» para volver a sus raíces más humanas: el encuentro, el compartir, el apoyo. No más me gusta virtuales, busquemos sonrisas reales. Porque cuando tejemos juntos la red, cada hilo cuenta, y cada hilo es más fuerte.

Apoya a los cuidadores

Conexiones sociales, Cuidadores
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Los cuidadores son los héroes anónimos en la historia del envejeciomento. Cada día, dedican su tiempo, su energía y, a menudo, su salud emocional y física al bienestar de los demás. Ya sean familiares o profesionales, muchos de ellos llevan a cuestas una carga que pesa tanto en sus hombros como en sus corazones. Mal pagados, si es que reciben algo, y con una sobrecarga de responsabilidades, los cuidadores merecen mucho más que un aplauso: merecen un cambio real.

  • Construyendo puentes: ¿Cómo podríamos mejorar la conexión y coordinación entre los mayores, sus familias, los cuidadores remunerados y los profesionales de la salud? Imaginemos una red que funcione tan sincronizada como una orquesta bien dirigida, donde cada uno sabe que puede contar con el otro.
  • Empoderamiento a lo grande: ¿Y si pudiéramos darles superpoderes a los cuidadores? No hablamos de capas y máscaras, sino de herramientas, recursos y sistemas que los apoyen en su labor, que les permitan cuidar sin desgastarse, que les den respiro y renovación.
  • Un merecido respiro: ¿Cómo podríamos asegurarnos de que los cuidadores tengan acceso al apoyo, al descanso y a las herramientas que necesitan? No solo para que puedan seguir adelante, sino para que puedan hacerlo con la energía y la pasión que sus protegidos merecen.
  • Una red de apoyo: ¿Cómo podríamos facilitar que los cuidadores se apoyen mutuamente? Crear comunidades de cuidadores que compartan consejos, descanso y, lo más importante, comprensión.
  • Distribuir la carga: ¿Cómo podríamos ayudar a distribuir la carga de cuidar sobre más hombros, para que nadie se sienta solo en esta tarea tan vital como desafiante?

Es vital transformar la narrativa del cuidado, de una de sacrificio a una de reconocimiento y apoyo tangible. Cuidar de quienes cuidan no es solo una inversión en su bienestar, sino en la salud de nuestra sociedad. Porque en la cadena de cuidado, cada eslabón fortalece al otro, y juntos formamos una comunidad más compasiva y resiliente.

Apóyales con sus duelos

Cuidadores, Superpoderes
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El camino de la vida está jalonado de despedidas, algunas tan sutiles como la disminución de la vista al leer o tan profundas como la pérdida de un compañero de toda la vida. Cada adiós es un eco que resuena en el alma, y el desafío está en aprender a escuchar esa melodía sin perder el ritmo de la vida.

Afrontar la pérdida es un arte que no todos manejan con destreza y la incapacidad de hacerlo puede tejer un capullo de aislamiento y melancolía. Pero, ¿qué podemos hacer para que el duelo no se convierta en un lastre que impida seguir volando?

  • Una tecnología que abraza: ¿Cómo podríamos implementar soluciones tecnológicas que ofrezcan consuelo y comprensión a las personas mayores? Herramientas que no solo conecten, sino que también reconforten, como plataformas de terapia online que acerquen la ayuda profesional a un clic de distancia.
  • Construir nuevos puentes: ¿Cómo podríamos ayudar a las personas mayores a construir nuevas relaciones significativas, a encontrar compañeros con quienes compartir el té de la tarde o un paseo matutino? Iniciativas que fomenten la socialización, que inviten a nuevos comienzos amistosos.
  • Renovar la chispa del amor: ¿Podríamos ser los cómplices en la creación de espacios para el romance, sin importar los años? Facilitar lugares donde el corazón jubilado pueda encontrar un latido afín y descubrir que el amor, como el buen vino, mejora con el tiempo.

El duelo no tiene por qué ser un viaje solitario. Juntos, podemos convertirlo en una travesía compartida, donde cada recuerdo se honra y cada pérdida se envuelve en el calor de nuevas conexiones y experiencias. Porque al final, cada puesta de sol es preámbulo de un nuevo amanecer.

Facilita modelos alternativos de envejecer

El arte de envejecer está siendo rediseñado en la modernidad. La típica casa llena de risas de varias generaciones da paso a silencios individuales, y con ellos crece la sombra de la soledad, esa epidemia silenciosa que se cierne sobre muchos en sus años dorados. Pero, al igual que la sociedad se transforma, también lo hacen las formas de acompañar el otoño de la vida.

Nuevas estructuras florecen en el jardín de la convivencia: comunidades intergeneracionales y cooperativas de co-living para mayores que buscan redefinir la experiencia del envejecimiento. Estos modelos no solo ofrecen un techo, sino también una red de apoyo, compañía y servicios asequibles que celebran la vida compartida.

  • Tecnología como tejido social: ¿Cómo podríamos integrar soluciones tecnológicas que sirvan como pilares para estas nuevas comunidades? Desde sistemas de comunicación que faciliten la interacción y el cuidado mutuo, hasta plataformas colaborativas que gestionen los recursos y los servicios de manera eficiente.
  • Innovación en la convivencia: ¿Podemos promover y apoyar modelos de vivienda que abran más espacios para la conexión humana? Ideas que van desde viviendas adaptadas para facilitar la interacción hasta programas que fomenten el intercambio de habilidades y experiencias entre jóvenes y mayores.
  • Servicios compartidos: ¿Cómo podríamos respaldar redes de servicios compartidos que no solo reduzcan costos, sino que también creen oportunidades de encuentro y soporte entre los miembros de la comunidad?

Este es el momento de repensar y facilitar alternativas al envejecimiento solitario, de sembrar las semillas para que las personas mayores no tengan que enfrentar el otoño de la vida aislado. Es tiempo de cultivar espacios donde cada año vivido sea un año celebrado en compañía, donde cada experiencia acumulada sea una sabiduría compartida.

Rediseña el final de la vida

El final de la vida es tan natural como su comienzo, y sin embargo, a menudo lo envolvemos en un velo de tristeza y dolor. La despedida de este mundo no debería estar marcada solo por la melancolía, sino también por la serenidad y la aceptación. No es solo una jornada para quien se va, sino también para quienes se quedan, marcada por el amor y la memoria compartida.

  • Dignidad en el adiós: ¿Cómo podríamos transformar los últimos días en un capítulo de paz y dignidad? Facilitando ambientes cálidos, atención empática y un acompañamiento que honre la vida vivida.
  • Preservar la memoria: ¿Podríamos crear maneras de capturar y compartir las historias y recuerdos, de manera que la esencia de la persona perdure? Desde biografías digitales hasta cápsulas del tiempo que guarden sus risas, sus palabras, sus lecciones.
  • Conversaciones sin fin: ¿Cómo podemos utilizar la tecnología para mantener viva la conversación con aquellos que han partido? Innovaciones que permitan a los seres queridos seguir interactuando con los recuerdos, voces y mensajes de quienes ya no están entre nosotros.

Consideremos el final no como el cierre de un libro, sino como el paso a una nueva forma de ser recordado, honrado y amado. Con la tecnología y la empatía adecuadas, podemos reconceptualizar este tránsito como un capítulo más en la bella narrativa de la existencia humana.

Repensando la Tercera Edad

Estos mandamientos no son meros pasos a seguir, sino luces guía para superar prejuicios y forjar una nueva percepción de la tercera edad. Son impulsos para crear servicios y mensajes que no solo resuenen con las personas mayores de hoy, sino que también celebren esta etapa de la vida como un horizonte lleno de oportunidades. Nos animan a transformar la vejez en una era esperada, repleta de posibilidades, vivencias y un enriquecedor tejido social. 

Aceptemos el reto de hacer de los años dorados no el final del camino, sino uno de los mejores tiempos de la vida, un periodo que todos anhelemos alcanzar.

Imagen de cabecera: Adobe Firefly

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