Ojalá algún día este titular fuera cierto. Y perdón por el “clickbait” si alguien ha pensado que era un titular verídico. A la hora de presentar una nueva campaña de sensibilización contra el machismo, en ocasiones surge esta pregunta: ¿sigue siendo necesario hablar de este tema?, lo que nos lleva a otra reflexión: ¿cómo medir cuándo ya ha dejado de ser necesario? Si observas opiniones en redes sociales, sí parece que hay parte de la población que tiene clara esa forma de medición cuando proclaman que “ya no es necesario hablar de machismo en el gaming” como si, al igual que pasa en los videojuegos, esas personas tuvieran un medidor que se va llenando a medida que se acaba este problema y – qué bien – ya ven ese medidor lleno.
El pasado noviembre de 2022, se presentó la segunda oleada de la campaña “My Game My Name” impulsada por Movistar y con el apoyo de Movistar Riders, dando continuidad al proyecto iniciado en 2019. En “My Game, My Name” diferentes jugadores, streamers y creadores de contenido masculinos jugaban como hacen habitualmente, pero bajo el nombre y la voz de una mujer. De esta forma, comprobaron de primera mano las situaciones y los comentarios machistas que muchas mujeres gamer aguantan a diario únicamente por jugar, y a las que ellos no son expuestos. Una realidad invisible para muchos que sólo conocen vía la voz de mujeres que la hacen pública. A pesar de contar con el testimonio real de jugadores, a la hora de volver años más tarde con la campaña, se oía de nuevo esa pregunta en el aire: ¿siguen siendo necesarias este tipo de campañas?
No hay un índice, KPI clave, más allá de la percepción de los usuarios, una percepción a veces carente de empatía. Empatía, que no sólo nos ayuda a comprender mejor a las víctimas de acoso si no que, si lo aplicamos en todas nuestras relaciones, seguramente tendríamos este problema cada vez más reducido. Precisamente, este experimento conducido por Movistar se centraba en la empatía: poner a diferentes personas en la piel de otras, pudiendo sentir por una vez lo que sienten ellas.
Qué hacer si no te ves identificado/a con el machismo en el gaming
Tal vez, muchas personas no se sientan identificadas con estos problemas. Sin ir más lejos, yo he sido la primera que he oído comentarios que hacen alusión a esa situación. Normalmente, esos comentarios son de personas que no están muy expuestas en redes sociales y, aunque las utilizan, no reciben comentarios de personas desconocidas de forma habitual. También la edad es un factor importante, ya que la experiencia y la seguridad en uno mismo es algo que se va fortaleciendo con los años y, si echo la vista atrás, comentarios que pudieron afectarme cuando tenía 20 años, no tendrían el mismo efecto ahora que me acerco a los 40. Y, por último, he oído ese comentario de muchos hombres que conocen a muchas mujeres que jamás han sufrido acoso.
Y en sus argumentos, puede que no les falte razón. Estoy convencida de que hay muchas mujeres que no sólo no han sufrido acoso sino que, además, han encontrado el apoyo de compañeras y compañeros para alcanzar sus propósitos. Pero eso no niega otra realidad que está allí, que puedes comprobar fácilmente y que, aunque muchas mujeres no se han sentido acosadas, seguro que en una charla relajada pueden poner 2 o 3 ejemplos claros de actitudes machistas en contra de ellas.
Sin ir más lejos, en las últimas semanas hemos visto cómo una creadora de contenido, Jen Herranz, y una periodista, Marta Trivi, abandonaron sus redes y su profesión por acoso. Aquí hablamos de dos perfiles que, si bien tenían una larga trayectoria en el sector, eran perfiles públicos y expuestos a la opinión general de Internet. Esto no quiere decir que no se haya avanzado nada en los últimos años, pero sí es un claro indicativo de que estas campañas deben de seguir existiendo. Precisamente, ese es el objetivo de una campaña de sensibilización: dar visibilidad a un problema. Por un lado, para que las personas que lo sufren no se sientan solas y, por otro lado, para que las personas que no lo sufren sean conscientes de este problema. En definitiva, crear empatía.
Consejos para acabar con el machismo (aunque tú no lo sufras):
Algunos consejos muy fáciles y prácticos que podemos seguir todos para poder acabar con esta situación son:
- Actúa. Actualmente la mayoría de plataformas de gaming y redes sociales disponen de mecanismos de reporte anónimo para usuarios con comportamientos que infringen las normas. Siempre que veas un comportamiento inapropiado, utilízalas. Es el arma más directa que tenemos para bloquear a este tipo de personas y, aunque siempre se pueden crear cuentas nuevas, es la primera barrera que tenemos en nuestra mano.
- Habla. Una situación que he vivido muchas veces como mujer es cómo, a veces, la gente no recrimina por miedo al rechazo. En ocasiones, cuando estás en un grupo de amigos y una persona hace “en tono de broma” un comentario ofensivo hacia otra chica, si alguien lo recrimina, la culpa se vuelve hacia esa persona ya que “sólo era una broma” o “está fastidiando el ambiente”. Aquí hay que tener en cuenta que la persona que ha hecho el comentario es la primera que ha iniciado esa situación violenta, no la que lo ha puesto en manifiesto. Siendo cómplice de ese silencio, mientras que la persona que ha hecho el comentario ofensivo se refuerza, la que lo ha recibido se empequeñece. Exponer que ese comentario no es apropiado romperá esa cadena, devolviendo parte de la confianza a la persona atacada y dejando claro que hay un límite para las bromas
- Escucha. Si no te ves expuesto o expuesta a estas situaciones: escucha. Ponte en el lugar de las víctimas, y escucha sin prejuicios, sin pensar en tu respuesta. Únicamente escucha una realidad diferente a la tuya y entiéndela; en definitiva, trabaja en tu empatía a diario.
Personalmente, creo que es cierto que estamos en el buen camino, o al menos me gustaría pensar que es así. Cada vez veo más normalizado el papel de la mujer en los videojuegos y, aunque desgraciadamente seguimos viviendo casos de acoso, caminamos hacia una sociedad mucho más concienciada. Ojalá alguna vez lleguemos al punto donde realmente veamos estas campañas como algo caduco, tal vez llegue el día en que se plantee una campaña contra el machismo de los videojuegos y no se encuentren testimonios. Ese día, habremos visto la última campaña contra el machismo en videojuegos.
Imagen de Brand Factory.