El aprendizaje para ser programador en 42 empieza desde el principio. Hay partes de los proyectos que se componen más de una reflexión previa y planificación. Mientras que la otra parte, la propia escritura del código, se lleva a cabo con herramientas específicas. Sin embargo, los estudiantes del campo tienen libertad para utilizar las que prefieran.
Hay que dividir el aprendizaje que tiene lugar en 42 en dos fases. Una de ellas es el tronco común, que todos los estudiantes comparten. La otra consiste en un camino propio, que elige cada persona. Lo hace en función de sus afinidades y de sus intereses, con total libertad para tomar esta decisión.
En función de estas fases se utilizan y se aprenden diferentes lenguajes de programación. “Los primeros proyectos son todos en C”, explica Thomas Holzheu, que forma parte del staff en 42 sin ser profesor, y que también fue estudiante en la escuela. “Después, en el tronco común, ya tocan un poco todos los lenguajes. Hay proyectos web. Puedes aprender Python o JavaScript o Ruby. Hay proyectos de iOs, de Android. Ya se trata un poco de lo que a ti te guste y te llame. Pero lo fundamental, que es la parte común, es en C.»
Los estudiantes pueden acudir al campus a aprender a ser programador en 42 cuando quieran. Parte de las ventajas que tiene el programa es el acceso al espacio. “Contamos con unas instalaciones abiertas 24h, los 7 días a la semana, con filas y filas de iMacs donde poder trabajar, espacios de descanso y un estudio donde se realizan actividades de todo tipo”, cuenta Ana Aparicio, estudiante en 42 Madrid, en referencia al equipamiento del campus. “Es un ambiente que invita a quedarse. Yo actualmente estoy entre Alicante y Madrid, y es cierto que tengo poca oportunidad de ir presencialmente, pero me han contado que unos cuantos se quedan algún día del fin de semana durante 24 horas y estoy deseando probarlo”.
Programación en 42: herramientas al alcance de todos
A la hora de escribir código, los programas que usan los estudiantes son sencillos. «Programan directamente en la terminal del Mac, que es lo que nosotros tenemos en el campus”, apunta Holzheu. “Ellos pueden usar diferentes editores de texto, pero no es ningún programa específico». Se trata de editores de texto orientados a programación. A partir de ahí, cada persona elige el que prefiera.
Carlos Navarro Rosario, también estudiante de 42, destaca la libertad de elección que se facilita a los asistentes a los cursos de la escuela: “En realidad 42 es muy libre para esto. Solemos usar por norma general Vim o Visual Studio Code. Pero realmente cada uno elige la IDE (Integrated Development Environment) que más le guste. Yo uso esas dos, pero si tengo que usar otro lenguaje y hay otra que me guste más me adapto a ello. Hay gente que usa Xcode, Sublime Test, Neovim, o incluso el bloc de notas”.
Tal y como indica Carlos, existe una gran variedad de editores de texto que se emplean en la escuela. Depende del estudiante elegir el que más le convenga para cada proyecto, teniendo en cuenta la naturaleza del mismo y el lenguaje de programación necesario.
La resolución de problemas
Las herramientas para programar van más allá del editor de textos. Una de las claves para avanzar en los proyectos y en cualquier trabajo con código que se complique es la resolución de problemas. Para esto se necesita seguir un método de prueba-error, pero también documentarse y asesorarse sobre la cuestión en sí.
La metodología que incentiva la programación en 42 tiene mucho que ver con esta búsqueda de soluciones. Y está diseñada para que se haga en un entorno real, similar al que se enfrenta el trabajador de una empresa. “Nos han enseñado a encontrar nuestros propios recursos. Para mí es como si te dieran un libro de texto de programación, donde han borrado todas las explicaciones y te han dejado solo con los ejercicios”, señala Ana.
Dentro del campus existen recursos y el programa para documentarse. Si bien la interacción entre compañeros es fundamental. “Es cierto que contamos también con una colección importante de vídeos que nos introducen en conceptos de programación y que son muy útiles”, comenta Ana. “Pero finalmente la forma de aprender se define muy bien en uno de los lemas de 42: ante una duda, pregunta a tu compañero de la izquierda, luego al de la derecha y si no encuentras la respuesta, busca en Google”.
Además, la red de la escuela permite la creación de un enorme foro interno, que también puede ser una herramienta útil para resolver problemas. “Contamos también con canales muy activos de Slack, no solo del campus de Madrid sino de toda la red de 42 en el mundo, donde se comparten y resuelven dudas sobre los ejercicios, cuestiones pedagógicas o administrativas y de programación en general”, expone Ana.