Debido a mi trabajo como emprendedor, profesor, mentor y ahora director de Wayra, me he topado con cientos de emprendedores que buscan la fórmula mágica para tener éxito. Si bien no hay una fórmula que funcione para todos, sí hay una serie de consejos que creo poder aportar para evitar (o al menos mitigar) los errores típicos que cometen los emprendedores, especialmente en sus primeras andaduras. Es por ello que he compilado la siguiente lista que espero que encontréis interesante:
- Emprende algo que te guste. El camino del emprendedor no es nada fácil. De hecho, los que tenemos experiencia en ello podríamos asegurar que es el mas difícil de todos. Si vas a emprender un negocio, hazlo en un área que disfrutes y haciendo el trabajo que te apasione hacer (no todos pueden ser CEOs o Directores Generales). De esta manera, cuando empiecen a caer los golpes (y créeme que caerán) y tengas que trabajar muchas más horas que los demás, al menos lo harás de buena gana y será placentero.
- Enfócate. Lo dice el dicho popular muy claramente: “el que mucho abarca, poco aprieta”. He conocido decenas de emprendedores que creen que pueden manejar 2 ó 3 proyectos de manera simultánea y al final ninguno llega a ser exitoso. Te recomiendo que te enfoques a uno y guardes tus demás ideas para después, por supuesto que se vale cambiar lo que estás haciendo en el camino, lo que no es posible es hacer todo al mismo tiempo, especialmente cuando eres nuevo en esto de emprender.
- Busca crear algo importante, no dinero. La mayoría de los emprendedores modernos buscan generar dinero rápido, lo cual los lleva a atraer inversionistas y empleados incorrectos y usualmente perecer como empresa antes de tiempo. La idea es que tenga sentido la empresa y de preferencia que cambie (mejore) la vida de las personas a las que llega, si esto se cumple, el dinero llegará.
- Llega rápido al mercado. Por buena que sea tú idea, lo más conveniente es probarla en la etapa más temprana que puedas. Es decir, busca la retroalimentación de tus clientes potenciales antes incluso de que esté listo tu producto o servicio. Esperar a una versión final puede costarte mucho dinero y esfuerzo. Utiliza la retroalimentación constante para mejorar tu oferta y luego sal al mercado con algo que ya hayas probado.
- Cierra Versiones. Todo se puede mejorar, pero no por eso hay que esperar a un producto o servicio perfecto. Uno de los principales errores de los emprendedores, especialmente de los ingenieros, es el de seguir agregando funcionalidad al producto, lo que lleva a ciclos eternos de desarrollo. Es importante tener una primera versión y cerrarla una vez que los objetivos originales se hayan cumplido, después ya tendrás tiempo para hacer mejoras en versiones posteriores.
- Atiende una necesidad. Otro de los principales errores de los emprendedores tecnológicos es desarrollar algo simplemente porque tienen la capacidad de hacerlo, sin atender a ninguna necesidad de su público objetivo. El resultado final suele ser una tecnología que vive en busca de un mercado, causa fatal de muchas empresas. Es mucho mejor empezar al revés: dándote cuenta de que algo falta o se puede mejorar y aprovechar la oportunidad.
- Sigue tu instinto. Es recomendable que escuches a los demás: a tus clientes, mentores y amigos, pero ten cuidado porque te enfrentarás a muchas opiniones diferentes y puedes perder el norte. Sigue tu instinto y acepta consejos, pero sin perder la esencia por la que emprendiste en primera instancia. Si tratas de hacer felices a todos, caerás probablemente en la mediocridad.
- Diferénciate. Asegúrate de tener algún valor diferencial importante respecto de tus competidores. No es suficiente hacer lo mismo que el otro, debes de hacerlo mejor, más barato o de manera distinta para poder destacar en el mercado. Tu empresa debe de tener alguna ventaja clara con respecto del resto y, además, debe ser sostenible en el tiempo para que no llegue alguien más grande y compita con tu misma ventaja.
- Persiste. El éxito normalmente tarda en llegar, por lo que tendrás que ser persistente en tu intento por alcanzarlo. Si te frustras rápidamente, emprender no es lo tuyo. No hay que confundir persistencia con obstinación: sé persistente pero también aprende a perder. Uno de mis dichos favoritos es “pierde, pero no pierdas la lección”. Aun perdiendo, puedes ganar valor y experiencia.
- Delega. Tienes que aprender a delegar, no puedes hacerlo todo tú solo. Es muy común que los emprendedores crean que sólo ellos pueden hacer algo bien y estén metidos en todo. Esto eventualmente les puede llevar a la ruina. Conforme las empresas crecen es esencial que encuentren especialistas para diferentes áreas. Apóyate en gente de confianza que eventualmente puedas entrenar para que sean mejor que tú en una área específica y dales poder para llevar las tareas a cabo.
- Controla tu ego. Es para muchos difícil el ser criticado, pero siempre hay que aprender a escuchar. La soberbia es enemigo natural del éxito, por lo que si te cierras al mundo acabarás siendo el único cliente de tu desarrollo.
- Pierde el miedo. Rétate, explora y atrévete a hacer cosas que no hayas o no se hayan hecho. Si bien es cierto que si no lo intentas no fallarás, también es cierto que si no lo intentas nunca tendrás éxito. La mayoría de los emprendedores con mayor éxito cometieron muchos errores de los que aprendieron y eso los hizo mejores y más valiosos al final.
- Ayuda a los demás. Esto es algo que, en México, ocurre mucho. Tendemos a hacer un recorrido sin fijarnos en aquellos a los que pisamos, sin pedir ayuda y sin ayudar. Si llegas a tener éxito, regresa un poco a los que van detrás de tu camino y al propio ecosistema. Además de generar buen karma impulsamos la imagen de México de cara al exterior, y el que haya más proyectos exitosos nos ayuda a todos, ya que mejora las condiciones para las siguientes generaciones de emprendedores.
Si bien es complejo dogmatizar cualquier tipo de norma relacionada con el emprendimiento (después de todo emprender es una aventura), quizá podáis valeros de estos consejos. Y, por supuesto, ampliar la lista con alguna de vuestras experiencias. ¿Se os ocurre alguna?