Es algo muy humano el querer dejar huella. Tallar nombres en las mesas de clase, dejar el usuario de Instagram en los baños de las discotecas o el firmar un dibujo hecho en la servilleta es algo que hemos hecho. Estos son ejemplos muy analógicos, sin embargo, el impulso es el mismo con los garabatos encontrados en chips y microchips.
La cadena de radio NPR cuenta que, en los últimos años, aficionados de la tecnología y coleccionistas está rescatando chips con dibujos. Muchos compran estos componentes usados, los desecan capa por capa y los analizan con otros microscopios para encontrar garabatos. Gracias a foros especializados, herramientas de escaneo avanzadas y redes sociales, se están documentando y compartiendo estas ilustraciones microscópicas.
¿Qué es chip art?
Se conoce como chip art a las ilustraciones grabadas en los microchips. Desde garabatos a animales pasando por logos, muchos ingenieros dejaron su marca en estos componentes. También se le denomina silicon art o silicon doodles.
No cumplen ninguna función técnica ni infieren en el funcionamiento de los componente. Representan una especie de «firma», una expresión artística dentro de un entorno muy técnico. Ahora bien, muchos de estos dibujos solo son visibles con microscopios y por ello, han pasado años desapercibidos.

Arqueólogos de chips
Aunque esta especia de arqueología tecnológica lleva décadas, en los últimos años ha recibido mayor exposición gracias a las redes sociales. Reddit, TikTok o Youtube son algunas de las plataformas donde los arqueólogos de chips muestran sus descubrimientos. @EvilmonkeyzDesignz es uno de ellos y en el vídeo a continuación enseña un prototipo de microchip que tiene grabado un camello.
Si no puedes ver el vídeo, haz clic aquí.
Testimonios recogidos por el reportaje de NPR de los ingenieros que dejaron su sello en los chips expresan el asombro al saber que muchas personas han descubierto sus desiños y que resulten interesantes en la actualidad.
Supuestamente, este hobby se remonta a la década de los 90 cuando el científico Michael W. Davidson encontró a Waldo grabado en un chip. A partir de ese hallazgo, creó a finales de los 90 la web Silicon Zoo para registrar esta curiosa tendencia.
Humanizando la tecnología desde el inicio
Los ingenieros de empresas pioneras de la informática como HP o Qualcomm decidieron dejar su sello en los microchips que fabricaban como algo divertido, seguramente sin intención de ser encontrado más tarde. Ahora, ya descubierta esta práctica, le añade un toque entrañable pues demuestra que los humanos buscamos las manera de humanizar, valga la redundancia, la tecnología desde sus inicios.
El chip art es una fascinante mezcla de tecnología y arte, que al principio pueden sonar antagónicas pero no tiene por qué. Hoy, esas obras están resurgiendo gracias a una comunidad curiosa que valora el ingenio humano en los circuitos integrados. Y más allá de la mera anécdota, estos garabatos forma parte de la evolución de la informática, es decir, gracias a la afición se está dejando registro de ello, como Nokia ha hecho con todos sus modelos con este archivo digital.
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