Aunque se habla mucho del metaverso, suelen haber dos preguntas que se repiten con cierta frecuencia. La primera, obviamente, tiene que ver con qué es el metaverso. La segunda, más práctica, ¿cuáles son las posibilidades del metaverso? La primera es fácil de responder. El metaverso, como lo entendemos hoy, consiste en una red de mundos virtuales en tres dimensiones respaldados por tecnologías como la realidad virtual. Su propósito es reducir las diferencias entre el mundo físico y esta nueva realidad digital.
Pero más allá de las promesas, ¿por qué Microsoft, Sony, Facebook (Meta), Tencent o Epic Games se han interesado en el metaverso? ¿Qué nos ofrecerá el metaverso en el futuro? ¿Qué aplicaciones tendrá de cara a ser una de las innovaciones más revolucionarias de los próximos años si las promesas se cumplen? Pues, en principio, prácticamente cualquier sector actual podría beneficiarse del metaverso en mayor o menor medida.
Aquí va una lista de usos que se le pueden dar al metaverso: comercio y compras digitales, espacios de trabajo virtuales, divisas y monedas digitales, redes sociales, videojuegos, eventos multitudinarios, interacción entre humanos o con máquinas, infraestructuras virtuales… Y ahora, veamos cuatro de los ámbitos en los que el metaverso dará mucho de sí.
Sanidad, un filón para las posibilidades del metaverso
La realidad aumentada y la realidad virtual son dos tecnologías que se asocian directamente al metaverso. El objetivo del metaverso es crear mundos virtuales interactivos e inmersivos en los que apenas haya diferencias entre lo físico y lo digital. Y aquí tienen un papel importante los casos de realidad virtual y las gafas de realidad aumentada.
Precisamente, en sectores como la salud o la sanidad, estas tecnologías tienen mucho por decir. Para empezar, las gafas de realidad aumentada pueden ayudar en operaciones a obtener una mayor precisión. Tanto antes de una operación (escáneres, tomografías computerizadas, resonancias magnéticas) como durante la misma.
Por su parte, los dispositivos de realidad aumentada y realidad virtual pueden ayudar, junto a dispositivos wearables, a mostrar a pacientes y profesionales datos del paciente en tiempo real como temperatura, frecuencia cardíaca, presión arterial o cantidad de oxígeno en sangre. Conectando el mundo físico con el virtual para hacer nuestras vidas más fáciles, longevas y de calidad.
Comercio online
Probarte una prenda de ropa, visitar la que será la casa de tus sueños, ver las instalaciones del hotel en el que te hospedarás en tus próximas vacaciones o asistir a un evento deportivo sin salir de casa pero como si estuvieras allí. Son varios ejemplos de lo que puede ofrecer el metaverso uniendo el mundo físico con el virtual en lo que se refiere a comercio online.
En el momento en el que podemos replicar virtualmente cuanto hay en el mundo físico, podemos facilitar al usuario la posibilidad de interaccionar con esos elementos aunque esté a kilómetros de distancia y no tenga la oportunidad de probarse una ropa o de echar un vistazo a un vehículo o electrodoméstico que quiere comprar.
Hoy en día nos debemos limitar a ver fotografías o algún vídeo promocional, pero en el metaverso tendremos la posibilidad de interaccionar con un producto antes de su compra a varios niveles. No será lo mismo que tenerlo delante pero las diferencias serán mínimas. Y con las ventajas de que todo sea digital y susceptible de ser mejorado y enriquecido con información que en el mundo real no podemos integrar.
El metaverso en la educación
De este tema hablé en un artículo anterior. Y aunque requiere mucho esfuerzo por parte de todos, crear contenido educativo para el metaverso hará que la educación del futuro llegue a todos con las ventajas de los recursos audiovisuales. No se trata de infantilizar o de convertir la educación en un espectáculo.
Pero valiéndonos de las estrategias del sector del entretenimiento, podemos hacer que difundir conocimiento sea una experiencia placentera y divertida para todos dentro y fuera del metaverso gracias a las muchas posibilidades que promete la realidad virtual. De ejemplos hay muchos y todos persiguen un mismo fin: enseñar lo mejor posible con las mejores herramientas disponibles.
Eso sí. Al igual que ocurre con el concepto de oficina virtual, habrá que ver cuánto tiempo le dedicamos al aula virtual dentro del metaverso haciéndola compatible con las clases presenciales y los métodos de enseñanza actuales. O dicho de otra manera, un reto será encontrar el equilibrio entre lo físico y lo virtual dentro y fuera del centro educativo.
Ámbitos profesionales
Hoy el metaverso se ve como un espacio en el que socializar, asistir a eventos multitudinarios y, básicamente, jugar contra otros oponentes. Pero también hay lugar para el trabajo en el metaverso. Y ahí es donde hacen hincapié los proyectos en los que trabaja Microsoft, por citar el ejemplo más conocido.
Por un lado, el metaverso puede ser un espacio virtual en el que reunirse. Empleados de diferentes lugares y oficinas pueden interaccionar digitalmente con sus avatares, intercambiar información, etc. Algo que vimos en un artículo anterior. No hay que abusar de esta opción, pero supone una mejora respecto a las llamadas de teléfono a las videollamadas actuales.
Pero más allá del uso del metaverso para teletrabajar, también puede ser una buena solución para la teleformación de los empleados. Prácticas como cursos, talleres o formaciones de todo tipo como complemento o mejora laboral, se pueden realizar por métodos tradicionales o empleando metodologías más novedosas. Un ejemplo interesante: realizar talleres de seguridad en el trabajo mediante la realidad virtual en el metaverso.
O en según qué sectores profesionales, realizar simulaciones, simulacros o prácticas para hacer frente a prácticas diarias de la manera más óptima o para reaccionar a situaciones especiales con la mayor celeridad. Un método de “entrenar” a equipos o departamentos para ejecutar mejor sus tareas de una forma más fácil de monitorizar para extraer conclusiones aprovechables.