Emprendimiento en Europa

Una Europa digital y emprendedora

Aunque el emprendimiento en Europa es algo cada vez más común, aún hay que recorrer un largo camino hasta que consigamos una Europa más emprendedora y digital.

Las buenas noticias también llegan a Europa. Y lo hacen de la mano de startups, de emprendedores y de nuevas tecnologías. Europa está conectada, es digital y disruptiva y, tal como se muestra en el informe que ayer presentamos en Campus Party, el ecosistema emprendedor europeo es fascinante. Europa es atractiva no sólo para turistas y viajeros de todo el mundo, sino también para los emprendedores, que ven en Europa  un territorio fértil para el desarrollo de nuevos negocios y tecnología.

Las conclusiones del informe refuerzan estas ideas. Europa y Estados Unidos tienen un número de programas de startups (aceleradoras, incubadoras, company builders)  per cápita similar. Además, cabe destacar que este es un ecosistema incipiente y desarrollado en el albur de la crisis. Para muestra, un botón: del total de los programas de startups existentes a día de hoy en Europa, el 80% fueron creados a partir de 2007. Es más, en estos últimos años el crecimiento de estos programas de creación de startups ha sido exponencial (alrededor del 400%).

No obstante, los ecosistemas de startups e innovación europeos son diversos. Países como Reino Unido o Francia presentan modelos altamente centralizados alrededor de sus respectivas capitales, mientras que otras economías como la sueca o la española tienen modelos mucho más dispersos, con una concentración de iniciativas relevante en dos o más ciudades.

Emprendimiento en Europa

La diversidad también es relativa a los problemas que afrontan cada uno de estos ecosistemas, siendo el principal la financiación de nuevas startups en momentos cruciales para su supervivencia. Los primeros tramos de financiación están bien cubiertos tanto por business angels y aceleradoras e incubadoras como por la financiación pública destinada al venture capital. Pero en el momento de despegue de las startups las cosas se complican. Las rondas de financiación que cubren a partir de los 500.000 euros suelen ser escasas, y más lo son las que cubren el tramo entre el millón y los cinco millones de euros. No cabe duda de que Europa necesita más inversores, y más arriesgados. Pero no sólo eso.

Tal y como mostramos en el documento que acabamos de presentar, ni la internacionalización de las startups ni el número de programas de desarrollo de las mismas son tan altos como deberían. Apenas un 20% de las startups consultadas se habían internacionalizado y sólo un 15% de los programas de aceleración o incubación tenían presencia internacional. El Mercado Único debe ser un incentivo para la internacionalización,  no un escollo formado por 28 legislaciones distintas, para las startups europeas.

Otro de los grandes problemas al que se enfrentan las startups es la falta de información, que dificulta su toma de decisiones y su crecimiento, y en muchos casos puede derivar en la pérdida de oportunidades presentes en potenciales mercados. Más aún, puede dar lugar a una mala asignación de recursos públicos. Europa también tiene mejores prácticas para afrontar estos problemas.

ALMI Företagspartner es la agencia pública sueca que agrupa a la mayoría de aceleradoras e incubadoras. La agencia monitoriza el valor creado por estos programas de startups (esto es: empleo creado, impuestos generados, inversiones atraídas, etc.) y, en función de los datos recogidos, las startups reciben mayor o menor inversión pública. Como se puede ver, hay soluciones en algunos lugares de Europa que sería deseable implementar en más zonas del continente.

Cabe señalar que no todo son problemas para las startups a nivel europeo. No sólo hemos encontrado un panorama dinámico y diverso, sino que además nos hemos llevado gratas sorpresas. Por ejemplo, el excelente nivel de las escuelas de negocios y universidades. Los servicios de mentoring o asesoramiento en el proceso de creación y crecimiento, así como el contacto con inversores, son algunos de los servicios más valorados por las startups. Y ambas son, por lo general, algunas de las propuestas que ofrecen las escuelas de negocio a sus alumnos.

Siendo esto así, ¿qué impide proporcionar estos servicios a empresas y generar así factorías de startups desde el interior de universidades y escuelas de negocio? Algunas ya están en ello, pero Europa tiene un potencial que no se ha liberado todavía. Hay que fomentar la creación de programas similares al StartX de Stanford, el 100K del MIT o los diversos programas desarrollados en Imperial Innovations, que tantos réditos han generado a sus economías.

Europa ya está poniendo en marcha algunos programas que son disruptivos e innovadores. Uno de ellos es Talentum Startups.  Desarrollada en los últimos 12 meses en España, esta plataforma de innovación abierta promueve el desarrollo del ecosistema emprendedor en universidades, aceleradoras e incubadoras de startups y diferentes startups. Tras haber cosechado en España un éxito considerable, con más de 260 estudiantes que han creado su startup o que han ayudado en la creación de otras, la meta es la conquista de Europa. Un Erasmus para emprendedores y hackers como forma de, por un lado, apoyar el ecosistema emprendedor dotándolo de talento, y por otro fomentar la internacionalización de las startups europeas a través de intercambios por aceleradoras de toda Europa. Ésta es la mayor cualidad del programa, además de su apoyo al emprendimiento, que absorbe lo mejor de aceleradoras, estudiantes e inversores que quieran participar y lo mejor de las empresas que quieran hacer uso de las startups que nazcan del mismo.

Ha llegado el momento de hacer realidad el sueño de una Europa más emprendedora y digital.

Imágenes: sparkleiceNASA’s Marshall Space Flight Center 

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