¿Has escuchado la palabra omnichannel? Es una palabra que se utiliza muy a menudo en el mundo del marketing. Como su propio nombre indica, se refiere a los múltiples canales de venta a disposición del consumidor, que pueden incluir tiendas físicas, pop-ups, web o apps.
El omnichanel, que en su origen se centraba en el mundo físico, se ha expandido al mundo digital. La estrategia digital se ha convertido en la pieza más importante para la mayoría de las empresas, pero los expertos en marketing aún no saben cómo conectar el mundo online y el offline.
Los clientes utilizan diferentes canales a la hora de adquirir un producto. La primera vez que contactan con el producto posiblemente sea en RRSS o en televisión. Una vez que dicho producto ha llamado la atención del público, pueden consultarlo online para valorar precios o modelos; después, el cliente potencial acude a una tienda física para probar el producto (sobre todo en moda y electrónica) y finalmente decidir si lo adquiere, ya sea en la tienda física o más tarde de forma digital.
Los numerosos puntos de contacto entre el producto y el cliente potencial son los que dificultan el trabajo de los profesionales del marketing para entender e interpretar las necesidades del público. Es complicado establecer porcentajes de qué clientes prefieren el servicio online y qué clientes optan por un método más tradicional.
Uno de los objetivos del marketing es capturar la atención del consumidor para ofrecerle más productos relacionados con sus necesidades. El omnichannel influye también en la personalización de la experiencia. En el medio online es relativamente sencillo ofrecer un entorno personalizado que seleccione los productos más adecuados para cada consumidor, sin embargo, al acercarse al medio offline, el cliente puede verse perdido al no encontrar en una misma sección los productos que considera relevantes para su compra. Por ejemplo, un consumidor puede valorar diferentes productos online y acercarse a una tienda local para probarlo, una vez que llega a la tienda puede verse atraído por otra opción con una mejor oferta o puede ser que dicha tienda no tenga disponible el producto que ha llamado la atención del consumidor en el medio online.
Estos factores hacen que en el salto de medio online a offline se pierda a un cliente potencial, sin saber a ciencia cierta qué ha llevado al consumidor a cambiar de decisión. Lo que provoca una pérdida de datos fundamentales.
¿Cómo solucionar la pérdida de datos?
Una solución podría ser englobar todas las bases de datos de la empresa en una gran base de datos que compare y analice los datos, algo que llevaría muchísimo esfuerzo, ya que capturar información sobre los patrones de compra offline es aún bastante tedioso.
Audience and Attribution permite a los profesionales del marketing y empresarios utilizar las bases de datos de Telefónica para encontrar patrones de compra, intereses y crear perfiles de los visitantes de un comercio online. Además, identifica los intereses de los usuarios que acuden físicamente a un negocio, incluyendo a usuarios que se encuentren cerca de anuncios físicos, como carteles o vallas publicitarias.
Audience and Attribution permite, por tanto, recolectar información sobre los consumidores online y offline, y también valorar la rentabilidad de inversiones publicitarias, ya que puede registrar cuántos usuarios que han sido alcanzados por un anuncio físico, han visitado el establecimiento, ya sea en su versión online u offline.
Para no perder información cuando los consumidores se mueven en un medio offline, también puede utilizarse Luca Store que permite estudiar los movimientos de los clientes mientras se encuentran en un establecimiento, registrando qué productos observan y cuáles compran.
¡Por fin, profesionales del marketing y empresarios podrán tener una visión 360º del negocio!