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5G para la gestión de espacios públicos en las ciudades

A día de hoy, las ciudades acogen a más de la mitad de los habitantes del planeta. En concreto a un 55% de ellos. Pero a cifra va en aumento. Para 2050, según una proyección realizada por la ONU, vivirá en zonas urbanas un 68% de la población mundial. A los que ya habitan entre asfalto y hormigón se sumarán otros 2.500 millones de personas, muchas de ellas en Asia y África. Los espacios públicos urbanos, por tanto, cobrarán cada vez mayor importancia.

Y en la necesaria gestión de los espacios públicos destacarán los beneficios del 5G. La nueva red de telecomunicaciones permite automatizar algunas tareas y aumentar la eficiencia de algunos procesos urbanos. Solo hay que pensar en el mobiliario urbano de las calles y aplicar la tecnología.

Las farolas, los semáforos e incluso las papeleras se podrán reforzar con sensores y una conexión a la red. Esto no es otra cosa que Internet de las Cosas, que de forma masiva solo es posible con el 5G. Y la ventaja de esto es la posibilidad de que tanto la iluminación como el riego de parques o el funcionamiento del transporte público se adapten a las necesidades de cada zona y de cada momento.

El 5G para las calles o cómo mejorar los espacios públicos

A lo largo de los últimos años, en plena búsqueda de aplicaciones para la conectividad 5G, se ha teorizado sobre su uso en múltiples contextos. Las aplicaciones sobre terreno urbano se cuentan entre las más estudiadas. El informe de Accenture Strategy ‘Smart Cities: How 5G Can Help Municipalities Become Vibrant Smart Cities’ señala algunas de ellas.

El ámbito de la iluminación de las calles forma parte de estos espacios públicos donde el 5G puede ser determinante. Gracias a la tecnología se podría lograr una gestión inteligente y automatizada del gasto eléctrico. Los proyectos que se han puesto en marcha por ahora contemplan el uso de sensores para regular el nivel de luz según la afluencia de esa área.

Las farolas, gracias a cámaras y otro tipo de sensores, podrían reducir la luz cuando no haya peatones ni vehículos. Esto contribuiría a ahorrar en electricidad y, por tanto, en gasto público y, de paso, en consumo energético. Al final devendría en una rebaja de las emisiones o, al menos, del gasto eléctrico. De la misma forma, los vecinos de esa área sufrirían en menor medida la contaminación lumínica. Algo que también sería positivo para las aves que puedan frecuentar los árboles cercanos. En San Diego se ha iniciado un piloto en este sentido y se espera ahorrar 1,9 millones de dólares anuales gracias a la regulación de la luz en las calles.

El riego de parques y jardines también es otro de los ámbitos que se podrá beneficiar del 5G. Se trata de espacios públicos que requieren constante atención. En la época más calurosa del año necesitan regarse todos los días, si la región tiene sol y altas temperaturas. Pero no todas las semanas son iguales. Y, si ha llovido o coincide una racha de varios días con temperaturas moderadas, sin sol, es posible ahorrar agua. Gracias a sensores de humedad, para evaluar el estado de la tierra y del aire, así como para medir la temperatura, el riego se puede regular de forma automática. De esta forma, la gestión de estos espacios públicos será más eficiente.

El transporte en la ciudad

En el informe de Deloitte ‘5G in government: The future of hyperconnected services’ se detalla cómo la nueva conectividad transformará las operaciones gubernamentales y los servicios públicos. Uno de ellos será el transporte público en las ciudades. Y es que un control preciso de la ocupación que tiene un autobús o de las personas que se encuentran en las paradas permitirá regular las frecuencias. Inclusos se podrán generar rutas dinámicas en relación a la demanda de destinos y según la popularidad de las paradas en cada momento.

Si bien una de las mayores ventajas estará en la reducción del tráfico. Dentro del transporte urbano, el tráfico en las vías en una de las grandes asignaturas pendientes en las ciudades populosas. Y con 5G sería posible crear un sistema de gestión más eficiente. Gracias a la instalación de sensores en semáforos y puntos calientes de las calles se podría regular el tráfico de manera que se generen menos cuellos de botella.

La introducción de los coches autónomos, para los cuales se requiere 5G, será otro nivel en la gestión eficiente del tráfico. Y es que de esta forma, los vehículos se podrán hablar entre ellos. Una manera de predecir desplazamientos y evitar atascos.

También el aparcamiento de hará de forma más eficiente. Unos sensores instalados en las farolas podrán identificar qué plazas libres hay en ese lugar de la calle. El conductor recibirá un mapa con los sitios disponibles. De esta forma se evita a los coches dando vueltas para buscar aparcamiento, simplemente podrán dirigirse hacia donde lo haya.

Uso real del 5G en gestión de espacios públicos: el caso de Torremolinos

En España, uno de los pilotos para mejorar la gestión de espacios públicos con 5G se ha establecido en Torremolinos. El Ayuntamiento de esta localidad malagueña multiplica su población hasta alcanzar los 400.000 habitantes en época estival. El incremento es sustancial, pues se parte de unas 70.000 personas, que viven todo el año allí. Esto hace que la red corra peligro de saturarse. Y los servicios municipales conectados no pueden sufrir ningún perjuicio.

De ahí que se haya puesto en marcha un proyecto impulsado por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, a través de Red.es, y del que Telefónica es partner tecnológico. Su objetivo es dotar de 5G al centro de la ciudad y a la playa de Torremolinos. La iniciativa contempla la posibilidad de conectar los recursos municipales mediante una red privada, algo que con el 5G es mucho más sencillo. De esta forma, la disponibilidad de recursos no será un problema, porque este tipo de servicios funcionarán de forma independiente y evitarán posibles congestiones de la red comercial.

El proyecto también ha añadido mayor valor a las comunicaciones, gracias al edge computing, que permite procesar datos de forma más rápida. Una de las aplicaciones es el análisis en tiempo real del vídeo capturado por una cámara móvil conectada por 5G. Para ello se usa inteligencia artificial, capaz de determinar, por ejemplo, aglomeraciones de personas.

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