Carreras STEAM

Amor a primera vista

Los momentos de duda hasta decidir qué estudiar y empezar la carrera van acompañados de tu entorno, de tus intereses y de la recomendación de tus padres o tutores. En mi caso, sufrí un flechazo a los 13 años cuando ese verano tuve la oportunidad de ver los proyectos que se llevaban a cabo y cómo trabajaban en el Instituto de Automática Industrial del CSIC. Cuando pregunté, y me dijeron que la mayor parte de las personas que trabajaban allí eran ingenieros de telecomunicaciones, supe que eso era lo que quería ser de mayor.

Cuando te enfrentas a si tu nota es lo suficientemente alta para elegir una carrera técnica, es otro reto que superar. En mi época, Teleco era la segunda nota más alta de selectividad y yo solo era una chica normal, trabajadora y con fuerza de voluntad. Esos eran mis “activos”.

Los momentos de duda, también surgen durante la carrera. Ingeniería Superior de Telecomunicación eran seis cursos y el PFC que normalmente suponía otro año más: siete años en total. ¡Qué vértigo!

El primer año te surge una crisis de confianza, y piensas: “aquí están los mejores, aunque hay un porcentaje importante que suspende, yo debo ser de ese porcentaje”. Y a pesar de estudiar mucho puedes llegar a suspender, y estar tentada de dejarlo. ¡Ahí toca decidir! Aprender a no hundirte y ver qué hacen los que aprueban. Te replanteas el enfoque y ves que, tal vez, lo has planificado mal. ¡Toca recomenzar! Empezar a estudiar y prepararte los exámenes de otra forma, y ¡qué cosas! En mi caso, así lo hice, y no solo me recuperé, sino que empecé a sacar buenas notas y acabé en siete años como la mayor parte de mis compañeros.

Cuando estaba estudiando, ya me preguntaba ¿qué hago al terminar?, ¿qué trabajo me gustaría hacer? Telefónica, en esa época, ya era la meca para los ingenieros de telecomunicación en España, la empresa en la que todos queríamos estar. A día de hoy, y tras casi 24 años en esta compañía, sigo pensando que es uno de los primeros lugares por los que apostar.

Alguien me dijo en mi época universitaria y tras mi mal comienzo que, “en las grandes corporaciones solo entran los mejores y se mira mucho tu CV académico, pero tienes otras empresas que sí te aceptarán”. En este momento, en el que estoy a un año de celebrar mis bodas de plata con Telefónica, confirmo que no es cierto. Tienes que empezar por sentirte orgullosa de conseguir estudiar una carrera STEM, perdonarte a ti misma los fallos porque no tenemos que ser “perfectas”. Además de las experiencias y los “errores” que cometes, durante el camino se aprende. Al igual que cuando tropiezas y te caes, luego te levantas y vuelves a intentarlo, pero mucho mejor y más fuerte.

Hacer una carrera STEM me permitió dedicar básicamente toda mi carrera profesional a la innovación, escribir dos libros y muchas cosas que nunca pensé que haría. Para mí es un privilegio trabajar en innovación, tener una ventana de acceso al futuro y participar en definir cómo va a ser ese futuro. Y eso es apasionante.

Las carreras STEM están alrededor de todo lo que hacemos, de lo que disfrutamos, de lo que nos ayuda y da soporte. Están en todas partes. Hoy en día la tecnología y la ciencia están presentes en todos los sectores: en la industria del arte, en el deporte, en el sector de la salud, la moda… Realmente puedes elegir cualquier sector en el que te gustaría trabajar.

Carreras STEAM

¿Qué quiero ser de mayor? El futuro está en las profesiones STEM

Y es que, si miramos a las profesiones del futuro, lo que vamos a ver de forma cada vez más frecuente y con absoluta naturalidad, son combinaciones entre profesiones de humanidades y las tecnológicas o de ciencias. La metodología STEM+A, que ya se incorpora en la formación y la educación, es un claro ejemplo de la riqueza que se obtiene en la innovación al conectar y crear esas combinaciones entre ciencia, tecnología, ingeniería, arte/diseño y matemáticas.

Si una joven tiene dudas y se pregunta: “Me gusta la lengua, me gustaría ser lingüista, pero ¿en qué puedo trabajar?”, tal vez deberíamos contar que lingüista computacional es una de las profesiones que ya está teniendo gran demanda; hoy en día son esenciales por ejemplo para entrenar a los chatbots, un canal de comunicación entre las empresas y sus clientes que cada vez tiene más relevancia.

O tal vez, poder ser una “detective de datos”, que es una mezcla entre ingeniera de datos y CSI. Haciendo preguntas y buscando qué respuestas nos dan los datos, para poder tomar decisiones más acertadas en todos los ámbitos de la vida, como puede ser en medicina, infraestructuras, nuevos productos y servicios.

Si te gusta el mundo de la moda podrías ser, por ejemplo, estilista de hologramas, que ayuda a los clientes a determinar cómo debe ser estéticamente su holograma ver varios outfits antes de comprar ropa. Este estilista debe saber de moda, ser capaz de diseñar moda y accesorios, pero también debe saber de tecnología para traducir esos diseños en realidad aumentada o virtual. O también, por qué no “quiero ser diseñadora de moda virtual”, que será imprescindible en el metaverso, un mundo que veremos explotar en los próximos años.

Tal vez, ¿quieres ser una chef? Una “chef de comidas en impresión 3D”, una chef desarrolladora capaz de programar comidas para impresoras 3D.

¿Quizá serás gestora de equipos hombre-máquina? Que implica ser capaz de crear sistemas a través de los cuales los humanos y las máquinas puedan interactuar y puedan trabajar juntos para obtener mejores resultados. Combinando habilidades de Inteligencia Artificial o robots como precisión y velocidad con fortalezas humanas como empatía, conocimiento, etc. Eso implica conocimientos de ambos campos: humanidades y tecnologías.

Estas son algunas predicciones, algunas son ya una realidad, pero nadie sabe a ciencia cierta cuáles van a ser las profesiones del futuro, porque muchas de ellas no existen hoy en día.

Experiencias, referentes y conocimientos: apostamos por el talento femenino

En Telefónica, apostamos por las jóvenes de nuestro país. Seguimos creyendo en la necesidad de conectar y acercar los referentes femeninos a las jóvenes que serán las nuevas profesionales del futuro. Es algo que debemos hacer.

De entre la gran cantidad de actividades y programas de la compañía que ya realizamos y que seguiremos impulsando, me gustaría hablar de #GirlsLoveTech. Una iniciativa dónde estoy involucrada desde su creación e implementación. Su objetivo es ofrecer la posibilidad de acercar aún más el talento femenino y las expertas que tenemos dentro de la compañía, con el fin de que las jóvenes de nuestro país encuentren apoyo y respuestas a sus preguntas.

De forma que, esas jóvenes que en estos momentos se encuentran haciéndose esas preguntas que yo me hacía cuando tenía 13 años, puedan contar con mentoras que ayuden a orientar su carrera o encontrar los caminos para su futuro. O que las jóvenes puedan asistir a masterclass de mujeres STEAM donde comparten la realidad de lo que hacen en una empresa tecnológica como Telefónica, con un reflejo e impacto positivo en nuestra sociedad.

Nos sentimos muy orgullosos de la voluntariedad e involucración de nuestras compañeras y colegas en Telefónica. Todas ellas sienten esa necesidad de compartir, dedicar su tiempo, conocimientos y experiencias STEAM con las jóvenes. Haciendo posible seguir trabajando en romper esa brecha de género, objetivo que merece el esfuerzo y dedicación por nuestra parte. Todo ello con el fin último de lograr un incremento de jóvenes que logren terminar sus estudios con éxito, y confirmar a las jóvenes que no se equivocan si elijen una carrera STEAM.

Mi última recomendación: sed flexibles, realmente no se sabe qué profesiones nos depara el futuro. Y es muy posible que os tengáis que reinventar varias veces a lo largo de vuestra carrera profesional. Aprovechar las oportunidades de experimentar y conocer las carreras STEAM que tenéis hoy en día. Y sed persistentes, no dejéis que os convenzan de que no puedes ser una mujer STEAM. Os podrán decir muchas cosas, en muchos casos con la mejor intención del mundo, pero no dejéis que os convenzan.

Podéis ser lo que os propongáis.

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