El año pasado, más de tres millones de personas consumieron podcasts en España. Según los datos disponibles, el consumo medio es de diez horas a la semana. Una cifra muy similar a la de los radioyentes españoles. Y el gasto publicitario en podcasts fue de 8,5 millones de euros. A nivel mundial, hay casi 550 millones de personas escuchando o viendo contenidos en este formato. Con una media de consumo mundial de 7 horas a la semana. Y, en gran parte, se lo debemos a Apple y su aplicación Apple Podcasts.
Dice Wikipedia que un podcast es “un programa disponible en formato digital para descargar a través de Internet”. En su mayoría, en formato audio. Aunque el podcast de video va ganando adeptos. Podríamos decir que el podcast es a la radio lo que el video bajo demanda es a la televisión. Y solo tenemos que ver algunos de los podcasts más escuchados para ver que la radio vive un idilio con este formato. Los podcasts dan el salto a la radio. Y la radio comparte sus contenidos en diferido vía podcasts. Aunque los puritanos del término no lo consideren como tal.
Hoy, centenares de millones de personas consumen podcasts en todas partes. Solo necesitas un dispositivo conectado a Internet. Tu teléfono mismo. Y unos auriculares, si quieres intimidad. El consumo de podcasts está a la par que la música, y los temas son de lo más variados. Humor, cine, ciencia ficción, literatura, noticias, true crime… Y aunque todo empezó con Apple Podcasts, hoy el mercado lo lidera Spotify. Y la competencia cuenta con actores tan conocidos como YouTube y otros tan especializados como iHeartRadio o Pandora. Incluso hay plataformas españolas en los primeros puestos, como iVoox.
El nacimiento del podcast
A nivel técnico, el podcast le debe su existencia a la tecnología RSS. Los feeds RSS permiten compartir información a través de toda clase de dispositivos y plataformas a los usuarios suscritos a esos feeds. De una manera muy simple y eficaz. Esto se ha venido empleando durante años a blogs y páginas web, si bien va cayendo en desuso porque no es fácil monetizar ese contenido. Y, en un momento dado, se empezó a utilizar con contenido audiovisual, especialmente audio.
Pero si los podcasts se llaman así es porque en febrero de 2004, el periodista de la BBC y The Guardian, Ben Hammersley, acuñó el término podcast de la unión de iPod y broadcast. Precisamente, el iPod de Apple, un éxito mundial desde su lanzamiento en noviembre de 2001, se utilizaba para escuchar música pero también podcasts. O en su momento, audioblogs.

Pero no fue hasta 2012 que Apple publicaría la aplicación Apple Podcasts. Una app disponible para todos sus dispositivos en la que encontrar podcasts nuevos, suscribirte a tus podcasts favoritos y escucharlos cuando quisieras. Hasta entonces, la gestión de estos contenidos se hacía a través de iTunes. Luego vendrían otras plataformas para satisfacer la demanda de estos contenidos, ofreciendo almacenamiento a los creadores y la posibilidad de suscribirse y reproducir los contenidos a los usuarios.
Y aunque la lista de apps y plataformas de podcasts es extensa, con nombres como Castbox, Overcast, iHeartRadio, Pocket Casts, la española iVoox, y un largo etcétera, Apple Podcasts ha logrado ser siempre el referente. Pero esto ha cambiado en los últimos años.
Apple contra Spotify
Lo ocurrido en el ámbito de los podcasts es similar a la situación actual del consumo de música por streaming. Apple fue la primera en hacer posible que cualquiera pueda comprar canciones sueltas por poco menos que un dólar. Hasta entonces, o comprabas el disco entero, en formato físico o digital, o tenías que descargar la canción por Internet. El consumo de música digital despegó gracias a Apple y sus iPods.
Luego llegarían las suscripciones a lo Netflix. Es decir, pagas una cantidad fija todos los meses por acceder a un catálogo que va añadiendo contenido nuevo constantemente. Con esta idea en mente surgió la empresa sueca Spotify. A la que le salieron rivales por doquier. Algunos ya caídos y otros que siguen en pie. Según datos de julio de 2024, el mercado de suscripciones musicales se reparte entre Spotify (36%), Apple Music (30,7%), Amazon Music (23,8%) y, muy de lejos, el resto de competidores. A destacar YouTube Music, con un 6,8%.

Y en el sector del podcast, pese a la popularidad de Apple Podcasts, el trono lo tiene actualmente Spotify, que en los últimos años decidió ampliar su catálogo musical incorporando podcasts. Así, según datos de Oberlo de 2024, Spotify copa el 37% del mercado de podcasts. Seguida de Apple Podcasts, con un 32,9%. El resto les siguen a mucha distancia. El consumo web llega al 7,7%, Buzzprout se queda en un 3,5%, Castbox en un 2,1% y Overcast en un 1,3%. Como curiosidad, Apple iTunes sigue con un 1,2%. Seguramente usuarios de Windows.
En España, con datos de 2023, Spotify gana con 30%, seguido de YouTube (29%). En tercer y cuarto lugar, iVoox (16%) y Google Podcasts (13%). Les siguen el consumo de podcasts vía web (9%), las plataformas de pago Audible de Amazon (9%) y Podimo (7%), Apple Podcasts (6%) y la también plataforma de Prisa, Podium (5%).
Por qué Apple está a otras cosas
Con los datos en la mano, la distancia entre Spotify y Apple Podcasts es mínima. Antes vimos que el mercado se lo reparten ambas. Spotify con 36% y Apple Music con 30,7%. Y si analizamos el porcentaje de escuchantes, según Oberlo, se reparten entre un 35,8% Spotify y un 33,8% Apple Podcasts. Pero sigue siendo interesante que la empresa responsable de que exista todo un ecosistema alrededor del podcast haya perdido su primer puesto. Y más si tenemos en cuenta que el interés por este formato crece año a año en todo el mundo. Por áreas geográficas, los consumidores de podcasts se reparten entre Norteamérica (43,8%), Europa (30,9%) y Latinoamérica (30,3%). Le siguen, a distancia, Corea del Sur (15,2%), Japón (14,8%) y China (12,9%).

Sin embargo, lo que puede parecer una derrota o una pérdida de oportunidad, tiene otras explicaciones. Apple es una empresa de hardware. Veamos sus resultados de este año, anunciados el pasado 31 de octubre. En los últimos tres meses de 2024, Apple tuvo unos ingresos de 94.900 millones de dólares. Que se reparte en productos y servicios. Productos, casi 70.000 millones de dólares. Frente a los casi 25.000 millones de servicios. Solo los beneficios por las ventas de iPhone duplican los beneficios por servicios.
Y en servicios encontramos Apple TV+, Apple Music, Apple Arcade, Apple Fitness+, Apple Podcasts y Apple Books. Toda una amalgama de contenidos digitales entre los que los podcasts son una pequeña parte. Respecto a Spotify, vive exclusivamente de ser una plataforma de streaming. De música y de podcasts. Y, aunque las comparaciones son odiosas, sus ingresos totales del tercer trimestre de 2024 fueron de 4.000 millones de dólares.
En resumen. Apple tiene muchos frentes abiertos. Mientras que Spotify está enfocada solamente en dos áreas, música y podcasts. Y una tercera que ya empieza a vislumbrarse, la integración de contenido en formato video, tanto videoclips como videopodcasts. Con todo, las diferencias siguen siendo mínimas. El ecosistema de Apple sigue siendo un gran aliciente, especialmente en Estados Unidos. De manera que cualquier usuario de iPhone, Mac, HomePod o Apple TV puede disfrutar de podcasts a través de Apple Podcasts con una mayor integración que si elige Spotify.