Guisantes enriquecidos con vitamina B12

Tu dosis diaria de vitamina B12, sin necesidad de comer carne

Desde pequeños aprendemos que nuestro cuerpo necesita toda una serie de sustancias para funcionar. Azúcares, grasas, minerales, proteínas, vitaminas… Cada una en su justa medida. Y todas ellas a través de la alimentación. De ahí que todos coincidamos en que una dieta variada es lo más saludable. Sin embargo, hay algunas de estas sustancias difíciles de adquirir si se tiene una dieta vegana. Es el caso de la vitamina B12

La vitamina B12 es importante para el funcionamiento normal del cerebro, del sistema nervioso y también contribuye a la formación de la sangre y de varias proteínas. También aparece implicada en el metabolismo de las células del cuerpo humano y en la metabolización de aminoácidos, ácidos grasos y glúcidos. Sin embargo, la vitamina B12 está presente en alimentos de origen animal. Principalmente hígado, riñones, sardinas, ostras, conejo, caballa, mejillones, atún, bacalao… Y, por lo general, en animales de consumo humano como cerdo, cordero y vacuno.

Así que para quienes no pueden o no quieren tomar alimentos de origen animal, para obtener vitamina B12 deben optar por suplementos vitamínicos. Especialmente en la infancia. A medida que crecemos, nuestro hígado cuenta ya con reservas de esta vitamina. Pero, aún así, es necesario adquirirla a través de la alimentación. Y donde no llega la naturaleza, ahí está la ciencia para dar respuestas.

Una dosis diaria de vitamina B12 no animal

La obtención de vitamina B12 a través de la alimentación implica consumir productos animales. Principalmente carne o pescado, pero también huevos y lácteos. Sin embargo, no son los animales directamente quienes producen esa vitamina. La producen unas bacterias que generan esa vitamina B12. Y debido a la simbiosis entre animales y bacterias, el resultado es que esos animales son fuente de vitamina B12.

Un equipo de investigadores de la empresa LettUs Grow y de los centros de investigación John Innes Center y Quadram Institute se plantearon la gran pregunta: ¿hay alguna manera de obtener la vitamina B12 sin acudir a los alimentos de origen animal? Obviamente, hoy en día se pueden adquirir productos con vitamina B12 como suplementos alimenticios o cereales para el desayuno con esta vitamina añadida. Pero la capacidad de absorción es menor.

Guisantes con vitamina B12
Fuente: LettUs Grow

La solución que encontraron fue aplicar la tecnología de aeropónica ultrasónica de LettUs Grow para que unos brotes de guisante tuvieran la capacidad de generar vitamina B12. Y de esta manera, facilitar la cantidad diaria de vitamina B12 necesaria para el organismo por fuentes no cárnicas o animales. LettUs Grow está especializada en el cultivo de alimentos mediante técnicas novedosas como la aeropónica, y cuenta con granjas verticales de interior en las que las condiciones están controladas al milímetro.

Para que los guisantes se enriquecieran con vitamina B12, los responsables de la investigación emplearon ultrasonidos a frecuencias por debajo de 20.000 Hz. Inaudibles para el oído humano. Estos sonidos agitaban el agua hasta vaporizarla. Y a través de ese vapor de agua lograron mejorar el perfil nutricional de los brotes. Algo que se conoce con el nombre de biofortificación. Y se puede hacer seleccionando las mejores semillas, editando sus genomas o mediante fertilizantes enriquecidos. Las granjas verticales permiten aplicar todos estos métodos con más eficacia.

Nutrientes baratos, veganos y sostenibles

Tecnologías como la hidropónica o la aeropónica permiten cultivar alimentos optimizando al máximo los recursos. Luz, agua, tierra y nutrientes son facilitados de manera automatizada y regulada. Algo que sirve para reducir el impacto ambiental que supone la agricultura para el planeta. Y, además, ayuda a realizar mejoras en los alimentos como que éstos produzcan más nutrientes de los que se generan por métodos tradicionales. Como el caso que nos ocupa con la vitamina B12.

Uno de los principales impedimentos para que la hidropónica o la aeropónica se extiendan es su alto coste frente a la agricultura tradicional. O así era hasta hace pocos años. En la actualidad, estamos padeciendo un aumento de los precios de la alimentación por muchas causas: su transporte, la reducción de zonas de cultivo en determinados países o la crisis climática, que impide cultivar o que estropea los cultivos hasta hacerlos más escasos. O de peor calidad nutricional.

Las granjas verticales son más sostenibles para el planeta

Así que, poco a poco, las tecnologías que hacen posibles la horticultura vertical están acercando los costes a la agricultura tradicional. Y con mejores resultados. Añadiendo además el componente de eficiencia y sostenibilidad, ya que las granjas verticales emplean menos espacio y menos recursos para obtener los mismos alimentos. Y si, además, esos alimentos son más nutritivos, la cantidad de ingesta diaria necesaria se ve reducida. 

El gran paso adelante dado por LettUs Grow y de los centros de investigación John Innes Center y Quadram Institute permite que cualquiera pueda obtener su dosis diaria de vitamina B12. Incluso si tiene una dieta vegana. Colectivo al que hay que añadir otros que también tienen déficit de vitamina B12, como mayores de 50 años y quienes padecen afecciones del aparato digestivo. Por otra parte, obtener vitamina B12 con una dieta baja o nula en alimentos animales reducirá el impacto en el planeta que supone la ganadería a gran escala.

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