El pasado 10 de septiembre, la misión espacial privada Polaris Dawn despegó con éxito desde Florida a bordo de un cohete Falcon 9, operado por la compañía SpaceX. El multimillonario Jared Isaacman, ha liderado esta aventura espacial que ha logrado importantes avances y registros en la historia de la exploración espacial privada.
Acompañado de un equipo compuesto por Scott «Kidd» Poteet, piloto retirado de la Fuerza Aérea de los EE.UU., y las ingenieras de SpaceX Anna Menon y Sarah Gillis, Isaacman se embarcó en un viaje cuyo principal objetivo era realizar la primera caminata espacial completamente financiada por fondos privados. Esta misión no sólo representa un hito para la carrera espacial comercial, sino también un desafío técnico que pretende ampliar las fronteras de las misiones espaciales tripuladas.
El viaje hacia la órbita más alta en 50 años
La nave Resilience, que transportó a la tripulación de Polaris Dawn, alcanzó una órbita de 1.400 kilómetros por encima de la Tierra, la más lejana desde que concluyó el programa Apolo en los años 70. Al atravesar el cinturón de radiación de Van Allen, los astronautas estaban siendo expuestos a niveles controlados de radiación, equivalentes a lo que un astronauta recibiría durante tres meses en la Estación Espacial Internacional. Este estudio es crucial para comprender los efectos de la radiación en el cuerpo humano, de cara a futuras misiones espaciales de larga duración.
La misión tenía una duración de cinco días, y durante su segundo día, los astronautas alcanzaron su altitud máxima. A esa distancia, la tripulación realizó más de 40 experimentos, entre ellos pruebasde comunicación intersatelital mediante láser, utilizando la constelación de satélites Starlink de SpaceX.
Primera caminata espacial privada
Uno de los hitos más esperados de Polaris Dawn ocurrió durante el tercer día, cuando Jared Isaacman y Sarah Gillis realizaron la primera caminata espacial financiada por una empresa privada. A 700 kilómetros de altitud, ambos astronautas salieron parcialmente de la nave, utilizando trajes de actividad extravehicular (EVA) especialmente diseñados por SpaceX. Este paseo espacial ha sido calificado como un paso crucial para futuros vuelos comerciales a la Luna y Marte, que requerirán tecnología similar para actividades fuera de las naves espaciales.
El uso de trajes EVA marca un avance importante en la carrera espacial privada. Estos trajes están diseñados no sólo para soportar la actividad extravehicular, sino también para ser utilizados durante el lanzamiento y aterrizaje, lo que optimiza el rendimiento y reduce la necesidad de trajes adicionales para distintas fases de la misión.
La misión Polaris Dawn es pionera en muchos aspectos. Es la primera misión en la que un equipo comercial ha alcanzado una altitud récord y realizado una caminata espacial privada. Además, la cápsula Resilience no cuenta con una esclusa de aire para salir al exterior, lo que implicó que toda la nave fuera despresurizada, un reto logístico que se manejó con éxito.
En términos de récords, esta misión también permitió que Sarah Gillis y Anna Menon se convirtieran en las mujeres que han estado más lejos de la Tierra, superando la marca establecida en 1990 por la astronauta Kathryn Sullivan.
La misión Polaris Dawn, un paso clave hacia los vuelos comerciales más allá de la órbita baja
La misión Polaris Dawn es la primera de tres misiones previstas bajo el programa Polaris, una colaboración entre Jared Isaacman y SpaceX. Con el objetivo de continuar expandiendo los límites de la exploración espacial privada, estas misiones buscan sentar las bases para vuelos tripulados a mayor escala, con destinos que podrían incluir la Luna y Marte.
Isaacman y el equipo de Polaris Dawn han demostrado que el futuro de la exploración espacial no sólo estará en manos de las agencias gubernamentales. A medida que las empresas privadas sigan avanzando en este campo, las misiones como Polaris Dawn no solo se enfocarán en la ciencia y la tecnología, sino también en hacer que los viajes espaciales sean cada vez más accesibles y sostenibles.
El éxito de esta misión marca un hito en la carrera espacial comercial y abre nuevas oportunidades para la colaboración entre el sector privado y los esfuerzos de exploración espacial a nivel global.
Imágenes: Naukas