A menudo, cuando hablamos de movilidad conectada lo primero que nos viene a la cabeza son los coches conectados. En cambio, este concepto es más amplio y engloba a las carreteras inteligentes y la adaptación de todas aquellas infraestructuras que hacen posible la conducción y una mejor asistencia en carretera.
En pleno 2021, estamos inmersos en la revolución de la movilidad y ello se debe, en gran parte, a la aplicación de la red 5G, así como de otras tecnologías clave, como el IoT (Internet de las Cosas en español) o el Edge Computing. Todo ello, sitúa al futuro de las carreteras como un elemento activo que proporcionará información a los coches e viceversa, ofreciéndonos una conducción mucho más segura y eficiente.
Según recoge el informe ‘Cuestiones de Seguridad Vial, Conducción Eficiente, Medio Ambiente y Contaminación’ del Ministerio de Fomento con la DGT, el 90% de los accidentes de tráfico son causados por el factor humano.
Se trata de un alto porcentaje de siniestros por esta casuística, de manera que «la digitalización de la red vial es esencial para ofrecer una asistencia a la conducción que permita disminuir de forma drástica los accidentes debidos a errores humanos», explican Leticia López Domingo, experta en 5G y comunicaciones vehiculares, y Alejandro Alonso Portero, experto en proyectos de innovación tecnológica 5G, ambos en Telefónica, a Think Big.
Una conducción más segura con los coches conectados y las carreteras inteligentes
Hablamos de movilidad conectada cuando, tanto el automóvil como la infraestructura de la carretera están conectados entre sí. Aquí, la red 5G y la tecnología C-V2X (Cellular Vehicle-to–Everything) son imprescindibles para lograr que el tráfico rodado se comunique con su entorno. Una de las principales capacidades de esta tecnología es informarnos sobre posibles riesgos en la carretera, como un accidente, autopistas en obra, etc., gracias a la información que genera y envía en tiempo real entre vehículos conectados.
De manera que son diversos los servicios que puede ofrecer esta nueva movilidad a los conductores. Según Leticia López y Alejandro Alonso, algunas de las aplicaciones clave son:
- La sensorización de equipos de gestión de tráfico, a través de semáforos, señales, paneles informativos, etc. Con el fin de mejorar la seguridad vial y la eficiencia a lo largo de la carretera.
- La virtualización de los puntos negros con el objetivo de reforzar la seguridad en estas localizaciones.
- Peajes inteligentes como soluciones de tarificación dinámica con cobro automático. Así, los peajes free-flow podrán asignar tarifas individualizadas, según la contaminación de cada coche, el peso o la ocupación en el mismo, etc., a través de la tecnología de identificación de vehículos y ocupación.
- Túneles conectados y seguros con detección automática de incidencias mediante la aplicación de sensores, cámaras de vídeo y el sistema DAI (Detección automática de incidentes), que permite establecer una jerarquía de las incidencias, enviando solo las alarmas pertinentes.
Un paso hacia la movilidad inteligente: el túnel Cereixal
Telefónica está trabajando en un piloto 5G en Galicia para la asistencia a la conducción en el túnel Cereixal (Lugo), un proyecto en el que trabajan Leticia y Alejandro. El objetivo de esta iniciativa es ofrecer una movilidad conectada a los vehículos que circulen por esta infraestructura, tanto a la entrada como durante el trayecto por el mismo.
A día de hoy, este proyecto «está en una fase bastante avanzada, siendo nuestra intención finalizarlo, aproximadamente, en junio de este año«, cuentan. Sin embargo, poder aplicar todas las ventajas de la movilidad conectada en este túnel ha supuesto todo un desafío en muchos ámbitos.
Como es el caso de dotar de conectividad 5G el interior del Cereixal, ya que «las ondas electromagnéticas en interiores como los de los túneles (curvatura, forma tubular) son especialmente complejas», prosiguen Leticia y Alejandro. Para ello, han tenido que cubrir el interior de la infraestructura con antenas 5G, situadas en cada una de las dos bocas orientadas hacia el interior.
También, han desplegado sensórica en el túnel, concretamente, nueve cámaras DAI, dos cámaras térmicas, una cámara OCR – que identifica a los vehículos eléctricos -, otra cámara de OCR – que detecta mercancías peligrosas -, un opacímetro – que sirve para medir la opacidad de la emisión de humos en vehículos diésel – y una estación metereológica con sensor de estado de pavimento y nivel de visibilidad a la salida del túnel. A la par que han desplegado el Edge Computing en la central de Telefónica de Montiño (La Coruña).
Como podemos ver, todo el equipo que trabaja en Cereixal ha logrado una infraestructura inteligente y conectada. Pero, no todo termina aquí, como decíamos antes, para hablar de movilidad conectada necesitamos de dos sujetos: infraestructura y automóviles. Este es el próximo reto al que se enfrentan: «dotar de conectividad a los coches y realizar pruebas in situ, de los diversos casos de uso, focalizados en aumentar la seguridad de los automóviles que circulan por el túnel», resumen Leticia y Alejandro.
Ventajas del despliegue de la red 5G en carreteras inteligentes
La red 5G tiene un papel fundamental dentro de la movilidad inteligente, gracias a la latencia ultrabaja, hasta de un milisegundo, que permite que los coches conectados puedan comunicarse sin retardo y reaccionar al instante ante situaciones de emergencia. Esto es posible con el despliegue del servidor MEC en el borde de la red y la optimización inherente a la propia radio 5G. Aunque, «de momento, tenemos la red 5G en fase 1«, comentan.
Siendo clave, también, para la densidad de dispositivos conectados, ya que con esta red se multiplica por un millón/km cuadrados el número de dispositivos conectados a un antena. Además, de ofrecer una mayor seguridad con comunicaciones cifradas y aisladas, mayor ancho de banda de subida, uplink, etc.
Nos encontramos ante una gran revolución. Dentro de unos años conduciremos automóviles conectados en carreteras inteligentes que nos ofrecerán una conducción más segura e informada. Por ejemplo, las autopistas conectadas nos informarán si hay un corte, un cierre, un accidente, etc., también, podremos conocer cuándo un semáforo va a cambiar de color, si hay ciclistas o peatones cerca. En definitiva, estaremos ante una mejor gestión del tráfico y carreteras mucho más seguras.
Aunque, para llegar a este punto, será necesario «el despliegue del 5G en la totalidad del territorio«, tratándose de una realidad que ellos ven «a largo plazo», cuentan Leticia y Alejandro.
Imagen de cabecera por Amarnath Tade.