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Protocolo RCS: ¿tiene sentido ante el dominio de WhatsApp? 

El teléfono móvil es, salvo excepciones, la herramienta de comunicación que más utilizamos a diario. Desde este ordenador en miniatura podemos enviar y recibir correos electrónicos, mensajes SMS, realizar llamadas de audio y video o comunicarnos a través de aplicaciones como WhatsApp o Telegram. Y aunque el SMS no sea el más popular en países como México o España, ya tiene sustituto, el protocolo RCS. Todavía estamos en fase de transición. Pero conviene que sepas en qué consiste este nuevo protocolo de mensajería instantánea.

Apple ha incorporado recientemente el protocolo RCS a su aplicación de mensajería, Mensajes. En inglés iMessage. De manera que si tienes iPhone, iPad, Mac o Apple Watch, ya puedes enviar y recibir mensajes RCS. Hace unos años, ya hablábamos de este estándar. Si actualizas tu iPhone a iOS 18, podrás usar RCS desde la app de mensajes oficial. Y si eres usuario de Android, también puedes enviar y recibir mensajes RCS desde la app por defecto, Mensajes de Google.

Como toda nueva tecnología, existen dudas sobre si realmente es necesario incorporar el RCS. Siendo una mejora del protocolo SMS y MMS, que ya llevan mucho tiempo entre nosotros, toda mejora es bienvenida. Caso aparte es que lo utilices mucho o poco. En España, el uso de WhatsApp, Telegram, Facebook Mensajes, TikTok o Instagram está tan extendido que, para uso personal o profesional, no se note tanto el cambio. Pero el SMS sigue empleándose para recibir códigos de seguridad o notificaciones importantes. 

Qué es el protocolo RCS

RCS es el acrónimo de Rich Communication Services. Es decir, Servicios de comunicación enriquecidos. Fue desarrollado por la GSMA, es decir, la asociación que reúne a más de 750 operadores de telefonía y más de 400 empresas relacionadas con las telecomunicaciones. Así que no es algo que haya inventado una empresa en solitario, como WhatsApp o Telegram. Del protocolo RCS se viene hablando desde 2008, y se empezó a utilizar en 2016. Aunque el usuario de a pie todavía no haya oído hablar de él hasta hace poco. 

El objetivo del protocolo RCS es sustituir los protocolos SMS y MMS, los que sirven para enviar y recibir mensajes de texto. Así, RCS ofrece mejoras con respecto a los anteriores. Algunas son muy prácticas para el día a día, como el soporte para imágenes y video, el envío de archivos, funcionalidad de grupos de chat… Y, por otro lado, incorpora funciones como compartir tu ubicación, videollamadas, soporte para WiFi y cifrado de extremo a extremo. Esta última es importante, en especial si tenemos en cuenta que el SMS se utiliza mucho para engañar mediante técnicas de phishing o similares.

Protocolo RCS en Android

Mientras que el estándar SMS se limita a mensajes de texto, con límite de caracteres, y poco más, el protocolo RCS acerca los mensajes SMS a lo que son hoy en día las aplicaciones de mensajería instantánea: grupos de conversación, enviar archivos, compartir ubicación, videollamadas, reacciones a los mensajes, stickers, cifrado de los mensajes… Y al ser un protocolo estándar, diseñado por todas las empresas y proveedores implicados, no está sujeto a un único operador o compañía. Por lo demás, no debes preocuparte, ya que ambos protocolos, SMS y RCS, convivirán durante una buena temporada.

Por qué Apple integra ahora RCS en su app de mensajería

Android ofrece soporte para el protocolo RCS desde hace años. También la app de mensajes de Samsung desde no hace mucho. Y Apple lo ha incorporado este otoño de 2024, con la actualización de iOS 18 y demás sistemas operativos propios. Si no lo ha hecho antes es, principalmente, porque ya cuenta con su propio protocolo de mensajería instantánea, el que utiliza la app Mensajes, en inglés iMessages. Esta aplicación es la encarga que unificar el envío de mensajes desde iPhone, iPad y Mac, y sirve tanto para los SMS como para los mensajes de su protocolo. 

Pero a diferencia de la app Mensajes o WhatsApp, el protocolo RCS funciona gracias al soporte de los proveedores de telefonía, como ocurre con el SMS. No está limitado a una aplicación, como sí sucede con las apps antes mencionadas. Y esto supone libertad para el usuario, ya que no depende de una única aplicación y una única empresa. Esto es importante, porque cuando se creó el SMS, todavía no existía un ecosistema tan rígido en el que dependemos de unas pocas empresas como Google, Apple, Microsoft, Amazon o Meta. Todo estaba por hacer, y aunque había gigantes como AOL o Yahoo!, se apostaba más por los protocolos abiertos.

El problema de las burbujas verdes y azules

Que Google apoyara el protocolo RCS antes que Apple y haya luchado por implementarlo no es algo que se reduzca a un acto de bondad. El motivo real es que en países tan importantes por el número de usuarios como es Estados Unidos, iMessages es una app muy popular. Así, cuando un usuario de Android se envía mensajes con uno de iOS, los mensajes del primero aparecen de un color distinto. Como burbujas verdes. 

Las burbujas verdes son algo que afecta, en especial, al público más joven, ya que las burbujas azules, las que identifican a usuarios de iPhone, implican un estatus de diferenciación. Es un fenómeno que viene sucediendo desde hace años, y que ha obligado a Google a buscar maneras de ganarse el favor del público, sin éxito. Su última baza consiste en promover el protocolo RCS. Una pequeña victoria. Si bien no resuelve el problema de base, ya que las burbujas verdes seguirán existiendo.  

El SMS más allá de Estados Unidos

Si vives en España, México, Argentina, Reino Unido o Brasil, es muy probable que te preguntes, ¿cómo me afecta a mí el protocolo RCS o las burbujas verdes y azules? El motivo es que, aunque hace mucho que vivimos en un mundo global, todavía hay muchas particularidades según en qué país o zona residas. Si bien el SMS se sigue utilizando a diario, especialmente por parte de empresas, bancos y organismos gubernamentales, el usuario de a pie hace mucho que abandonó el SMS por otras opciones más económicas.

El protocolo RCS será una alternativa a apps como WhatsApp o Telegram

Países como México, Finlandia, España o China son los mayores consumidores de apps de mensajería instantánea. En algunos casos, porque ofrecen muchas más opciones. En China, sin ir más lejos, pueden enviar y recibir dinero o realizar toda clase de tareas que en otros países requieren varias aplicaciones simultáneas. Y en territorios como México o España, apps como WhatsApp supusieron una oportunidad de enviar y recibir mensajes sin pagar por cada mensaje, como sí sucedía con el SMS antes de la llegada de los planes ilimitados. En Europa, esto sucede en Francia, especialmente, pero también en Suecia o Dinamarca.

Estados Unidos es uno de esos casos. Desde siempre ha contado con paquetes de SMS económicos que han facilitado su uso intensivo. Y aunque WhatsApp, Facebook Messenger o Snapchat son muy populares, al ser un país con una población de 340 millones de personas, también son populares Google Messages o iMessages, las apps por defecto de Android y iOS, respectivamente, para gestionar mensajes SMS.

La postura europea y el papel del protocolo RCS

En definitiva, actualizar el protocolo SMS a uno más moderno es algo inevitable. Y más si tenemos en cuenta que RCS incorpora cifrado de mensajes y de extremo a extremo. Lo que aumentará la seguridad y evitará el uso fraudulento de mensajes de texto. Es algo en lo que todas las organizaciones estatales y supranacionales parecen estar de acuerdo. También los proveedores de telefonía, si bien el despliegue del RCS no es homogéneo. Si eres cliente de Movistar y O2 en España, ya puedes usarlo. En Estados Unidos, hay compañías que todavía están en ello.

En Estados Unidos, el uso del protocolo RCS ha sido una mezcla entre intereses comerciales, conflictos entre Google y Apple, y la necesidad de adoptar estándares más seguros en un contexto en el que la telefonía móvil es omnipresente para cualquier tarea personal o profesional. Identificarte en un sitio web o ante un organismo público, realizar operaciones bancarias, acceder a determinadas aplicaciones y servicios…

Por parte de la Unión Europea, a estas razones de seguridad se les añade la libre competencia entre empresas. WhatsApp es un buen ejemplo. Su porcentaje de penetración en países como España, Italia y Portugal supera el 90%. Y en Rumanía, Irlanda, Países Bajos o Alemania no baja del 80%. Como decíamos al explicar qué es el protocolo RCS, se trata de una tecnología que no depende de una sola app o una única empresa. Puede ser utilizada por cualquiera, lo que beneficia a competidores de Meta, Google o Apple, así como a los usuarios que no quieren depender de estos gigantes de Internet.

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