Mi nombre es Miguel y tengo esclerosis múltiple, una enfermedad degenerativa. Desde hace un par de años soy usuario tanto de silla de ruedas electrónica como manual, según la actividad que realice. En el campo de las ayudas técnicas y los productos de apoyo, la tecnología ha hecho que todo mejore. Pero todavía nos queda un gran camino por recorrer de la mano de la tecnología.
Desde mi punto de vista, la tecnología nos permite y ayuda a poder seguir “en la rueda de la vida”. Aunque a veces resulta complicado, ya que es necesario manejarse en el mundo tecnológico porque esta evolución es la que nos hace mirar al frente y seguir avanzando, como en cualquier juego. En el Día Mundial del Neurólogo repasamos su influencia en el día a día.
¿Cómo me ayuda la tecnología en el día a día?
Gracias a la tecnología, podemos controlar una gran parte de nuestros quehaceres cotidianos: citas médicas telefónicas, compras en línea, visitas virtuales a museos, chats de todo tipo, teletrabajo, audiolibros, tarjetas de crédito, etc. Las videollamadas han agilizado y promovido encuentros que, de otra manera, no se habrían realizado. O, sin ir más lejos, permiten estar presente en infinidad de ponencias a las que no sería posible asistir de forma presencial, sea por distancia o duración.
También tenemos más autonomía a la hora de desplazarnos (rampas, ascensores, elevadores…), adaptaciones de vehículos, casas, eventos, locales… En mi caso y sin ir más lejos, con mi silla de ruedas electrónica puedo manejarme casi al 100%, aunque es cierto que todavía hay muchas barreras que quitar de nuestro camino e incluso de nuestra mente.
La accesibilidad hace que cada día nuestros entornos se adecúen más a las necesidades de todos los usuarios. Estos “ajustes” benefician a todas las personas, todos sacamos partido de ellos. Son acciones beneficiosas para mejorar nuestro día a día. Comodidades que ayudan a facilitar la vida cotidiana de cualquier persona, independientemente de que tengan o no discapacidad.
Por ejemplo, algo tan habitual como un sensor de movimiento o puertas automáticas no son indispensables para todo el mundo, pero, al final, si alguien lleva las manos ocupadas con bolsas “le viene bien”.
Tecnología de hoy y del futuro
Hoy en día, aunque no siempre nos demos cuenta, la tecnología está con nosotros desde que nos levantamos. Nos despertamos con un smartwatch o un smartphone, usamos a diario el microondas, vemos una televisión inteligente, salimos de casa y montamos en un ascensor, nos desplazamos en coche (hasta la puerta del garaje), etc.
Tenemos artefactos, que, aunque su nombre suene antiguo, también son tecnología. Lo que está tan presente en nuestra vida cotidiana que parece que ha perdido su valor también es tecnología. Pequeños peldaños convertidos en rampas son grandes mejoras, aunque parezcan “una tontería”.
Con pequeños esfuerzos se consiguen grandes logros. Todos somos parte de este avance y tenemos que intentar ir juntos sin ponernos trampas entre nosotros.
La tecnología avanza a una velocidad espectacular. El metaverso es un futuro que ya está a la vuelta de la esquina. Aunque la novedad pueda generar inquietud, está ahí, y tenemos que afrontarlo con valentía. Cada época ha tenido sus cambios y avances, pero estos cambios son cada vez más rápidos y sostenibles. Sin embargo, algo está claro: si todos y todas vamos de la mano, podremos ir hacia adelante, “hasta el infinito y más allá”.
Imagen de cabecera de Envato.