Todo producto tiene un ciclo de vida que llega a su fin. Bien porque deja de funcionar o porque su fabricante le da la espalda y deja de darle soporte en forma de piezas o asistencia al cliente. Esto ocurre también con el software. Cada nueva versión sucede a la anterior. Y, tarde o temprano, las viejas versiones deben ser reemplazadas porque ya no reciben actualizaciones. En el caso que nos ocupa, Microsoft dejará de dar soporte a Windows 10 en 2025. Lo que supone un problema, si tenemos en cuenta que sigue siendo el sistema operativo de millones de ordenadores en todo el mundo.
Por lo general, las versiones más nuevas de un software, como un sistema operativo, acaban por volverse más populares que las versiones anteriores. Pero en el caso de Windows, no siempre ha sido así. Si bien Windows 11 ya lleva más de tres años en el mercado, según las distintas estadísticas que encontramos en Internet, Windows 11 está instalado en poco más del 30% de ordenadores. En cambio, Windows 10 sigue siendo el favorito, con presencia en más del 60% de computadoras en todo el mundo. Y esto es un problema para Microsoft.
Microsoft quiere pasar página de Windows 10 por razones obvias. Pero Windows 11 no está teniendo el recibimiento esperado. Principalmente, por los exigentes requisitos de hardware con que se anunció en su momento. No todo el mundo estaba dispuesto a cambiar de ordenador. Ni en hogares ni en empresas u organizaciones públicas. A esta situación se le une que el 14 de octubre de 2025, Microsoft dejará de ofrecer actualizaciones, asistencia técnica a los usuarios de Windows 10. Una situación que se sucede cada diez años. Windows 10 salió a la venta en el verano de 2015. Así que diez años después, ¿qué podemos hacer?
Por qué Windows 10 sigue siendo popular
A Windows 7 le llegó la hora en 2020. A Windows 8.1, en 2023. Y a Windows 10 en 2025. Tal y como indica la página oficial de Microsoft, “después del 14 de octubre de 2025, Microsoft dejará de ofrecer actualizaciones de seguridad gratuitas desde Windows Update, asistencia técnica y correcciones de seguridad de forma gratuita para Windows 10”. Y esto es un problema que el 60% de ordenadores de todo el mundo que tienen Windows instalado, siguen utilizando esta versión.
En ocasiones anteriores, el fin de soporte de una versión antigua de Windows no era un grave problema. Los usuarios habían actualizado a versiones posteriores. O habían actualizado su ordenador con uno nuevo que ya incluía ese nuevo Windows. Sin embargo, se han dado varias situaciones que han convergido hacia una tormenta perfecta.
Por un lado, Windows 11 obligaba a cambiar de ordenador. Un gasto que no todo el mundo vio con buenos ojos. En especial si gestionas un parque con decenas de equipos en una oficina o lugar de trabajo. Por otro lado, el usuario doméstico depende menos del ordenador. El smartphone, la tablet, la consola de videojuegos e incluso el televisor inteligente le han robado protagonismo. De ser un dispositivo clave para trabajo, ocio y estudio, a ser un aparato del que podemos prescindir. O que no vale la pena cambiar ante lo poco que ofrecía Windows 11.
A esto hay que añadir que miles de ordenadores deben correr un software específico que funciona en versiones antiguas de Windows. Actualizar a Windows 11 implicaba, en esos casos, que ese software dejase de funcionar. O que se perdieran millones de datos importantes. Un riesgo que no se podía asumir frente a las novedades de Windows 11.
Por qué el fin de soporte es un problema
El fin de soporte a Windows 10 en 2025 implica, como vimos antes, que Microsoft dejará de ofrecer parches y actualizaciones gratuitos. Esto hará que Windows 10 sea menos seguro. Lo que puede ser un problema en ordenadores conectados a Internet o en contacto constante con elementos de almacenamiento externos. Las dos principales entradas de malware. Si esto ya es un problema para ordenadores con Windows 11 actualizados, peor se lo ponen a quienes deban velar por la seguridad de empresas y organismos públicos con ordenadores antiguos que tienen Windows 10 instalado. Y esto puede afectar, indirectamente, a tus datos personales que almacenan servidores públicos y privados.
Además de la seguridad, otro problema será el de la compatibilidad con periféricos y componentes. Al no haber parches ni actualizaciones, los nuevos dispositivos que queramos conectar al ordenador no serán reconocidos por Windows 10. Por lo que tendremos que pedir ayuda al fabricante o encontrar soluciones alternativas.
Windows 10 en 2025, ¿renovarse o morir?
Si tienes un PC con Windows 10, es probable que te haya aparecido en varias ocasiones una ventana emergente preguntándote si querías actualizar a Windows 11. La gran pregunta, ¿es momento de actualizar a Windows 11? Decíamos que este sistema operativo nació con mal pie porque exigía unos requisitos de hardware excesivos. Y, en la práctica, obligaba a cambiar de ordenador a muchos de sus usuarios.
En la actualidad, los requisitos de Windows 11 son los siguientes:
- Procesador de 64 bits de 1GHz con 2 o más núcleos
- 4GB de RAM (16GB si usarás la IA Copilot)
- 64GB de almacenamiento (256GB si usarás la IA Copilot)
- Sistema de arranque UEFI compatible con arranque seguro
- Módulo de plataforma segura TPM 2.0
- Tarjeta gráfica compatible con DirectX 12 o posterior
- Pantalla de más de 9 pulgadas con calidad 720p o posterior
Si cumples con estos requisitos, adelante. Si no lo sabes, puedes descargar la app Comprobación de estado del PC. Analizará tu ordenador y te dirá si cumple con las exigencias de Windows 11. Si no es así, después de diez años con Windows 10, tal vez sea buen momento para agenciarte un nuevo ordenador. Ten en cuenta que los equipos actuales compatibles con Windows 11, han bajado de precio. Sobremesa o portátil. Para ocio, trabajo o estudio. Caso aparte es el PC de juego, que suelen ser más caros. Pero no es el tema que nos ocupa.
¿Puedo seguir con Windows 10 después de 2025?
Hay muchas razones para no actualizar a Windows 11 y seguir con Windows 10. Por ejemplo, que tu PC funcione bien así. O, simplemente, que no puedas o no quieras comprar uno nuevo. También puede que estés obligado a usar un software especializado e incompatible con Windows 11. O con maquinaria o periféricos incompatibles con esa actualización. Que trabajes en una oficina con una red de ordenadores cuya actualización podría dar más problemas que soluciones. Hay mil motivos.
La buena noticia es que, aunque Windows 10 deje de recibir soporte oficial en 2025, esto no afecta a su funcionamiento. Por suerte, Windows 10 seguirá funcionando en los ordenadores en los que esté instalado este sistema operativo. Simplemente, no recibirá actualizaciones gratuitas. Pero sí de pago.
Microsoft ha creado lo que se conoce como Windows 10 ESU. Es decir, novedades de seguridad extendida para Windows 10. Está pensado principalmente para empresas, organizaciones e instituciones educativas. Y ofrecerá “actualizaciones de seguridad críticas e importantes a través de un servicio de suscripción anual”. Será de pago pero gratuito para clientes de Windows 365. Y ampliará el soporte a Windows 10 durante tres años más.
Consejos para usar Windows 10 más allá de 2025
Si queremos seguir usando Windows 10 aunque se quede sin soporte oficial, lo primero que tendremos que hacer es actualizarlo a su versión más reciente, es decir, Windows 10 versión 22H2. La encontrarás en el sistema de actualizaciones de Windows 10. Es decir, en Inicio > Configuración > Windows Update. A partir de esa actualización, desde finales de 2025 no habrá más actualizaciones ni parches.
Veamos qué más podemos hacer para mantener “al día” Windows 10:
- Actualizar a Windows 10 22H2, como vimos antes
- Mantener todo tu software actualizado
- En especial: navegador, antivirus y apps que acceden a Internet
- Usar navegadores más seguros como Brave o Mozilla Firefox
- Mantener al día drivers y controladores de periféricos
- Minimizar su exposición a Internet
- Reducir su exposición a la red interna de la empresa u organización
- Es decir, limitar el uso del PC con Windows 10 a tareas específicas
- Actividades de riesgo, en máquina virtual
- Hacer copias de seguridad con regularidad
- Desactivar elementos de Windows que no usaremos: escritorio remoto, Bluetooth…
Si no te queda más remedio que seguir con tu viejo PC y Windows 10, lo que debe quedar claro es que debemos exponerlo lo menos posible a actividades de riesgo. Ya sea a través de Internet, conexiones inalámbricas o dispositivos externos de almacenamiento. Si no puedes actualizar a Windows 11 por una máquina o software específicos, limita el uso de ese ordenador a dicha maquinaria o software. Y si necesitas acceder a Internet, hazlo desde una máquina virtual. Así podrás tener bajo control lo que hagas online.