Explorar mundos virtuales como si estuvieras realmente ahí. Ver a tu alrededor interfaces digitales con información en tiempo real que te acompañan mientras te mueves. Operar a un paciente mientras ves su interior a través de una gafas especiales. Estas tres experiencias definen lo que es la realidad virtual, la realidad aumentada y la realidad mixta respectivamente. Tres ejemplos de un futuro que lleva años construyéndose y que ya está suficientemente maduro como para experimentarlo en primera persona.
Estas tres tecnologías, que harán del metaverso una simulación inmersiva y realista como nunca antes hemos podido tener delante, se han ido gestando durante años gracias al trabajo de empresas, investigadores y tecnologías que ya permiten pasear por entornos digitales, jugar en simulaciones hiperrealistas o realizar tareas que combinan el mundo real y el virtual.
Así que para conocer en qué se diferencian realidad virtual, realidad aumentada y realidad mixta, vamos a repasar una por una en qué consisten y qué nos aportan. Tanto en el aspecto lúdico como en el profesional. Ya que más allá de videojuegos y metaversos para entreternos, estas tecnologías resultan muy útiles en campos como el control remoto, la prevención de accidentes, la investigación científica o la exploración espacial.
La realidad virtual: dentro del metaverso
La realidad virtual (por sus siglas RV) es, de estas tres tecnologías, la que más conocemos. Hace décadas que existe, pero el resultado era algo tosco, pues la tecnología del momento no permitía gráficos hiperrealistas como los actuales. Además, los cascos y demás elementos físicos que hacían posible movernos eran pesados y no ofrecían demasiada libertad de movimiento. Pero hoy esto ha cambiado.
Para entendernos, la realidad virtual hace posible que estemos en mundos digitales recreados con imágenes 3D. Imágenes y sonidos que no existen en el mundo real pero que experimentamos en primera persona con un nivel de realismo e inmersión muy altos. La ciencia ficción ha tratado mucho este tema y la dificultad para discernir realidad de ficción. Por el momento, no tenemos este problema.
Lo que sí hemos logrado es obtener avatares y controlarlos a distancia. Viajar por mundos virtuales como el metaverso, interactuar con otras personas y hacer cualquier cosa que permita la programación de ese metaverso. Sin las reglas que limitan nuestras experiencias en el mundo real.
Actualmente existe toda una oferta de gafas y cascos de realidad virtual de distintas marcas. Todas cuentan con un catálogo de videojuegos y experiencias inmersivas. Además, distintas empresas trabajan en metaversos, algunos ya disponibles, que se pueden recorrer con o sin gafas de realidad virtual.
La realidad aumentada: lo virtual en el mundo real
Si la realidad virtual nos permite movernos por el mundo virtual, la realidad aumentada (por sus siglas RA) integra elementos virtuales en el mundo real que nos rodea. Es decir, que la realidad aumentada enriquece nuestra experiencia en el mundo en el que vivimos. Y al igual que la realidad virtual, hace tiempo que disfrutamos de ella.
En televisión, los rótulos que aparecen en pantalla se podrían considerar un antecesor de la realidad aumentada. En especial los elementos virtuales que vemos durante una retransmisión deportiva y que nos ayuda a entender mejor lo que está pasando, el rendimiento de los jugadores, sus posiciones en el campo, etc.
Pero donde más está rindiendo la realidad aumentada es en los teléfonos móviles. Gracias a los smartphones actuales, más potentes que los ordenadores de hace unas décadas, podemos caminar por la calle cazando Pokémon, traducir carteles y letreros escritos en idiomas que desconocemos o encontrando una dirección gracias a las indicaciones gráficas a través de la pantalla de nuestro smartphone.
La realidad aumentada permite incluir en el mundo real objetos, avatares, letreros o interfaces interactivas. Así, se pueden realizar actividades culturales, jugar a campo abierto con el teléfono o viajar por el mundo sin perdernos. Entre muchos ejemplos. Y con la ventaja de no necesitar gafas o dispositivos adicionales. Con todo, han habido algunos acercamientos en forma de gafas de realidad aumentada, pero todavía no se ha logrado un modelo que rivalice con nuestros smartphones de bolsillo.
La realidad mixta: lo mejor de dos mundos
Puede que de las tres tecnologías de las que estamos hablando, la realidad mixta sea la menos conocida. Y es que cuenta con elementos de la realidad virtual y de la realidad aumentada, por lo que cuesta diferenciarlas entre sí. Es más. Hay quien llama a la realidad mixta (por sus siglas RM) realidad aumentada mejorada. El motivo es que fusiona el mundo real con el mundo virtual.
El resultado es que podemos interaccionar con elementos físicos de manera virtual o interaccionar con objetos virtuales que vemos en el mundo real. Una fusión que enriquecerá la manera en que vivimos nuestro día a día y que hemos podido ver en cine y series de ciencia ficción futuristas. De ejemplos hay muchos: ver un evento deportivo o una película en cualquier mueble o pared de nuestra casa, obtener información de un producto que queremos comprar simplemente con tocarlo o arreglar un electrodoméstico de nuestra casa gracias a las indicaciones virtuales que vemos delante de nosotros.
Para hacernos una idea de lo que es la realidad mixta, el mejor ejemplo es un videojuego actual. En la mayoría de ellos, nos movemos por un mundo y a nuestro alrededor vemos indicadores en forma de letreros o elementos virtuales que solo ve nuestro personaje. Esos indicadores virtuales vendrían a ser la realidad mixta que disfrutaremos en un futuro no tal lejano como pudiéramos pensar.